1. ENCUESTA DEL CIS SOBRE FISCALIDAD.
Manfred Nolte
En el año 2019, último año con datos no distorsionados por los efectos de la crisis
sanitaria y económica, los ingresos fiscales de España en relación con su producto
interior brutose situaron en el 35%. La cifra está por debajo del 41% registradoen
la Unión Europea. De ahí la vigorosa campaña promovida en alas radicales del
gobierno para una reforma fiscal que enjuague no solo el gap que nos distancia de
la media europea, sino, a ser posible, de los mejor situados, de los de presión más
alta en su ranking o escalafón.
Afortunadamente, la propia María Jesús Montero ha matizado no hace mucho las
diferencias arriba señaladas, reconociendo que el índice de presión fiscal debe
completarse con los índices de sacrifico fiscal propuestos hace más de cinco
décadas por los economistas Henry Frank y Richard Bird, en los que además de
tener en cuenta las variables tradicionales de recaudación y PIB, se incluyan
también el tamaño poblacional y la renta per cápita del país en cuestión. Según la
ministra “los índices de sacrificio fiscal relacionan la recaudación con la
capacidad económica de los contribuyentes”. Si lo dice la máxima mandataria de
la Hacienda española, no seremos nosotros quienes le enmendemos la plana, en
particular porque somos firmes devotos, desde tiempo atrás, de las propuestas de
los expertos arriba citados y críticos declarados del uso obsesivo, casi único, que
se le está dando al índice de presión fiscal, sobre el que descansa el debate actual
de la controvertida reforma tributaria. La presión fiscal ni mide cuestiones
distributivas, ni aspectos de eficiencia económica ni consideraciones de bienestar
social. Por ejemplo, si se igualase la presión fiscal de España con la de Dinamarca
(46%) el esfuerzo fiscal exigido a los españoles sería mucho más elevado que el
que soportan los daneses, dado que estos tienen una renta per cápita de 52.000
euros anuales mientras que la nuestra es de menos de la mitad.
2. Dicho esto, si bien España ocupa el lugar 15 en presión fiscal entre los principales
países europeos, Estados Unidos y Japón, escalaría al puesto 4 en el índice de
Frank y al 5 en el índice de Bird. No puede concluirse, en su consecuencia, que en
España se paguen pocos impuestos.
Viene estaamplia y necesaria introducción, como prólogo y a cuenta de la reciente
encuesta publicada por el Centro de Investigaciones sociológicas (CIS) que lleva
por título ‘Opinión publica y política fiscal’ de Julio de 2022. Como es innecesario
recordar, las respuestasa una encuestason meramenterepresentativasdelestado
de ánimo del entrevistado, de sus conocimientos y cultura, y de sus inclinaciones
o preferencias de toda índole, sus juicios de valor, incluidos los de naturaleza
política. Los mayores o menores porcentajes de creencia otorgados a un
determinado punto del cuestionario no suponen en ningún caso un criterio de
veracidad o de objetividad, ni tan siquiera cuando el porcentaje tenga un peso
agregado muy significativo, por encima del cincuenta por ciento o más. Pero
dicho esto, el pulsar y conocer el estadode opinión de una muestra representativa
del colectivo de españoles siempre es interesante. Pasamos, en consecuencia, de
un comentario de economía positiva o teoría económica a otro enunciativo de
opiniones de índole personal. He aquí algunas de las principales manifestaciones.
En cuanto a la opinión de los españoles sobre sipagan muchos opocos impuestos,
el 41% considera que en España se paga mucho en impuestos, frente a un 46,5%
que considera que regular y un 8,9% que poco. Opinión repartida no concluyente.
En cuanto a si los impuestos secobran con justicia, es decir, si pagan más quienes
mas tienen o no, un 18% sostiene la proposición mientras un 80% la rechaza.
Añadidamente, más del 90% dice que hay bastante o mucho fraude fiscal. Los
encuestados señalaron como principal efecto del fraude fiscal la creación de
injusticias (34,6%) ya que unos tienen que pagar por lo que dejan de pagar otros.
Opinión negativa en torno a la justicia distributiva.
Los contribuyentes creen que la gran parte (46,9%) de las personas que conoce
declara realmente todos o casi todos sus ingresos al hacer la declaración de la
renta, un 31,4%que bastante, un 15,4%que poca y un 1,8% que ninguna. Es decir,
mis conocidos son gente mayoritariamente honrada.
Finalmente, y en lo referidoa lo que reciben los españoles de las administraciones
públicas a cambio de sus impuestos y cotizaciones, el 62% expresa recibir menos
de lo que paga, un 28,7% unas prestaciones equivalentes y solamente un 6,6%
cree que recibe más de la administración de lo que paga.
Como dicen los sajones, en lo que antecede hay alimento para la reflexión (‘food
for thought’).