2. La virtud como dominio racional de sí
• Baruch Spinoza (1632-1677) fue un filósofo holandés interesado
en la explicación racional de la naturaleza de las cosas.
• Para el filósofo Spinoza, el mundo funciona de manera causal,
parecido a lo que comúnmente se conoce como efecto mariposa,
teoría que sostiene que una alteración en las condiciones
iniciales de un sistema dará lugar a modificaciones en estados
posteriores no previsible del mismo.
• Nuestra ignorancia de las causas nos hace creer que somos libres;
Sin embargo, dado que todos los fenómenos del mundo se
explican causalmente, entonces todo está previamente
determinado por los principios que le dan origen. Por lo tanto, la
sabiduría consiste en la conciencia de esta causalidad y en el
estudio de las razones que producen los distintos estados de
cosas.
3. La virtud como dominio racional de sí
• Si los objetos que se perciben, cavilaciones que
vienen a la mente o las acciones que se llevan a
cabo hacen crecer mis potencialidades, entonces,
me producen alegría. Pero sí, por el contrario, me
debilitan o restan virtud, me generan tristeza o
desánimo.
• Por ejemplo, cuando me esfuerzo y saco una
buena nota en la escuela, me siento feliz; no
obstante, si no estudio y obtengo una baja
puntuación, puedo sentir tristeza.
4. La virtud como dominio racional de sí
• Otra idea importante en la ética de Spinoza es su noción
del deseo que, según el autor, es el deseo de preservar
nuestra existencia.
• Todos los seres de la naturaleza compartimos ese deseo,
pero sólo los seres humanos somos conscientes de él.
Spinoza explica que no deseamos algo por que es
bueno, sino que es bueno porque lo deseamos.
• El deseo, junto con la alegría y la tristeza, es la
principal afección del ser humano, nos impulsa a
actuar y llevar a obrar conforme a nuestra naturaleza,
es decir, buscando nuestra protección.
5. La virtud como dominio racional de sí
• El deseo es la fuerza que nos lleva a actuar y todo deseo,
dada la determinación de nuestra naturaleza, empuja
siempre en el camino del desarrollo de nuestras
potencialidades.
• El valor de los objetos está determinado por nuestra
inclinación hacia estos, pues todo deseo es activo y siempre
anhelamos lo que suponemos que es mejor para nosotros.
• Las emociones, como el odio o la tristeza, son pasiones que
es preferible modificar, pues por sí mismas no contribuyen a
nuestro progreso; por el contrario, disminuyen nuestras
potencialidades; Por ello, aunque son naturales, no es
conveniente tenerlas por mucho tiempo.
6. La virtud como dominio racional de sí
• Spinoza coincide con algunos desarrollos psicológicos de
la actualidad como la terapia cognitiva conductual, en la
cual nuestros pensamientos nos provocan emociones
que pueden ser destructivas, como el odio, la ira, la
frustración o la tristeza; por lo tanto, para evitar que
estas pasiones se conviertan en un factor dañino para
nosotros, hay que cambiar los pensamientos.
• Cuando nos sintamos decaídos emocionalmente, lo
primero que debemos cuestionar es qué nos decimos en
el interior para lograr identificar el tipo de pensamiento
y analizarlo; puede ser escrito para obtener un mejor
resultado de reconocimiento. Una vez que hayamos
exteriorizado lo que pasa por nuestra mente, quizá sea
conveniente escribirlo otra vez desde una visión menos
destructiva; es decir, transformarla en búsqueda del
beneficio personal.
7. El dominio de las pasiones
• Al-Razi (865-925), un filósofo y médico persa y musulmán
decía que las pasiones son un campo de entrenamiento. Con
el fin de alcanzar el más completo dominio de la razón en la
conducta, la persona tiene que entrenarse en las cosas
ordinarias de la vida, no esperar a las grandes ocasiones para
demostrar su valor.
• Privarse de manera voluntaria de una golosina, levantarse
temprano o abstenerse de ciertas actividades que por sí
mismas no son dañinas, nos da la oportunidad de ejercitar el
autodominio, de manera que se va formando como un
“músculo” moral, el cual, cuando lleguen las grandes pruebas,
será capaz de responder adecuadamente a éstas.
8. El dominio de las pasiones
• Una de las recomendaciones que hizo Al-Razi para avanzar en
la virtud fue la de conocer los defectos de uno mismo. Pero
esto es muy difícil de hacer porque tendemos a creer que lo
que hacemos está del todo bien. Estamos tan acostumbrados a
nuestro modo de actuar que no logramos darnos cuenta de que
puede estar equivocado.
• Una herramienta para superar esta situación es consultar a un
profesional con experiencia para orientarnos de manera
objetiva y clara con relación al tema de los defectos.
• En la sociedad contemporánea vivimos un continuo bombardeo
de estímulos que nos invitan a buscar sensaciones agradables,
la mayoría de éstas relacionadas con el consumo. Mediante la
publicidad te ofrece mejoría, placer y felicidad.
