Este documento proporciona información sobre la mononucleosis infecciosa. Define la mononucleosis infecciosa, discute su epidemiología, clínica, complicaciones, diagnóstico y tratamiento. La mononucleosis infecciosa es causada principalmente por el virus de Epstein-Barr y se caracteriza por fiebre, faringitis y adenopatías. Puede causar complicaciones como esplenomegalia, hepatitis o alteraciones hematológicas. El diagnóstico incluye pruebas de laboratorio como recuento completo de sangre para detect
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1. INTRODUCCIÓN
1.1 DEFINICIÓN
La mononucleosis infecciosa (MI) es un síndrome clínico originado en la
mayoría de los casos por la infección del Virus Epstein-Barr (VEB) o Herpesvirus
humano tipo 4 caracterizado por presencia de fiebre, faringitis (odinofagia),
adenomegalias y linfocitosis atípica.
1.2 EPIDEMIOLOGIA
La infección por el VEB es de distribución universal y muy prevalente,
alcanzando cifras de seropositividad en mayores de 40 años de entre el 90-95%.
La incidencia estimada oscila entre 350 -700/105 personas- año.
Normalmente, hasta en un 50-75% de los casos la primoinfección se produce en
la edad infantil. Existe otro pico de incidencia durante la adolescencia. En nuestro
medio afecta con más frecuencia a adolescentes y adultos jóvenes de edades
comprendidas entre los 15 y los 24 años. En la edad adulta no es común. Esto es
debido a la exposición previa.
La transmisión es fundamentalmente de persona a persona a través de la
saliva. Tras la infección, el virus puede permanecer en la orofarínge del portador
meses e incluso décadas.
Son infrecuentes otras vías, como hemotransfusión, trasplantes, contacto
sexual o lactancia materna. No existe riesgo establecido por infección perinatal.
El periodo de incubación es de 4-6 semanas y el de contagio no se ha
determinado.
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2. CLÍNICA
La sintomatología más frecuente es la tríada clásica:
Fiebre: Puede ser persistente, y durar hasta 15 días.
Faringitis: cursa con odinofagia como síntoma principal. Aparece como
una hipertrofia amigdalar (moderada-severa) con secreción
blanquecina, grisácea, o incluso necrótica. También pueden aparecer
enantema o petequias palatinas.
Adenopatías: suelen ser cervicales posteriores y simétricas. Puede estar
presentes también en otras áreas: submandibulares, retroauriculares,
inguinales, axilares, e incluso generalizadas.
Imagen 1. Triada sintomática clásica de la mononucleosis infecciosa: Fiebre, faringitis y
adenopatías.
Pueden existir otros síntomas como, malestar general, astenia, cefalea, dolor
abdominal, náuseas y vómitos.
La sintomatología de la mononucleosis es poco frecuente cuando la primoinfección
se produce en la infancia. Si se produce en la adolescencia, es más frecuente que
aparezca la tríada clásica (fiebre, faringitis, adenopatías).
En adultos (>40 años), hay más posibilidades de que la sintomatología sea atípica.
La fiebre puede prolongarse durante más de dos semanas; la faringitis y las
adenopatías pueden no presentarse y las complicaciones son más frecuentes, entre
ellas las hepáticas (hepatitis, hepatomegalia, colostatis, ictericia).
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3. COMPLICACIONES
La enfermedad es autolimitada y normalmente tiene un periodo de duración de
dos a cuatro semanas. Pero pueden surgir complicaciones. Conviene conocerlas
porque aunque son raras, algunas de ellas son potencialmente graves:
Alteraciones hematológicas: podrían estar presentes en un 25-50% de
los pacientes. Suelen ser de características moderadas y autolimitadas.
o Trombocitopenia.
o Anemia hemolítica autoinmune.
o Anemia aplásica.
o Púrpura trombótica trombocitopénica.
o Coagulación intravascular diseminada.
