La malta se obtiene de granos de cebada germinados, secados y tostados bajo condiciones controladas. El proceso de malteo activa enzimas que convierten las materias del grano en nutrientes solubles. La harina de malta es rica en proteínas, carbohidratos, fibra, vitaminas como A, B1, B2, B3, B6, B9 y minerales; y proporciona aminoácidos esenciales. Se usa en bebidas, leches y confitería malteadas.