El Tactical Combat Casualty Care. El TCCC ha logrado una mejora espectacular en la supervivencia de los heridos en el campo de batalla.
La asistencia del herido en un escenario de combate debe ser la mejor combinación posible de una buena medicina con una buena táctica militar. La misión tiene prioridad, lo cual choca generalmente con una atención sanitaria adecuada. Una atención sanitaria correcta en el momento no oportuno, puede traer como consecuencia mayor número de bajas.
En cuanto a la sociedad civil el TECC utiliza la experiencia militar y la utiliza en situaciones como ataques terroristas, episodios de tiradores activos, artefactos explosivos, con el objetivo de disminuir muertes prevenibles en situaciones tácticas.
2. 2
INDICE
Introducción…………………………………………………………………………3
Fases de la asistencia a TCCC………………………………………........................6
M.A.R.C.H. Algoritmo…………………………………………………………...…7
Métodos de control de hemorragia…………………………………………….8
1. Torniquete………………………………………………………….8
2. Vendaje de emergencia Israelí……………………………………..11
3. Agentes hemostáticos tópicos…………………………...................13
Vía Aérea…………………………………………………………...…………14
Respiración………………………………………………………...………….15
Circulación………………………………………………………....………….16
Herida cabeza/ Hipotermia/Hipotensión…………………………...………….17
Conclusiones………………………………………………………………………...18
Bibliografía …………………………………………………………………………19
3. 3
1 INTRODUCCION
Soporte Vital Avanzado en Combate (SVACOM): «Tactical Combat Casualty Care
(TCCC)» El Soporte Vital Avanzado en Combate se originó en los Estados Unidos de
América por la Unidades de Operaciones Especiales de la NAVY en 1996. Actualmente
está ratificado por el Colegio Americano de Cirujanos y por la Asociación Americana
de Técnicos de Emergencias Médicas (NAEMT). La OTAN ha incluido estos
procedimientos como doctrina en el documento AMedP-24, que es el STANAG 2549 y
también se recoge parte de esta información en el STANAG 2122.
Objetivos:
Estabilizar a la baja.
Evitar más bajas.
Cumplir la misión.
La misión tiene prioridad, lo cual choca generalmente con una atención sanitaria
adecuada. Una atención sanitaria correcta en el momento no oportuno, puede traer como
consecuencia mayor número de bajas.
Entre las principales causas de muerte en combate encontramos: la hemorragia
exanguinante, el neumotórax a tensión y la obstrucción de la vía aérea.
Lamentablemente la hemorragia encabeza las causas por las que mueren los com-
batientes en campaña. Los avances en su tratamiento, demuestran la necesidad de su
inmediato control dentro del manejo del soporte vital, anteponiendo la C (circulation) al
ya conocido ABC. Así pues, en el «Battlefield Advanced Trauma Life Support»
(BATLS) y las guías del Comitte of Tactical Combat Casualty Care (CoTCCC)
prevalece el C-ABC frente al ABC del «PHTLS» (Prehospital Trauma Life Support).
Esto supone que el control de la hemorragia externa es prioritario a la infusión de
líquidos y a la administración de oxigenoterapia. En los actuales campos de batalla es
posible salvar mayor número de vidas mediante el empleo adecuado de torniquetes en
combinación con la evacuación rápida de los heridos a centros asistenciales con
capacidad quirúrgica. El abordaje del tratamiento de la hemorragia externa en combate
no se limita al empleo de un solo dispositivo o al abordaje inicial del paciente siguiendo
unas pautas determinadas, es un conjunto de medidas terapéuticas concatenadas para la
obtención del fin deseado: «la supervivencia del combatiente con mínimas secuelas».
Aumento de la supervivencia en combate
Desde la guerra de Corea hasta los actuales conflictos bélicos activos (Iraq o
Afganistán), el índice de supervivencia del combatiente ha aumentado de modo
espectacular, reduciéndose, por tanto, el índice de mortalidad en combate de un 40% a
un 3-4%. Esto es debido a varios factores que se enumeran a continuación:
4. 4
-Mejora de los equipos de protección personal
-Actualización de los procedimientos de atención inicial al paciente con trauma grave
-Mejora de los equipos diagnósticos y de tratamiento a nivel prehospitalario
-El empleo del helitransporte
-La investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías
-Localización de las lesiones en combate
En lo que respecta a las lesiones en combate el porcentaje y la localización más
frecuente de las mismas: Podemos apreciar que las áreas del cuerpo con mayor índice de
lesión son los miembros superiores e inferiores (rondan un 56%), debido a que son las
únicas partes del cuerpo del soldado que por ahora no poseen ningún sistema de
protección balístico o antifragmentos
.
En politraumatizados tener en cuenta:
Triada letal del shock traumático.
