Análisis de la Temporada Turística 2024 en Uruguay
17 PARAISOS PROSCRITOS.
1. PARAISOS FISCALES: LA LISTA NEGRA DE LA UNION EUROPEA.
Manfred Nolte.
Uno de los argumentos que brillan escandalosamente por su ausencia a la hora
de debatir la financiación de las comunidades autónomas y en particular la falta
de proporcionalidad entre las de régimen foral y las de régimen común es sin
duda el de la economía sumergida que florezca en cada una de ellas. Si el
resultado en términos de ingresos fiscales es muy inferior en unas comunidades
en relación con otras, y esa menor presión fiscal fuera debida en mayor o menor
medida a la distinta evasión fiscal, esto es a la diferente existencia de bolsas de
fraude e incumplimiento de las obligaciones tributarias, los términos de
comparación no serían homogéneos. Así, la simple comparación del gasto
presupuestario per cápita de las distintas comunidades autónomas es incierta,
injusta y demagógica.
No he querido dejar escapar la ocasión de puntualizar la relevancia de la
opacidad fiscal ahora que arrecian los ataques al cupo vasco y también –y sobre
todo- por el incipiente paso dado por la Unión Europea con la publicación1, con
nombres y apellidos, de algunos de los Paraísos fiscales que actúan
impunemente a lo largo y ancho del planeta. La fiscalidad se erige en el motor
ético del sistema de mercado, complementándolo, estabilizándolo y
redistribuyéndolo. Pudo haber un pasado de tolerancia, porque es verdad que
los impuestos deben ser instaurados con mesura atendiendo por igual a su
1 http://www.consilium.europa.eu/media/31945/st15429en17.pdf
Consejo de la Union Europea: Lista de la UE de jurisdicciones no cooperantes a efectos fiscales.
2. capacidad de financiación presupuestaria y a su contribución al crecimiento de
la producción y del empleo. Pero dicho esto, luz y taquígrafos han llegado para
instalarse en el sistema y para confundirse con la esencia del hecho
democrático.
El fraude es horizontal cuando se produce en estructuras productivas sometidas
a la transparencia fiscal, pero el sujeto tributario incumple lisa y llanamente con
sus obligaciones. En todos los países persisten las bolsas de fraude en torno al
IVA n facturado, el empleo clandestino o el trucaje de las declaraciones del
impuesto sobre la renta personal o de sociedades.
Frente a este fraude horizontal existe otro vertical y puntual, cuando una
demarcación geográfica, un Estado, una dependencia administrativa de este o
incluso una circunscripción artificial dentro de un País –un centro ‘offshore’- se
rige precisamente por criterios diametralmente opuestos a los de los países con
sistemas tributarios vinculantes y proclama como hecho diferencial la opacidad
fiscal de las operaciones que se desarrollen en su territorio. Estas
demarcaciones desafían los esfuerzos de transparencia fiscal del mundo
civilizado y alientan con su existencia el fraude fiscal y otros graves delitos,
constituyéndose en cooperadores necesarios de los mismos.
En Marzo de 2.009 con ocasión de la cumbre del G20 en Londres los países
centrales coincidieron en que era hora de poner fin a esas jurisdicciones opacas.
Se publicó una primera lista de ellas en función básicamente de la disposición a
intercambiar información automática y permanente sobre las operaciones que
nacionales de otros países realizaban en sus territorios. No información a
requerimiento de parte sino información automática y periódica. Muchos países
calificados como paraísos fiscales han ido acercándose a la legalidad occidental,
asumiendo también los códigos de conducta de la OCDE sobre transparencia
fiscal2. Muchos pero no todos. La relación publicada por el Consejo de la Unión
Europea es mucho mas pusilánime que la ofrecida por organizaciones civiles
como Oxfam, Tax Justice Network o GESTHA la asociación de técnicos del
Ministerio de Hacienda. Pero constituyen una tímida base para las políticas
beligerantes contra estos centros y por ello son mejor que nada.
La Unión Europea las denomina ‘Jurisdicciones no colaboradoras’, un
eufemismo para las infamias que se producen en las dependencias de sus
principales Bancos o Bufetes de abogados. Un Paraíso fiscal es obviamente un
centro de baja o nula tributación. Pero ese es el menos despreciable de sus
ejercicios. Con la opacidad de las bases pero sobre todo con el anonimato de sus
titulares, estas demarcaciones acogen y encubren todo tipo de actividades
delictivas desde el narcotráfico al trafico de armas, desde la trata de blancas o la
interminable lista del crimen organizado.
Figurar en la lista supone un estigma internacional, el cierre de ayudas
comunitarias, vigilancia especial y limitación operativa interna para los
residentes de los países centrales cuando operen con aquellas jurisdicciones.
2 La lista de Paraísos fiscales publicada por la OCDE en 2.016 contenía un único país: Trinidad y
Tobago
3. Con la mano en el pecho, la iniciativa europea suscita más desencanto que
aplauso. Y ello porque en la lista negra de 173 no figuran los auténticos ‘peces
gordos’ del fraude mundial y ha dejado fuera provisionalmente las dependencias
de países pertenecientes a la Unión europea, como Gibraltar, Jersey o Guernsey
por ejemplo. Es cierto que el Consejo ha agregado una lista ‘gris’4 de los
candidatos teóricos a suspenso en la que si están algunos de los maestros de esta
orquesta de la evasión: Andorra, Suiza, San Marino, Turquía y algunos más. Se
les volverá a examinar dentro de seis meses.
Pero faltan más países en la relación y mayor determinación Institucional –en
forma de boicots, sanciones u otras penalizaciones financieras- para sellar estas
cloacas de un capitalismo delictivo que no tienen sitio en el siglo XXI.
3 Samoa Americana, Barbados, Bahréin, Granada, Guam, Corea del Sur, Macao, Islas Marshall,
Mongolia, Namibia, Palau, Santa Lucía, Samoa, Trinidad y Tobago, Túnez, Emiratos Árabes
Unidos y Panamá, cuyo Gobierno ha mostrado su indignación llamando a consultas a su
embajador ante la UE, nada mas conocerse la noticia.
4