9. TIPOS HISTOLOGICOS
Los tipos histológicos son las distintas
clases de tumores que se pueden
desarrollar en un órgano, determinadas en
función de las características
microscópicas del tumor.
En el caso de los tumores de vejiga el
principal tipo histológico es el carcinoma
urotelial, cuyas células derivan de la
mucosa que recubre por dentro a la vejiga
(epitelio transicional o urotelio).
10. UROTELIO NORMAL
Se compone 3-7 capas de epitelio de células
transicionales
La pared muscular vesical esta compuesta de
fascículos musculares: capa interna y externa
(longitudinales), capa media (circular)
12. CARCINOMA DE CELULAS DE TRANSICION
Tienen aspecto de lesiones papilares,
exofiticas (superficiales)
Pueden ser sésiles o estar ulcerados
(invasivos)
90% de los cánceres de vejiga
13. CARCINOMA DE CELULAS NO TRANSICIONALES
Adenocarcinoma
Carcinoma de células escamosas
Carcinomas indiferenciados
Carcinoma mixto
14. ADENOCARCINOMA
Son secretores de moco y pueden
presentar patrones glandulares, coloides
o en anillo de sello.
Se origina principalmente en el piso de la
vejiga.
En general la sobrevida a los 5 años son
menos del 40% a pesar de un tratamiento
quirúrgico agresivo
15. Carcinoma de células escamosas
5- 10% de todos los canceres
Se relaciona con:
Infección crónica
Cálculos vesicales
Uso crónico de catéter
Infección esquitosomiasica
Estos tumores son nodulares e invasivos
en el momento del Dx
Carcinoma indiferenciado
Son raros (menos de 2%)
No tienen elementos epiteliales
maduros
Se ha descrito un tipo de estos, de
células pequeñas
Histológicamente muestra lesiones
muy parecidas a las lesiones del
pulmón
16. Carcinoma mixto
Constituyen de 4-6% de todos los
canceres de vejiga
Se componen de patrones:
• Transicional
• Glandulares
• Escamosos
• Indiferenciados
En el momento del Dx son grandes e
infiltrantes
Canceres raros
Epiteliales
No epiteliales
20. Citología urinaria y
citometría de flujo
Las muestras de citología se puede detectar carcinomas infiltrante y de grado
elevado.
La citometría de flujo detecta alrededor del 80% de todos los Ca de vejiga.
21. ESTUDIOS DE IMAGEN
El cáncer de vejiga se puede detectar mediante imágenes pero su presencia se
confirma mediante cistoscopia y biopsia
Se utiliza para valorar el tracto urinario superior y cuando se detectan infiltrantes, se
valora profundidad y presencia de metástasis regional o distante.
UroTAC: para valorar toda la cavidad abdominal, parénquima renal y uréteres.
22.
23.
24. Tratamiento
Según el Estadio (0 o 1), el grado del tumor y la presencia de otros
factores, el tratamiento puede consistir únicamente en extirpar el tumor
mediante cistoscopia o resección transuretral o, en otros casos, y
administrar tratamiento complementario con inmunoterapia o quimioterapia
directamente dentro de la vejiga, a través de una sonda vesical, mediante
una o varias instilaciones.
25. En los pacientes con estadio II el tumor llega a la capa de músculo de la
vejiga. El principal problema de estos pacientes es que presentan un riesgo
relativamente alto de que la enfermedad produzca metástasis a distancia.
Existen varias opciones de tratamiento:
Cistectomía radical
Consiste en extirpar la vejiga, órganos
y ganglios linfáticos cercanos. Es el tratamiento
más habitual. Su mayor inconveniente es que al
eliminar la vejiga, no es posible orinar de forma
normal. Las soluciones más frecuentemente
utilizadas para reconstruir la vía urinaria son:
26. Realizar una ureterostomía: consiste en desviar los uréteres a la piel del
abdomen, a través de un orificio. A dicho orificio se fija mediante un anillo
adhesivo una bolsa de plástico para recoger la orina y la bolsa se va vaciando
de forma periódica.
Realizar una neovejiga: con tejido del
intestino del propio paciente se realiza
una bolsa a la que se conectan los
uréteres. La orina llega hasta esta
neovejiga situada en el interior del
abdomen y puede salir al exterior de
dos formas.
O bien a través de un orificio en la piel del
abdomen (urostomía) al que se conecta un
disco de plástico y una bolsa colectora.
O bien directamente a través la propia uretra
del paciente que se vuelve a conectar a la
neovejiga.