Clásicamente se define como tal la asociación de hipotermia, acidosis y coagulopatía,
que se inician por la hemorragia y la situación de shock y que tienden a perpetuar ambas
condiciones, provocando un desenlace fatal
5. 5
¿Cuándo una hemorragia es de riesgo vital?
1. Existe un sangrado pulsátil o constante en la herida.
2. El suelo se está empapado de sangre.
3. La ropa está empapada de sangre.
4. Los vendajes utilizados para cubrir la herida son inefectivos y se siguen empapando
de sangre.
5. Existe una amputación traumática del brazo o la pierna.
6. Se ha producido un sangrado previo y, el paciente se encuentra actualmente en shock
(inconsciente, confuso, pálido)
¿Cuánto tiempo lleva morir desangrado por una sección completa de arteria y vena
femoral?
- Las bajas con dicha lesión pueden morir desangradas en tan sólo 3 minutos.
En los últimos años, los artefactos explosivos se han convertido en el arma preferida en
la mayoría de los ataques terroristas en zonas de conflicto armado y regiones con
conflictos políticos alrededor del mundo. La relativa facilidad de fabricación y
transporte de los IED (improvised explosive devices) hacen de ellos el arma de elección
para las actividades terroristas y de la insurgencia. En el 78% del personal militar herido
en zona de operaciones y tratado en una unidad médica en Irak la causa ha sido por
artefactos explosivos
Consenso Hartford
2 de Abril de 2013 El equipo de trabajo formado por el Panel de regentes del
Colegio Americano de Cirujanos y el FBI
• En respuesta a los incidentes en Sandy Hook
• Extracto de las conclusiones:
Las lesiones de riesgo vital en incidentes con tiradores activos como el de Fort Hood,
Tucson y, Aurora son similares a las del entorno de combate. Las experiencias militares
nos han enseñado que la primera causa de muerte evitable en heridos por trauma
penetrante es la hemorragia. Los programas Tactical Combat Casualty Care (TCCC),
cuando se instauraron con un fuerte apoyo de los mandos, redujeron de manera
extraordinaria las muertes prevenibles. Reconociendo que los incidentes con tiradores
activos se pueden producir en cualquier comunidad, el Consenso Hartford anima a
emplear las técnicas y equipos existentes, validados por una década de evidencia clínica
bien documentada.
Actualmente en España y aquí en Aragón tanto la policía municipal como bomberos
están recibiendo formación en el TCCC. Desde el 2015 España se encuentra en un nivel
de alerta antiterrorista nivel 4, tras los diversos atentados producidos en Francia, Túnez,
Somalia.
6. 6
2 FASES DE ASISTENCIA DE TCCC
El TCCC divide la asistencia en 3 fases según la situación táctica.
Durante el combate la atención se centra primordialmente en eliminar la amenaza. A
medida que la amenaza disminuye, aumenta la prioridad de centrarse en proporcionar la
mejor asistencia médica a los heridos.
Care Under Fire.
Tactical Field Care.
Tactical Evacuation Care
Care Under Fire es la asistencia realizada por el primer interviniente o por el
combatiente en el lugar de la lesión mientras él y el herido continúan bajo fuego hostil
efectivo. El equipo médico disponible está limitado al que lleva encima el individuo o al
que el sanitario lleva en su mochila-botiquín.
Tactical Field Care es la asistencia realizada por el primer interviniente o por el
combatiente una vez que él y el herido no se encuentran bajo el fuego hostil efectivo.
También se aplica a las situaciones en las cuales se produce una lesión, pero no existe
fuego hostil. El equipo médico disponible sigue estando limitado al que puede ser
transportado sobre el terreno por el personal de la Unidad. El tiempo de evacuación para
el tratamiento médico puede ser considerable.
Tactical Evacuation Care es la asistencia realizada una vez que el herido ha sido
recogido por una aeronave, vehículo o barco. El personal médico, que puede
encontrarse pre-alertado y, el equipo adicional, deberían de estar disponibles en ésta
fase del manejo del herido.
Categorías de Evacuación Estándar NATO/ISAF. Fuerza Internacional de
Asistencia a la Seguridad SOP 312:
Para operaciones realizadas en Afganistán
Siguen la doctrina NATO/OTAN
Especifican tres categorías para la evacuación de heridos:
• A - Urgente
• B - Prioritaria
• C - Rutina
La asistencia prehospitalaria en condiciones normales es notablemente diferente a la
civil. Los factores tácticos y el ambiente tienen un gran impacto sobre la asistencia al
trauma en combate. Una buena medicina puede ser mala táctica. Hasta el 24% de
muertes en combate son potencialmente evitables. Una buena asistencia realizada por
los primeros
intervinientes es fundamental.
