La ética de Kant se basa en los imperativos categóricos en lugar de los imperativos hipotéticos de las éticas materiales anteriores. Los imperativos categóricos expresan deberes morales absolutos e incondicionales, independientes de cualquier fin particular. Kant también argumenta que para que la moral sea posible, se necesitan la libertad humana, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios, que armonizan el mundo moral y el mundo sensible.