28. Tratamiento complementario
Tratamiento adyuvante o adyuvancia: administración de
quimioterapia después de extirpar el tumor. Su capacidad para
disminuir el riesgo de que la enfermedad reaparezca no es
absoluta, pero existen datos que apoyan su uso.
Tratamiento neoadyuvante o neoadyuvancia: administración de
quimioterapia antes de extirpar el tumor.
29. En los pacientes con estadio III sólo está afectada la vejiga, pero de
manera más profunda que en los estadios II. Por lo tanto el tratamiento
es similar, pero suele ser más agresivo y suele consistir en cistectomía
radical, radioterapia o quimiorradioterapia.
32. EPIDEMIOLOGIA
El cáncer de células renales es responsable de un 2-3% de todos
los tumores malignos en el adulto.
Es dos veces más frecuente en hombres que en
mujeres.
Influencia racial: más frecuente en afroamericanos que en raza
caucasiana.
La mayoría de los casos se diagnostican entre la 4ª y la 6ª
década de la vida (a partir de los 50 años de edad), pero se
puede presentar a cualquier edad.
33. FACTORES DE RIESGO
El cáncer de células renales se presenta
más frecuentemente de forma
esporádica (sin antecedentes familiares) y
raras veces forma parte de un síndrome
hereditario (5% de los casos).
No se han determinado las causas exactas
de esta enfermedad, sin embargo, el hábito
tabáquico (dobla el riesgo de desarrollar
esta enfermedad)
34. La exposición a ciertos productos
químicos (cadmio, asbestos, petróleo)
La obesidad
La enfermedad quística renal adquirida en pacientes
sometidos a diálisis crónica (30% de estos pacientes
desarrollaran un cáncer renal)
El uso indiscriminado de analgésicos (aspirina y
fenacetina, en este caso más implicados en el
desarrollo de cáncer de vías urinarias), se
asocian con un incremento en la incidencia.
35. CLASIFICACION HISTOLOGICA
El carcinoma de células
renales representa un 80-
85% de todos los tumores
malignos renales,
típicamente se origina en la
corteza renal y presenta
varios subtipos.
36. Carcinoma de células claras (80%) es el más
frecuente. Las células claras pueden tener un
crecimiento que varía de lento (grado 1) hasta
rápido (grado 4).
En este tipo de cáncer renal se
han validado los resultados de la
terapia dirigida y la
inmunoterapia.
Carcinoma papilar (15%). Se divide en dos
subclases: tipo 1 y tipo 2 (este último de
comportamiento más agresivo)
se tratan actualmente de la misma
manera que el carcinoma de riñón
de células claras.
Carcinoma cromófobo y oncocitoma (5%),
este último es de crecimiento muy lento y rara
vez tiene capacidad para diseminarse.
37. Carcinoma de los conductos
colectores (<1%), se comporta de modo similar
al carcinoma de células transicionales de vejiga
y vías urinarias.
El mejor tratamiento para este tipo
de carcinoma es la quimioterapia
basada en platinos.
Variante sarcomatoide: puede coexistir con
cualquiera de los subtipos anteriores y conlleva
un comportamiento más agresivo del tumor por
su crecimiento más rápido.
Se llama sarcomatoide porque al
examinarlo con el microscopio se
asemeja al sarcoma.
38. Por otra parte, el carcinoma de células
transicionales se origina en la pelvis renal y no
en la corteza, es un tipo histológico que sugiere
enfermedad de las vías urinarias (desde la pelvis
renal, pasando por los uréteres hasta vejiga y
uretra).
Este tipo de tumores tiene
un comportamiento y
tratamiento diferentes
El nefroblastoma o Tumor de Wilm’s es otro tipo
de cáncer renal que se presenta típicamente en
la infancia.
El angiomiolipoma es un tumor benigno que
tiene un aspecto característico en la tomografía
computarizada (TAC)
Tiende a crecer y no suele
diseminarse, se puede
manejar de forma
conservadora o con cirugía.
39. PRESENTACION CLINICA
Los nuevos métodos diagnósticos hasta un
40% de los pacientes se diagnostican de
manera casual de un tumor renal cuando se
realizan una Ecografía o una TAC por otras
razones.
40. Hematuria (sangre en la orina), masa y dolor
en costado, pero esta triple asociación tan solo
está presente en un 10% de los casos.
La hematuria aparece en más de la mitad de los
casos, pero puede no ser visible y tan solo
evidenciarse en un análisis de orina (hematuria
microscópica).
La anemia, fiebre y pérdida de peso son
relativamente frecuentes en este tipo de
tumores.
Menos frecuentes son la policitemia (aumento en la cifra
de hemoglobina) y la hipercalcemia (esta última debe
obligarnos a descartar una extensión del tumor a los
huesos).
