El documento discute cómo la globalización ha impactado las políticas educativas en la educación superior, llevando a reformas centradas en la calidad y eficiencia. Los organismos internacionales ahora promueven el acceso, equidad, financiamiento y resultados en la educación superior, viéndola más como un beneficio individual que social. Por lo tanto, se necesitan mecanismos de evaluación para mejorar la calidad, eficiencia y productividad de la educación superior.