Esplenomegalia y rotura esplénica: si se realiza ecografía,
prácticamente todos los pacientes tendrán algún grado de
esplenomegalia. La rotura esplénica, sin embargo, es muy rara (<1%).
Complicaciones respiratorias:
o Obstrucción de vías aéreas, por aumento amigdalar: hasta en un
1% de los pacientes. Es potencialmente grave, requiriendo en
algunos casos hospitalización e incluso intubación orofaríngea.
También, puede dar como sintomatología dificultades para la
deglución alimenticia.
o Neumonías.
o Pleuritis.
o Adenopatias hiliares.
o Neumonitis intersticial.
Alteraciones neurológicas: aparecen en el 1-5% de los pacientes y son
de carácter autolimitado:
o Meningitis.
o Encefalitis.
o Mielitis.
o Síndrome de Guillain-Barré.
o Parálisis de nervios craneales (incluida parálisis de Bell).
o Cerebelitis y ataxia.
o Neuritis óptica. Neuritis retrobulbar.
o Mononeuritis múltiple.
o Neuropatía del plexo braquial.
o Convulsiones.
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Alteraciones gastrointestinales:
o Hepatitis, con aumento de las enzimas hepáticas (AST/ALT/GGT)
con ictericia.
o Pancreatitis.
o Síndrome de Reye (encefalopatía hepática).
Sobreinfección bacteriana faríngea:
o Faringitis estreptocócica
o Absceso peri-amigdalino.
Dermatológicas:
o Rash: puede ser maculopapular, urticariforme o petequial y
normalmente generalizado. Si tratamos una mononucleosis con
penicilinas, sospechando que pueda ser una amigdalitis aguda de
etiología estreptocócica, el paciente puede sufrir un exantema.
También se ha relacionado con la administración de otros
antibióticos: azitromicina, levofloxacino, cefalexina,
piperacilina/tazobactam.
o Vasculitis
o Acrocianosis
o Urticaria a frigore
o Úlceras genitales
Otras (muy raras):
o Miocarditis.
o Pericarditis.
o Glomerulonefritis.
o Nefritis intersticial.
Muerte en inmunocomprometidos.
La mononucleosis infecciosa está asociada con un aumento del riesgo de
padecer linfoma de Hodgkin y así como con un aumento de desarrollar
esclerosis múltiple.
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4. DIAGNÓSTICO
El diagnóstico es clínico y requiere la confirmación serológica.
a. ANAMNESIS
Debe investigarse en adolescentes y adultos la presencia de la tríada
sintomática clásica (50-70% de los casos) de fiebre (93-95%), faringitis (85%) y de
adenopatías locales (90-95%). Además, debe preguntarse por cefalea, malestar
general, mialgias, fatiga intensa y en ocasiones por dolor abdominal.
La infección por VEB es con frecuencia asintomática (75%) y, en pacientes de
mayor edad, la sintomatología es inespecífica (fiebre prolongada, malestar general,
astenia y mialgias).
2.2. EXPLORACIÓN
La exploración debe incluir:
Aspecto general y signos vitales (fiebre leve, a veces prolongada).
Exploración orofaríngea: faringitis eritematosa con exudado pultáceo, muy
dolorosa, linfadenopatías dolorosas y móviles localizadas en cadenas
occipitales, cervicales posteriores y retroauriculares. En ocasiones son
generalizadas.
Exploración abdominal: esplenomegalia con posibilidad de rotura o
hepatomegalia.
Examen de la piel: Erupción cutánea exantemática morbiliforme o papulosa
(ocasionalmente asociada con exantema, por lo general tras la exposición a
aminopenicilinas) o edema periorbitario e ictericia.
2.3 PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Ante la sospecha de MI debe realizarse:
Hemograma: linfocitosis (70%) de los cuales del 30-90% de los linfocitos son
atípicos. Hay que descartar complicaciones hematológicas.
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Imagen 2. Linfocitosis atípica.