41. Métodos diagnósticos
Exploración física y antecedentes
Analítica de sangre
Analítica de orina
Ecografía abdominal
TAC
RNM
Arteriografía renal
Pielografía intravenosa (PIV)
Evaluación de enfermedad
extraabdominal
Biopsia o punción-
aspiración con aguja fina
(PAAF)
PET-TAC
42. Estadios tumorales en cáncer renal
El proceso que se utiliza para averiguar si el cáncer se ha diseminado a lo
largo del riñón o se ha extendido a otras partes del cuerpo se
llama estadificación.
La información obtenida en el proceso de estadificación determina el
estadio de la enfermedad. Es importante saber en qué estadio se
encuentra la enfermedad para poder planificar el tratamiento.
43.
44.
45. • Estadio I: el tumor mide 7 centímetros o menos y se
encuentra limitado al riñón.
• Estadio II: el tumor mide más de 7 centímetros y se
encuentra limitado al riñón.
• Estadio III: el tumor invade la glándula suprarrenal situada
justo encima del riñón o la capa de tejido graso que rodea al
riñón o los vasos sanguíneos principales del riñón (como la
vena cava) y puede invadir los ganglios linfáticos abdominales.
• Estadio IV: el cáncer se extendido a otros órganos como los
intestinos, el páncreas, los pulmones, el hígado o los huesos,
provocando metástasis a distancia.
53. Definición
Consiste en un cáncer que se desarrolla
en uno o ambos testículos. Mas del 90%
des estos canceres se desarrollan en
las “células germinativas”
54. Epidemiologia y Etiología
Representa a 1% de la totalidad de las
neoplasias del sexo masculino
Mas del 95% corresponde a tumores
originados en células germinales
Los mesoteliomas y carcinomas son
extremadamente raros
55. 80% de los casos ocurre entre los 15 y
35 años de edad.
Mas frecuente en la raza blanca
Esta diferencia se atribuye a que desde
la vida fetal, las concentraciones
séricas de andrógeno son mayores en la
población negra
Tasa de incidencia mundial: 1 a 6 casos
por cada 100000 habitantes
56. Factores de riesgo
La causa concreta del cáncer de
testículo resulta desconocida, al igual
que la de otros muchos tumores; pero sí
se han identificado algunos factores de
riesgo con una clara asociación con los
tumores germinales.
El principal factor de riesgo es
la Criptorquidia (falta de descenso del
testículo hasta el escroto durante los
primeros años de vida).
57. Los varones con criptorquidia tienen un mayor riesgo de presentar cáncer
tanto en el testículo no descendido como en el otro; y de hecho, las guías
clínicas recomiendan extirpar de forma preventiva (orquiectomía
profiláctica) aquellos testículos finalmente alojados en el abdomen que no
terminan de descender.
Entre el 1 y el 3% de los pacientes con tumores germinales tienen
historia familiar de cáncer de testículo, lo cual sugiere un componente
hereditario. De la misma forma, los hermanos o los hijos de estos
enfermos tienen hasta 10 veces más riesgo de desarrollar la
enfermedad. Sin embargo, todavía no están bien establecidos los
factores genéticos responsables
58. Signos y síntomas al
diagnostico
El paciente se palpa un bulto en el
testículo, que con frecuencia no
duele.
En los casos en los que existe dolor, suele
aparecer progresivamente, aunque puede
hacerlo de forma repentina si el tumor se
complica con una infección (orquiepididimitis)
o si sangra
En general los pacientes describen más
una sensación de peso en el área genital
o simplemente un aumento de tamaño del
testículo.
En casos mucho más raros, estos tumores
pueden ocasionar un crecimiento de las
mamas en varones (ginecomastia) por el
aumento de la Beta-Gonadotropina
Coriónica (β-HCG)
59. En algunos pacientes puede existir dolor de
espalda o de abdomen, causado porque los
estímulos dolorosos del testículo se dirigen
hacia ese lugar, o bien porque existan
metástasis en ganglios linfáticos de la parte más
posterior del abdomen (retroperitoneo).
60. TIPOS HISTOLOGICOS
Seminomas:
Estos representan aproximadamente
el 50% de los tumores germinales y
suele aparecer por termino medio 10
años más tarde (entorno a la cuarta
década de la vida).
Para que un tumor de testículo se
considere seminoma, no debe estar
mezclado con otros tipos de tumor.
Existen dos subtipos:
Seminoma Clásico
Seminoma Atípico
61. No seminomas: Los tumores no
seminomatosos suelen aparecer
durante la tercera década de la
vida.
