El examen de mama consiste en inspección y palpación para detectar anormalidades. Durante la inspección se evalúa la simetría, aspecto y presencia de deformaciones o retracciones, mientras que la palpación permite identificar factores de riesgo como la edad, antecedentes familiares o reproductivos, y detectar posibles nódulos evaluando su ubicación, tamaño, forma, consistencia y otros detalles.