9. El desarrollo de las virtudes
• La filosofía aristotélica proponía cinco virtudes
fundamentales de la inteligencia: la ciencia, la sabiduría,
el arte, la prudencia y la intuición.
• La ciencia es teórica, ya que implica un conocimiento más
abstracto: el de las razones de un cierto campo, como las
matemáticas o la física en la actualidad.
• La sabiduría es el conocimiento acerca de los principios
generales, es decir, aquellos que se refieren a todas las
actividades. La persona sabia conoce las causas y razones
de por qué se hace algo y se pregunta y propone el para
qué de lo que le rodea.
10. El desarrollo de las virtudes
• Las artes y artesanías son prácticas,
pues son fruto de la habilidad de
producir.
• La prudencia es un valor que consiste
en obrar con cuidado, de forma justa y
adecuada.
• La intuición es la facultad de
entender, saber o percibir algo
inmediatamente sin razonamiento ni
pruebas concretas.
11. El desarrollo de las virtudes
• Aristóteles propuso que hay cuatro virtudes principales de la voluntad,
éticas o morales: fortaleza, templanza, justicia y prudencia.
• La fortaleza consiste en la capacidad de mantener el esfuerzo en
situaciones difíciles. Implica resistir, sin rendirse, ante una adversidad, La
cual puede ser física (como el cansancio), o social (como la burla).
• La templanza es llamada también moderación. Se trata de la capacidad de
controlar los deseos propios en aras de un propósito más valioso. Por
ejemplo, los deportistas llevan dietas más estrictas que el resto de las
personas.
• La justicia consiste en la disposición de la voluntad de hacer lo que es
correcto, es decir, de actuar con la necesidad respecto a los demás. Se
trata de no apropiarse de lo que no les pertenece, respetando y
reconociendo derechos y méritos de los demás.
12. El desarrollo de las virtudes
• La prudencia es la capacidad para reconocer y actuar de la
manera que resulta más eficaz en relación con los fines que se
persiguen, en especial, los fines humanos por excelencia, que
son la propia vida y la felicidad.
• La amistad, es una virtud que no aparece en las enumeraciones
tradicionales, pero qué es necesaria en la vida humana. Esta
suele ser de tres tipos:
Por utilidad, cuando nuestros amigos pueden ayudarnos para
lograr nuestros deseos.
Por placer, por el mero deleite que nos provoca pasar tiempo
con alguien.
Por virtud, la que se basa en la valoración de lo bueno y
virtuoso de la vida, sin esperar sacar provecho de nada.
13. Llevar una vida virtuosa en el mundo de hoy
• Actualmente es difícil el ejercicio de las virtudes,
por situaciones que suelen surgir en la misma
familia, en la escuela, el trabajo y en la convivencia
social.
• Suele llamárseles obstáculos externos porque no se
originan en nosotros, sino que han existido desde
siempre. Veamos algunos ejemplos:
La competencia por los mejores puestos de
trabajo es una tentación para que las personas
mientan en cuanto a lo que han hecho.
14. Llevar una vida virtuosa en el mundo de hoy
La falta de honestidad se vuelve más peligrosa cuando
estamos en un lugar con acceso a enormes bases de
información como el padrón electoral y la lista nominal de
electores, que contienen nombre, domicilio y teléfono de
millones de ciudadanos.
Las aduanas son los lugares por donde entran todas las
mercancías que llegan al país. Los funcionarios que trabajan
ahí deben tener honestidad a prueba de todo por los
ofrecimientos que les hace el crimen organizado respecto a
dejar pasar drogas y armas.
El desarrollo de las tecnologías de la información y
comunicación, además de sus grandes beneficios, ha dado
lugar a nuevas formas de deshonestidad como el fraude.
Por ejemplo, los engaños que se hacen en el comercio
digital o en las redes sociales.
15. Llevar una vida virtuosa en el mundo de hoy
La tolerancia a la corrupción que se da en
algunas sociedades. Esas actitudes de
indiferencia a los actos deshonestos se
expresan en frases como:
“El que no tranza no avanza”.
“Yo no quiero que me den, sólo que me
pongan donde hay”.
“La moral es un árbol que da moras”.
“Nadie aguanta un cañonazo de cincuenta
mil pesos, etcétera.
16. Llevar una vida virtuosa en el mundo de hoy
Algunas actitudes que podrían ayudarte a cultivar
una vida virtuosa:
Sé paciente: en este mundo acelerado, con
correos electrónicos y mensajes instantáneos,
podemos sentirnos presionados para contestar
inmediatamente.
Sé agradecido: la vida actual nos dificulta
apreciar la amistad, la compañía o el tener agua
caliente o un lugar donde caminar.
17. Llevar una vida virtuosa en el mundo de hoy
Sé bondadoso: comparte lo que tienes
con los demás sin esperar que otros te
den algo a cambio.
Perdona: elimina de tu vida el odio y la
venganza, pues eso altera tu paz
interior.
Serénate: la vida moderna, con sus
múltiples exigencias, requiere
serenidad. No te apresures a tomar
decisiones importantes para ti.