7. 7
Dejas de estar bajo fuego hostil una vez que alcanzas la superioridad del fuego. En ese
momento, puede pasar de brindar Cuidado Bajo Fuego o autocuidado de víctimas a
administrar cuidado de campo táctico.
Antes de comenzar a cuidar a su víctima o víctimas, asegúrese de que su lugar sea
seguro. Mantener un perímetro de seguridad de 360 grados. Luego comience a evaluar
las víctimas según sea necesario.
El cuidado de campo táctico comienza en serio con la redistribución de recursos (si eso
no ha sucedido ya durante la etapa de Cuidado bajo fuego).
3 ALGORITMO MARCH
Prioridades en la fase Tactical Field Care
Describe los cuidados que se deben proporcionar en la fase de TFC. Esta secuencia de
prioridades descrita asume que cualquier hemorragia de riesgo vital obvia ha sido
tratada en la de fase de CUF mediante un torniquete o por el propio herido. Si éste no es
el caso, tratar primero la hemorragia masiva.
Después de esto, la asistencia se realiza como se muestra en la secuencia. Esta secuencia
es compatible con el algoritmo MARCH reflejado en los Protocolos Tácticos de Trauma
del USSOCOM .
MARCH
-Hemorragia Masiva – control de sangrado de riesgo vital.
-Vía Aérea – establecer y mantener una vía aérea permeable.
-Respiración – descomprimir los neumotórax a tensión sospechados, sellar las heridas
abiertas en tórax, y apoyar la ventilación/oxigenación como proceda.
-Circulación – establecer un acceso IV/IO y administrar fluidos como proceda para
tratar el shock.
-Lesión en cabeza (Head injury)/Hipotermia. Prevenir/tratar la hipotensión y la hipoxia
para prevenir el empeoramiento de la lesión cerebral traumática y prevenir/tratar la
hipotermia.
Directrices Tactical Field Care
1.Hemorragia Masiva. Los heridos con el nivel de conciencia alterado deben ser
desarmados inmediatamente.
- Los combatientes armados con el nivel de conciencia alterado pueden usar sus armas
inapropiadamente.
-Asegurar las armas largas, cortas, cuchillos, granadas, explosivos.
-Las posibles causas de alteración de nivel de conciencia son Lesión Cerebral
Traumática (TBI), shock, hipoxia y los analgésicos
- Explicar al herido: “Déjame sujetar tu arma mientras el médico te examina”.
No olvide seguir hablando con la víctima durante todo el proceso.
8. 8
Así es como evalúa su grado de conciencia. Además, hablar con usted significa que su
vía aérea es patente / abierta, y si tiene sentido mientras habla, significa que su cerebro
está recibiendo sangre / oxígeno adecuado (una buena indicación de que no está
experimentando un shock hemorrágico en este momento).
Grado de conciencia: AVPU
A - Alerta: conciencia del tiempo y el lugar
V - Verbal: responde a tus palabras
P - Dolor: reacciona a él
U - Falta de respuesta: no hay reacción a los estímulos
METODOS DEL CONTROL DE LA HEMORRAGIA
1 El torniquete
El torniquete desde que en 1674 el cirujano militar francés Moral introdujera el uso del
torniquete en el campo de batalla, este dispositivo se ha utilizado para el control de la
hemorragia externa durante la cirugía y en el tratamiento inicial de lesiones traumáticas
de miembros con hemorragias importantes. A pesar de que es una medida altamente
efectiva para realizar un control de la hemorragia activa, presenta una serie de
complicaciones derivadas de la compresión de los tejidos que se encuentran por debajo
de él como la piel, nervios y músculos.
La aplicación de torniquetes es desechada en los actuales protocolos de asistencia
prehospitalaria civiles, debido entre otras razones, al corto período de tiempo en que se
deriva al paciente a un servicio de urgencias hospitalario y al temor que suscitan las
complicaciones que surgen ante un tiempo de isquemia prolongado. Por lo que se
establece como tiempo de seguridad un período de 2 horas (similar al tiempo de
isquemia quirúrgico) para disminuir la frecuencia de aparición de complicaciones.
Según informes relativos a la guerra de Iraq (Operation Iraqi Freedom), la aplicación
correcta de un torniquete hubiera permitido evitar el 50% de las muertes debidas a una
hemorragia aislada en una de las extremidades. La aplicación de los torniquetes queda
limitada a miembros inferiores y superiores y como herramienta terapéutica que es,
tiene una serie de indicaciones tácticas y clínicas que debemos observar:
9. 9
Indicaciones tácticas:
-Atención a bajas sangrantes y amputaciones traumáticas en situación bajo fuego.
-Control de pacientes con hemorragia externa en ambientes hostiles (zonas de guerra,
edificios colapsados, riesgo de explosión, etc.)
