La ley española de educación de 1990 introdujo el concepto de Necesidades Educativas Especiales (NEE) para referirse a personas con capacidades excepcionales o discapacidades que afectan su aprendizaje. Las NEE pueden ser permanentes o temporales y estar causadas por factores físicos, psíquicos o socio-familiares. Existen NEE permanentes como discapacidades motrices, auditivas, visuales o intelectuales, y NEE transitorias como trastornos del lenguaje o dificultades de aprendizaje.