Bioquímica general con perfil hepático: hipertransaminasemia leve y
transitoria en más del 90% de los casos y en ocasiones aumento leve de
bilirrubina, gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) y fosfatasa alcalina (FA),
cociente alanina aminotrasnferasa( ALT/FA) <2 (hepatitis colestásica).
Pruebas serológicas de confirmación:
o Determinación de anticuerpos heterófilos (prueba de Paul-Bunnel):
es diagnóstica en los casos de positividad. Es la prueba más sensible
(75-95%) y específica (90-100%) para el diagnóstico de infección por
VEB. Estos anticuerpos aparecen entre la primera y segunda semana
tras la infección y persisten hasta 8-12 semanas (o incluso hasta un
año).
o Determinación de anticuerpos específicos del VEB:
Se aconseja siempre que la determinación de anticuerpos
heterófilos resulta negativa y la sospecha de MI por el VEB es alta.
Son anticuerpos (IgG e IgM) frente a diferentes antígenos:
Proteínas de la cápside (anti VCA)
Proteínas no estructurales que intervienen en la replicación
del ácido nucléico viral (anti-EA)
Proteínas no estructurales reguladoras multifuncionales de
localización nuclear (anti-EBNA).
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DIAGNÓSTICO SEROLÓGICO DE INFECCIÓN POR EL VIRUS DE EPSTEIN-
BARR
Exámenes
laboratorio
No
infectado
Infección
aguda
Convalecencia Infección
antigua
Ac heterófilos - + +/- -
Anti- VCA (IgM) - + - -
Anti- VCA (IgG) - + + +
Anti-EA - + - -
Anti-EBNA - - + +
Tabla 1. Diagnóstico serológico de infección por el virus de Epstein-Barr. En la
fase aguda se elevan los anticuerpos IgM anti VCA (90%) y anti –EA. Las IgM anti-
VCA establecen el diagnóstico de la MI aguda por VEB. Las IgG anti-VCA se elevan
casi de forma simultánea y persistirán durante toda la vida. Diagnostican MI y/o
exposición al VEB en el pasado. Los anticuerpos IgG anti-EA desaparecen en la fase
de convalecencia y rara vez persisten másde 6 meses. Losanti-EBNA (IgG) aparecen
a los 2-6 meses y permanecen altos de por vida. Su positividad excluye la infección
aguda.
Algoritmo1. Diagnósticoserológico
Ecografía abdominal: valorar en caso de sospecha de esplenomegalia o
hepatomegalia.
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5. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El virus de Epstein-Barr es el responsable del 50-90% de todos los cuadros
mononucleósicos.
El caso típico de mononucleosis infecciosa es bastante fácil de diagnosticar.
El problema se plantea cuando las manifestaciones clínicas son atípicas o los AC
heterófilos negativos.
En algunos pacientes las pruebas serológicas que detectan AC hetrófilos pueden
ser negativas.
A veces la sensibilidad de la prueba puede ser insuficiente o la determinación
demasiado precoz, por lo que debe repetirse 1 semana más tarde.
Por último el cuadro puede deberse a microorganismos diferentes del VEB.
Infección estreptocócica: Normalmente no se suele acompañar de astenia ni
esplenomegalia.
Herpes virus humanos (10% de los casos): El más relacionado es el HHV-6.
Suele cursar con exantema.
Citomegalovirus (5-10% de los casos): Se caracteriza por fiebre prolongada y
ausencia de faringitis y adenopatías. La hepatitis está presente en casi la
totalidad de los pacientes.
Toxoplasmosis (1-3% de los casos): cursa con fiebre y linfadenopatía. No suele
afectar a la faringe ni a las pruebas hepáticas.
Primoinfección por VIH (1-2% de los casos): Puede asemejar un síndrome
mononucleósico con fiebre, linfadenopatías, odinofagia, artralgias, mialgias,
cefalea, náuseas y vómitos. Las características que orientan más hacia la
primoinfección por VIH son las ulceraciones mucocutaneas que son raras en la
MI y el rash que también es menos común en la MI salvo si se ha administrado
penicilina previamente.