-Acciones con bajas masivas y cuando el número de heridos o las lesiones de estos
excedan las posibilidades del personal sanitario para ofrecerles un tratamiento
adecuado.
-Operaciones nocturnas.
Indicaciones clínicas:
-Fallo del control del sangrado mediante compresión directa o vendaje compresivo.
-Lesiones que no permitan el control de la hemorragia mediante vendaje compresivo.
-Hemorragia significativa en una extremidad, en un paciente con:
Necesidad de control de la vía respiratoria.
Necesidad de soporte ventilatorio.
-Necesidad de otras evaluaciones o intervenciones urgentes.
-Hemorragia a partir de localizaciones múltiples.
-Hemorragia sostenida en una extremidad por objeto penetrante.
El uso de este dispositivo no está exento de complicaciones, estas aparecerán cuando
confluyan uno o varios de los siguientes factores:
Tiempo prolongado de colocación del dispositivo.
Ausencia de valoración facultativa.
Falta de indicación táctica o clínica.
Empleo de dispositivos de circunstancias o no diseñados a tal fin.
1.1 Modo de colocación del torniquete
• Procuraremos colocarlo siempre sobre la piel, aunque en la mayoría de los casos
y debido a la situación táctica nos va a ser imposible hacerlo. Cuando apliquemos el
torniquete sobre el uniforme del combatiente hemos de tener la precaución de no
hacerlo sobre bolsillos o bien, vaciarlos previamente de todo su contenido.
• Hemos de colocarlo lo más proximal posible al tronco, es decir que en miembros
superiores se colocará en el brazo y en miembros inferiores sobre el muslo.
Antiguos manuales referían la colocación del torniquete a 5-10 cm por encima de
la lesión, con el objetivo de preservar la mayor longitud posible del miembro. Sin
embargo, cuando el diseño del torniquete y el tiempo de su aplicación son los
apropiados, es preferible la colocación más proximal, en la porción más voluminosa de
10. 10
la extremidad debido a que se acelera la aplicación, se minimiza la lesión por
compresión de los tejidos subyacentes y disminuye la posibilidad de que aparezcan
múltiples puntos de hemorragia en zonas distales. El torniquete solo se debe apretar
hasta la presión necesaria para detener la hemorragia o la ausencia de pulso distal en la
extremidad.
• Siempre debemos dejar espacio para colocar un segundo torniquete por encima del
primero. La compresión puede generar molestia o dolor. A pesar de ello deberá
comprimir hasta que no se palpe pulso distal o bien se detenga la hemorragia.
• El torniquete nunca se tapará con un vendaje y deberá marcarse con un rotulador
indeleble en la frente del herido una «T» y la hora a la que se inició la isquemia, en
formato digital de 24 horas. Es aconsejable dejar la extremidad sobre la que se ha
colocado el torniquete descubierta, excepto en situaciones en las que la temperatura
exterior sugiera un riesgo potencial de padecer una lesión directa por frío.
• Cuando intentamos cohibir la hemorragia de una baja, aplicaremos siempre el
torniquete del herido, nunca el nuestro.
• Inicialmente es el herido el que debe colocarse cuanto antes dicho dispositivo y
hacerlo en un tiempo reducido (menos de 15 segundos) por lo que deberemos incluir la
formación en esta materia en los programas de instrucción y adiestramiento de todo
combatiente o bien en las fases de concentración previas al despliegue.
• El torniquete se mantendrá colocado hasta la evaluación por facultativos
• El torniquete se llevará dispuesto para ser colocado en brazo. La explicación es
sencilla, si somos alcanzados por un proyectil o metralla que provoca un trauma
vascular con una hemorragia importante en uno de nuestros brazos, solo podremos
utilizar el sano para colocar el dispositivo. Si el torniquete lo llevamos dispuesto para su
colocación en pierna, no podríamos colocarlo en el brazo afecto ya que necesitaríamos
de ambas manos para poder deshacer la configuración del torniquete.
1.2. Complicaciones y uso seguro del torniquete
Los torniquetes ejercen una presión homogénea y circunferencial sobre el músculo y
otros tejidos que rodean a las arterias de las extremidades, provocando una oclusión de
las mismas e interrumpiendo el flujo sanguíneo. La tensión necesaria para producir
isquemia dependerá del tamaño de la extremidad y del ancho del torniquete, por lo que
cuanto mayor es el diámetro de una extremidad mayor es la tensión a aplicar, siendo los
torniquetes más anchos los que mayor eficacia ofrecen en la interrupción del flujo
sanguíneo en comparación con torniquetes estrechos.
