1. EL DIBUJO INFANTIL COMO TÉCNICA DE REGULACIÓN
EMOCIONAL (artículo)
AGOSTO 26, 2013 DEJA UN COMENTARIO
Una de las actividades que más “enganchan” a los niños es el dibujo.Basta con darles una hoja en blanco y
unos lápices de colores para que automáticamente empiecen a llenar el folio con imágenes que surgen de su
fantasía,o simplemente –en el caso de los más pequeños- a garabatearlo.
Dibujar no sólo es entretenido,sino que además contribuye al desarrollo de numerosas funciones cognitivas
y psicomotrices en las primeras etapas de la vida. Mediante esta actividad el niño adquiere la destreza de
tomar entre sus dedos objetos –los lápices- yde manejarlos con precisión para producir un resultado –el
dibujo-,lo que implica ya un cierto nivel de desarrollo de la motricidad fina y la coordinación óculo-manual.
También,en el plano cognitivo, dibujar favorece el desarrollo de la imaginación y las capacidades
creativas –como parece obvio-, pero también implica el uso de funciones perceptivas complejas y de otras
como la memoria o la inteligencia espacial.Y los beneficios no acaban ahí,pues el dibujo también
cumple funciones de carácter emocional relevantes.Esto es ampliamente conocido en el ámbito de la
psicología,donde dibujar se ha empleado como métodode evaluación y diagnóstico de problemas de
carácter afectivo y como técnica de intervención, especialmente en aquellos casos en los que no es viable el
uso del lenguaje verbal,debido a la edad de los niños o al carácter de los acontecimientos traumáticos a que
se han visto expuestos.
El dibujo tiene,por tanto, un papel destacado en la “caja de herramientas” con que los niños afrontan
situaciones estresantes o adversas,contribuyendo a la regulación de emociones negativas.Pero,¿en que se
basa este potencial del dibujo para lograr un cambio emocional positivo en los niños?
Un estudio aparecido recientemente en la revista Cognition & Emotion trata de dar respuesta a esta cuestión.
Sus autoras,Jennifer Drake y Ellen Winner,analizan en particular si la capacidad del dibujo para mejorar el
estado de ánimo de los niños tiene que ver con el hecho de que dibujar implica distraer la atención de
aquello que les induce una emoción negativa,o si –alternativamente- el efecto positivo del dibujo se debe más
bien a que ayuda a expresar o “ventilar” las emociones negativas que se experimentan.
Drake y Winner (2013) realizaron dos intervenciones experimentales en un contexto de la vida real,
aprovechando la visita de escolares a una exposición científica.En el primer estudio participaron 83
voluntarios (44 niñas y 39 niños) de entre 6 y 12 años.Para inducirles un estado emocional nega tivo se
empleó una tarea sencilla,en la que simplemente se pedía a los niños que pensaran durante un minuto en un
evento que les hubiera provocado en el pasado una emoción de frustración,molestia o desilusión.Los niños
eran posteriormente asignados a una de dos condiciones experimentales:realizar el dibujo de una casa como
forma de distraer la atención (condición de distracción) o realizar un dibujo en el que plasmasen el
acontecimiento negativo en el que habían estado pensando (condición de expresión emocional), en ambos
casos contando con un tiempo de cinco minutos para realizar estos dibujos.Además,se tomaron medidas del
estado de ánimo de los participantes en tres momentos (al inicio,tras la tarea de inducción de emociones y
tras la intervención experimental);y también se evaluó el grado de disfrute y competencia que los niños
habían experimentado con la realización del ejercicio de dibujo.Los resultados de este primer estudio
revelaron que el estado de ánimo de los niños mejoraba en mayor grado entre aquellos que habían
realizado el dibujo para distraerse,quienes además disfrutaban más la tarea,en contraste con los que
habían participado en la condición de “dibujo expresivo”. Además,las niñas parecían beneficiarse más del
dibujo que los niños en lo que respecta a la mejora del estado de ánimo.
En el segundo estudio el procedimiento fue muy similar,salvo por el hecho de que las investigadoras
introdujeron una tercera condición experimental,en la que los niños asignados a ella realizaban dibuj os
consistentes en copias de objetos comunes durante cinco minutos (condición de copia). En esta ocasión los
participantes fueron 123 niños (65 niñas y58 niños) del mismo rango de edad que en el estudio anterior.De
nuevo, esta veztambién fueron los niños que habían participado en la condición de distracción quienes
experimentaronlas mayores mejoras en el estado de ánimo, por encima de las condiciones de dibujo
expresivo y de copia,entre las que no se apreciaban diferencias en lo que respecta al grado de cambio
afectivo. En este caso,no se observaron diferencias de género,aunque síde edad;los niños más pequeños,
que además se sintieron más competentes dibujando,mostraron mejoras del estado anímico superiores a las
de los niños mayores.