Otros: Adenovirus, Virus de la hepatitis, Virus de la parotiditis, Virus de la
rubéola, Brucelosis.
Fármacos: Fenitoína, Carbamacepina, Minociclina, Isoniacida.
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Los cuadros clínicos producidos por todos estos agentes pueden ser muy difíciles
de distinguir unos de otros. Por ello, es necesario realizar pruebas para el diagnóstico
diferencial: Serologías para Citomegalovirus, VIH, Toxoplasmosis, Hepatitis A, B y C,
parotiditis, rubéola, brucelosis.
Algoritmo 2. Manejo de la mononucleosis infecciosa.
6. PREVENCIÓN
En la fase aguda no es preciso el aislamiento de los pacientes sintomáticos, ya que
la contagiosidad del virus es baja.
Se realizarán recomendaciones sobre normas de higiene general como evitar
compartir vasos, beber de la misma botella, compartir cepillos de dientes… y de
higiene respiratoria.
La reincorporación a las actividades habituales vendrá determinada por la astenia y
los síntomas constitucionales.
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7. TRATAMIENTO
En la mayoría de los casos el tratamiento es sintomático:
Reposo relativo. Se debe reiniciar las actividades habituales a las 2 o 3
semanas y evitar la actividad deportiva en caso de esplenomegalia al
menos durante 1 mes.
Hidratación. Ingesta abundante de líquidos.
Analgésicos-antiinflamatorios como paracetamol o AINEs
Tratamiento antiviral no está indicado.
Glucocorticoides no están indicados salvo:
o Inflamación amigdalar grave con obstrucción de la vía aérea.
o Anemia hemolítica.
o Trombocitopenia severa.
o Afectación miocárdica.
o Afectación neurológica.
Inmunoglobulina endovenosa si trombocitopenia.
8. PRONÓSTICO
La enfermedad es benigna y autolimitada generalmente entre 2 y 4 semanas y se
resuelve sin complicaciones.
Tras contraer la enfermedad, una persona será inmune a la enfermedad durante
toda su vida, de forma que no la adquirirá de nuevo.
La fiebre normalmente cede en 10 días y tanto la inflamación de ganglios linfáticos
como la del bazo se curan en 4 semanas. El cansancio por lo regular desaparece en
unas cuantas semanas, pero puede persistir por 2 o 3 meses.
La mortalidad global es del 0,1%, como consecuencia de complicaciones graves,
sobre todo en inmunodeprimidos.
Existen complicaciones de menor gravedad como hepatitis, sobreinfección
bacteriana, síndrome de Guillain-Barré, mononeuritis, ataxia y orquitis.
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9. CRITERIOS DE DERIVACIÓN
Hemos de derivar al paciente con sospecha de complicaciones graves:
Rotura esplénica (30% de mortalidad)
Complicaciones neurológicas
Anemia hemolítica autoinmune
Leucopenia intensa (<500/mm3)
Trombopenia grave asociada a manifestaciones hemorrágicas
Astenia intensa
Hipertransaminasemia grave (>10 veces nivel normal)
Signos de obstrucción de la vía aérea superior.
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Bibliografía
1. Redondo Sánchez J, Molero García JM, Muñoz Gutierrez J, García Velasco G.
Mononucleosis infecciosa. Problemas Infecciosos. En: Casado Vicente V,
coordinadora. Tratado de Medicina de Familia y Comunitaria. Barcelona:
semFYC Ediciones; 2012. p. 856-57.
2. Fisterra. Guía de Práctica Clínica. Mononucleosis infecciosa. Última
actualización: 2016. May, 13. Disponible en: http://www.fisterra.com
3. Uptodate. Aronso M, Auwaerter P. Infectious mononucleosis in adults and
adolescents [sede Web]. Aug, 2016. Disponible en: http://www.uptodate.com/