El tiempo operativo de un torniquete es el tiempo total con el que se puede interrumpir
con seguridad el aporte sanguíneo arterial distal al torniquete. La mayor parte de las
directrices quirúrgicas y la mayoría de los resultados obtenidos en estudios de tipo
clínico recomiendan un tiempo operativo de torniquete no superior a los 60-90 minutos,
con el objetivo de que el uso de este dispositivo sea seguro. Se puede considerar como
una «guía útil» un límite de tiempo de isquemia de 2 h como aceptable y seguro. Los
pacientes de edad avanzada, con enfermedades vasculares y con lesiones traumáticas
muestran un riesgo mayor de complicaciones, incluyendo las lesiones nerviosas y
musculares. El músculo, especialmente el que queda directamente por debajo del
torniquete, muestra lesiones al cabo de 1 h, aunque la mionecrosis real parece tener
lugar solamente a partir de las 3 h.
11. 11
El denominado síndrome postorniquete (debilidad, parestesias, palidez y rigidez) es
frecuente, aunque suele desaparecer al cabo de aproximadamente 3 semanas. El empleo
de estos dispositivos no está exento de la aparición de complicaciones, sobre todo,
cuando son dispositivos improvisados o bien la colocación de los mismos no se realiza
del modo correcto. Los factores que predisponen a estas complicaciones son los
siguientes:
Tiempo de colocación excesivo. Empleo de dispositivos de circunstancias. No
seguimiento de indicaciones clínicas ni tácticas. No evaluación por personal facultativo.
Como regla general se toma el tiempo de hemostasia quirúrgico (aproximadamente de 2
horas) como tiempo de seguridad y para evitar en la medida de lo posible, la aparición
de complicaciones indeseadas. Cuanto más tiempo tenga el paciente colocado el
dispositivo existe mayor riesgo de aparición de efectos secundarios. Los efectos
adversos que se han encontrado son los siguientes:
-Efectos locales: Edema y rigidez en el postoperatorio . Retraso en la recuperación
de la fuerza muscular. Neuropraxia por compresión en la herida. Infección de la
herida. Lesión vascular directa. Necrosis ósea y de los tejidos blandos. Síndrome
compartimental.
-Efectos sistémicos: Aumento de la presión venosa central (PVC) Hipertensión
arterial. Descompensación cardiorrespiratoria. Infarto cerebral. Alteraciones
equilibrio ácido-básico. Rabdomiólisis. Trombosis venosa profunda. Dolor.
Síndrome de la respuesta inflamatoria sistémica.
1.3. El empleo del torniquete en operaciones militares
La atención inicial a un herido en una zona de combate se divide en tres fases (según
el CoTCCC): cuidados bajo fuego (CUF–Care Under Fire), cuidados tácticos de campo
(TFC–Tactical Field Care) y cuidados en la evacuación táctica (TACEVAC–Tactical
Evacuation Care). Dependiendo de la fase en que nos encontremos deberemos seguir
unas pautas en nuestra actuación. Una vez que el paciente se encuentra en zona segura,
el torniquete será aflojado (nunca retirado) y se mantendrá en su posición para realizar
una valoración de la hemorragia, si aún continúa activa y disponemos en la dotación de
agentes hemostáticos, procederemos a su aplicación, mientras iniciamos
simultáneamente una reposición de líquidos. Si esta herramienta no surtiera efecto
apretaríamos de nuevo el torniquete y continuaríamos con la evacuación del herido a un
escalón asistencial con capacidad quirúrgica. Durante el traslado el personal sanitario
debe valorar la existencia de signos de sangrado, si el torniquete o el agente hemostático
empleado no fueran eficientes se deberá aplicar un segundo torniquete por encima del
primero o bien apretar el torniquete que habíamos aflojado previamente hasta que la
hemorragia se detenga.
Alternativas de tratamiento. Aunque el nivel de recomendación del empleo de
torniquete es elevado en asistencia bajo fuego, pueden ofrecerse otras alternativas de
tratamiento de la hemorragia en otras fases no correspondientes a CUF y donde la
seguridad en la que el equipo sanitario presta sus cuidados es mayor.
2. Vendaje de emergencia (vendaje israelí)
12. 12
La elevación del miembro donde se encuentra la lesión y la realización de un vendaje
hemostático compresivo sobre la zona de hemorragia son preferibles a la colocación de
un torniquete. Un estudio de Kheirabadi et al, sobre 68 pacientes que presentaron
amputación traumática debido a minas antipersonal en la guerra de Irak, demostró que
la colocación de un vendaje compresivo mejoró la supervivencia de los combatientes
heridos y la pérdida sanguínea disminuyó considerablemente, por lo que muy pocos de
los pacientes ingresados precisaron de transfusión sanguínea en el hospital de campaña.
Dicho vendaje se encuentra como dotación del botiquín individual de combate (BIC) de
los soldados del Fueras Armadas españolas, desplegados actualmente en Afganistán.
Se recomienda la aplicación de este tipo de vendajes:
En el control de hemorragias leves/moderadas, en las fases de cuidado donde la
seguridad es mayor, como es en la fase de cuidados tácticos (Tactical Field Care–TFC),
o cuidados tácticos durante la evacuación (Tactical Evacuation Care–TACEVAC).
-Tras realizar la presión directa durante 3 minutos después del empleo de un agente
hemostático.
-Para realizar un vendaje compresivo en lesiones de combate (heridas por arma de
fuego, heridas por metralla, abrasiones, etc.), debido a que brinda mayor compresión
que otros tipos de vendajes.
Cuidados posteriores
Durante la evacuación del herido:
-Realizar valoración constante durante el traslado de la presencia de signos de shock o
de signos de resangrado.
13. 13
-Es conveniente que una vez que hacemos el vendaje compresivo sobre la herida
sangrante, delimitemos con un rotulador indeleble la marca de sangrado. Si al cabo de
un tiempo la mancha de sangrado sobrepasa la delimitación dibujada se ha reactivado el
sangrado.
- Prevenir la hipotermia del paciente. Continuar con la reposición de líquidos
3. Agentes hemostáticos tópicos:
Durante los últimos años se han desarrollado una gran variedad de agentes
hemostáticos tópicos con diversas presentaciones farmacéuticas, todos ellos de
constatada eficacia. Entre estos nuevos preparados señalaremos los siguientes:
QuickClot® (QC), Hemcon® (HC), Celox® (CX), y el Combat Gauze® (CG), como
componentes más usuales de los botiquines de primera urgencia que portan los comba-
tientes de diferentes ejércitos.
Entre los requisitos que deben cumplir el agente hemostático ideal destacamos:
• Barato y de fácil producción.
• De aplicación sencilla con un mínimo entrenamiento.
• Que mantenga sus propiedades en condiciones extremas de temperatura y humedad.
• Seguro y que no presente efectos secundarios derivados de su uso.
• Efectivo frente a hemorragias moderadas y graves.
Capaz de generar hemostasia durante varias horas para permitir la evacuación segura del
herido a formaciones sanitarias donde pueda recibir tratamiento definitivo.
Celox® (CX) posee un mecanismo de acción similar al de otros agentes hemostáticos
ya mencionados. Su presentación es granular y está disponible en sobres de 15 g y 35 g,
A diferencia de otros agentes hemostáticos, Celox® coagula la sangre en condiciones
de hipotermia (temperaturas del paciente entre 37,5ºC y 18,5ºC) e incluso en pacientes
con tratamiento anticoagulante (heparina o warfarina). Esto se debe a que actúa de
forma independiente de los factores de coagulación del paciente. Además, no provoca
reacciones exotérmicas con lo que el riesgo de generar lesiones por calor en el herido es
nulo, ofreciendo a su vez gran seguridad a la hora de hacer uso del mismo, sobre
14. 14
diversos tipos de heridas en distintas localizaciones como la cabeza, cuello, tórax y el
abdomen.
Russell et al (2008) describen los dos primeros casos documentados de su empleo en
una sala quirúrgica, con excelentes resultados.
Kheirabadi et al (2009) en un estudio sobre modelos de lesión arterial en animales
referenciaron una eficacia en la hemostasia inicial de un 70% (7/10) manteniéndola en 6
de los animales. El CX se situó como uno de los mejores agentes hemostáticos,
basándose en tres factores: menor pérdida de sangre, un mayor tiempo de hemostasia y
mayor tiempo de supervivencia. Otro dato a tener en cuenta es que la retirada del
producto de la herida se efectuó de modo más sencillo que del resto de agentes
empleados en la comparativa y que se mencionan en ese artículo.
CX puede ser utilizado inmediatamente de una forma rápida, segura y sencilla para el
tratamiento de la hemorragia moderada o grave. El modo de uso consiste en verter el
contenido del envase en el interior de la herida sangrante y posteriormente, ejercer
presión directa sobre la misma, al menos durante 3 minutos. Su fácil manejo con un
mínimo entrenamiento, su precio no excesivamente costoso, sus reducidas dimensiones
y la eficacia demostrada en el tratamiento de hemorragias graves, lo coloca en una
posición aventajada respecto de los anteriores agentes hemostáticos descritos hasta el
momento, para su empleo en operaciones de combate y en el ámbito de la emergencia
prehospitalaria. Es el agente hemostático en dotación del botiquín individual del
combatiente (BIC) en varias presentaciones: granulado en sobres de 30 gr, granulado
con dispensador de jeringa (Celox®-A) y el vendaje hemostático (Celox Gauze®).
Manejo de la vía Aérea
Suponga que tiene una víctima que no está hablando.
En ese caso, abra su vía aérea, mire dentro de su boca, límpiela y escuche el sonido de
la respiración.
Además, mientras escucha, mire su pecho y observe si sube y baja (signos de inhalación
y exhalación). Permanezca en su respiración durante al menos 5 a 10 segundos (en otras
palabras, no solo corra robóticamente a través del ejercicio).
En caso de que la víctima esté inconsciente, deberá asegurar su vía aérea.
a. Herido inconsciente sin obstrucción de la vía aérea:
- Maniobras de elevación de barbilla o de pulsión mandibular
- Vía aérea nasofaríngea
- Colocar al herido en posición lateral de seguridad
b. Herido con obstrucción de la vía aérea o con inminente obstrucción de ésta:
- Maniobras de elevación de barbilla o de pulsión mandibular.
- Vía aérea nasofaríngea.
15. 15
- Permitir que el herido adopte la postura que mejor proteja su vía aérea, incluyendo la
de sentado.
- Colocar al herido inconsciente en posición lateral de seguridad.
c. Si las medidas descritas no tienen éxito, realizar una cricotiroidotomía
quirúrgica de la siguiente manera:
- Realizando la técnica con la CricKey (como mejor opción)
- Administrando lidocaína si está consciente.
Vía Aérea Nasofaríngea
• El “tubo nasal”, “trompeta nasal”, “CNF”.
• Bien tolerada por el paciente consciente.
• Lubricar antes de insertarla.
• Insertar en un ángulo de 90 grados con la cara NO a lo largo del eje de la nariz.
• Asegurarla con esparadrapo o cinta.
• No usar una cánula orofaríngea (guedell).
– Pueden provocar que los heridos conscientes vomiten.
– Se descoloca con facilidad.
Los heridos con lesiones faciales graves a menudo pueden proteger su propia vía aérea
sentándose e incorporándose hacia delante.
¡Permítales que lo hagan si pueden!
Colocar a los heridos inconscientes en la posición lateral de seguridad una vez que
su vía aérea esté permeable.
Respiración
Busque heridas e indicaciones de que su hombre todavía está respirando (tenga en
cuenta que el estrés puede evitar que lo escuche o lo vea inhalar / exhalar, así que
coloque las manos sobre su pecho y sienta signos de respiración).
Aplique un apósito oclusivo a todas las heridas que encuentre en el pecho, las axilas y el
cuello (regla general: "desde la nariz hasta el orificio merece un apósito oclusivo, por
qué al orificio porque el diafragma se mueve muy bajo").
Revise cuidadosamente la clavícula, el esternón y las costillas rotas, pero no presione
hacia abajo si ve decoloración o evidencia de hematomas en esas áreas.
Verifique su espalda con la técnica de "abrazo de amigo", y mientras lo hace, también
debe realizar una revisión menor para detectar cualquier herida negativa.
16. 16
a. En un herido con una dificultad respiratoria progresiva y con el diagnóstico o
sospecha de trauma torácico, considerar un neumotórax a tensión y descomprimir el
tórax en el lado de la lesión con una aguja/catéter del 14G de 8 cms. aprox. insertada en
el segundo espacio intercostal en la línea medio clavicular. Asegurarse de que la entrada
de la aguja no es medial a la línea mamilar y de que no está dirigida hacia el
corazón. Otros lugares alternativos aceptables son el 4º o 5º espacios intercostales en la
línea axilar anterior (LAA)
b. Las heridas penetrantes en tórax deben ser tratadas mediante la aplicación inmediata
de un parche oclusivo con válvula para cubrir el defecto. Si no se dispone de un parche
oclusivo con válvula, usar uno sin válvula. Vigilar al herido debido al subsecuente
desarrollo potencial de un neumotórax a tensión. Si el herido presenta un
incremento de la hipoxia, distrés respiratorio, o hipotensión y se sospecha un
neumotórax a tensión, tratarlo abombando o despegando el parche o mediante la
descompresión con aguja.
c. A los heridos con Lesión Cerebral Traumática
(TBI) moderada/severa se les debe administrar oxígeno complementario cuando éste se
encuentre disponible para mantener una saturación de oxígeno > 90%.
Neumotórax a Tensión
El neumotórax a tensión es otra causa común de muerte evitable en combate.
Fácil de tratar.
El neumotórax a tensión puede ocurrir con heridas de entrada en el abdomen, hombros o
cuello.
Las contusiones (accidentes de vehículos a motor) o traumatismos penetrantes (heridas
por arma de fuego) también pueden causarlo.
Un neumotórax simple es una acumulación de aire entre el pulmón y la pared torácica
producido por una lesión en el tórax o en el pulmón. Entonces el pulmón se colapsa
como se demuestra en la diapositiva.
A continuación, evalúe la Circulación periférica observando la temperatura de su piel y
la presencia de sudor.
17. 17
Realice un barrido de sangre de pies a cabeza con las manos limpias (hacerlo con manos
ensangrentadas puede dar un falso positivo).
Comprueba si hay una pelvis rota antes de poner a la persona de lado. Estabilice una
posible pelvis rota con una férula.
Mientras esté buscando esa pelvis rota, también busque huesos rotos en otra parte
(esternón y fémur especialmente).
Si su barrido con las manos limpias produce sangre en sus dedos o palmas, entonces
sabe identificar el sitio de la herida, exponerlo, evaluarlo y tomar las medidas
apropiadas (como aplicar gasa, vendaje de compresión, un CAT, etc.)
No se necesita ninguna acción inmediata en caso de que la herida implique sangrado
venoso menor.
Siente si su pulso es fuerte o débil.
Es posible que no pueda encontrar un pulso radial: ningún pulso radial significa que su
cuerpo no se descompensa muy bien por el shock (lo primero que debe hacer en ese
caso es verificar si hay un pulso en su arteria carótida para asegurarse de que aún esté
vivo) .
Prepare todo el equipo necesario, incluidos apósitos oclusivos adicionales, vendajes,
camadas y mantas térmicas.
Gire a la víctima sobre su espalda y reevalúe:
Grado de conciencia
Vía aérea, respiración, circulación.
Intervenciones
¿Se cayó el NPA?
¿Se deshizo el CAT?
¿Todavía se mantienen las vendas / sellos del pecho?
Tarjeta TCCC debidamente llena
Usando un marcador a prueba de agua, escriba en la tarjeta CAT / TCCC la hora del
CAT.
H - Lesión en la cabeza / Hipotermia / Hipovolemia
Mantener la temperatura corporal de una víctima alta es extremadamente importante
porque no desea que se establezca la hipotermia.
Lo primero que debe hacer es minimizar su contacto con los elementos. Sácalo de la
ropa mojada y vístelo con ropa seca.
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Envuélvalo en una manta térmica (si no tiene una manta térmica, improvise con lo que
tenga a mano).
Venda las lesiones en la cabeza que parecen ser menores. Para los graves (como los que
involucran una lesión cerebral traumática), no lo deje acostarse y, si está disponible,
dele oxígeno.
Los signos de TBI(lesión cerebral traumática) incluyen un estado mental alterado,
pupilas dilatadas, líquido amarillo que se escapa de la nariz o las orejas, deformación de
la cabeza y hematomas alrededor de los ojos
Como mínimo, debe tener los signos vitales de la víctima y saber si está en estado de
shock (hipovolemia) o si ya está en ella. Luego, esté listo para comenzar una vía
intravenosa (IV) / intraosea (IO) para que se pueda administrar fluidos (la hipovolemia
es el resultado de una pérdida repentina de líquidos, como sangre).
Use su tiempo sabiamente mientras espera la llegada del equipo Medevac
Además, tenga la tarjeta TCCC de su víctima completamente completa (eso hará que la
transferencia sea mucho más fluida.
CONCLUSIONES
González Alonso (2015): “Según informes relativos a la guerra de Irak
(Operation Iraqi Freedom), la aplicación correcta de un torniquete hubiera
permitido evitar el 50% de las muertes debidas a una hemorragia aislada en una
de las extremidades”.
Ante una hemorragia en miembros, cito a Sánchez Silva (2017): “La relación
clásica de técnicas de compresión del punto sangrante, la elevación del miembro
afectado, el vendaje compresivo, la compresión de la raíz arterial y el torniquete,
en último lugar, están desfasados debido a la nueva evidencia científica al
respecto.
Como se ha visto en la evidencia, estas hemorragias se manejan con presión
directa y si no cede torniquete. Las complicaciones, aunque existen, son
mínimas, pero tenemos que actuar según la premisa de salvar la vida sobre el
miembro.
Queda descartada la afirmación: Los torniquetes deben utilizarse solo como
último recurso.
Queda descartada la presión en la raíz del miembro y la elevación del miembro
como técnicas para detener hemorragias en miembros.
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Existen vendajes especiales (Israelí) y agentes hemostáticos para poder
ayudarnos, y que se utilizarán dependiendo de la zona de la lesión.
El uso del torniquete se ha extendido de ambientes bélicos-tácticos a entorno
civil, hasta llegar al punto de que hay campañas que ya lo enseñan a primeros
intervinientes no sanitarios y de la instalación de kits para controlar hemorragias
en zonas estratégicas.
BIBLIOGRAFIA
https://www.aself.org/wp-content/uploads/2018/08/Manual-soporte-vital-avanzado-
en-combate.pdf
https://www.jsomonline.org/TCCCEsp/Curriculum%20TCCC%20para%20Todos
%20los%20Combatientes/03%20TCCC-
AC%20150603%20Tactical%20Field%20Care-Espanol.pdf