Carcinoma embrionario
Coriocarcinoma
Tumor del seno endodérmico
Teratoma
62. Analítica general, incluyendo LDH, alfa-
fetoproteína y β-hCG. Estas sustancias se
denominan marcadores tumorales
ESTUDIOS DIAGNOSTICOS
Ecografía del testículo
Tomografía axial computarizada (TAC) del tórax,
abdomen y pelvis
TAC o resonancia nuclear magnética (RNM)
cerebral: si se sospecha la existencia de
metástasis cerebrales
Gammagrafía ósea: si se sospecha la existencia
de metástasis óseas.
Tomografía por Emisión de
Positrones (PET): se utiliza en
ocasiones para valorar los restos
de tumor que pueden persistir
tras el tratamiento quimioterápico
inicial en casos de enfermedad
avanzada
63. En el caso del cáncer de testículo la clasificación más
empleada es el sistema TNM, que valora la extensión del
propio tumor primario (T, tumor primario), la afectación
de ganglios linfáticos , la presencia de metástasis a
distancia (M) y el grado de elevación de los marcadores
tumorales en la sangre.
ESTADIOS
64. - Estadio I: el tumor sólo afecta al testículo.
- Estadio II: el tumor se extiende a ganglios linfáticos,
normalmente localizados en el retroperitoneo (la zona
que se encuentra detrás del abdomen).
- Estadio III: el tumor presenta metástasis o elevación muy
importante de los marcadores tumorales.
65.
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68.
69. El tratamiento de los tumores de testículo
requiere en primer lugar quitar el testículo
mediante una intervención quirúrgica
llamada orquiectomía.
Tratamiento
La cirugía para quitar el testículo siempre debe
realizarse vía inguinal y no vía transescrotal, ya que
de lo contrario aumentan las posibilidades de
contaminación del tejido sano por células del tumor
70. Una vez extirpado el testículo, el tratamiento se decide en
función:
Del tipo de tumor (no seminoma o seminoma): el tratamiento
de los seminomas y de los tumores no seminomatosos en
estadios I y II es distinto, pero en los estadios III es
relativamente similar
De su extensión (estadio I, II o III)
De su categoría pronóstica (favorable,
intermedia, o desfavorable).
71. Estadio I:
Los pacientes con tumores de testículo en
estadio I se curan con el tratamiento adecuado
en casi el 100% de los casos.
El problema es que en un pequeño
porcentaje de los pacientes la
enfermedad puede volver a aparecer.
Para evitarlo, en algunos casos se puede
administrar tratamiento complementario
con intención preventiva (tratamiento
adyuvante)
Los tratamientos adyuvantes (tanto
quimioterapia como radioterapia) implican
riesgos y pueden generar secuelas. Por
ejemplo, se sabe que el uso de radioterapia
adyuvante en pacientes jóvenes favorece la
aparición de leucemias o segundos tumores
como cáncer digestivo o de vejiga pasados
entre 20 y hasta 40 años del tratamiento
inicial
Por tanto hay que evitar el sobretratamiento e intentar
seleccionar solo a los pacientes que verdaderamente
presentan un riesgo de reaparición de la enfermedad
72. SEMINOMA
El 80% de los pacientes quedan curados tras la orquiectomía,
pero en un 20% de los casos, la enfermedad puede volver a
aparecer. Por lo tanto, en los pacientes con seminoma estadio I,
las alternativas son:
Administrar quimioterapia con 1 ó 2 ciclos de un fármaco llamado
carboplatino. Este tratamiento es bien tolerado y disminuye el
riesgo de recaida a un 3-4%.
No administrar ningún tratamiento y realizar observación
cuidadosa del paciente .Así se evita realizar tratamientos
innecesarios a pacientes que realmente no iban a tener una
recaída.
Tratamiento con radioterapia retroperitoneal. Estos tumores son
muy radiosensibles y la radioterapia es eficaz para tratarlos. Sin
embargo hoy en día esta opción terapéutica es menos empleada
por las toxicidades tardías
73. NO SEMINOMA
En los tumores no seminomatosos el 70% de los pacientes se
curan solamente con cirugía, pero en el 30% restante el tumor
puede volver a aparecer
Quimioterapia mediante la administración de
dos ciclos con unos fármacos llamados
bleomicina, etopósido y cisplatino (BEP).
Otra opción es vigilar a todos los pacientes y no
tratar más que a aquellos en los que la
enfermedad reaparezca para evitar realizar
tratamientos innecesarios
74. Estadio II: Los pacientes con estadio II tienen enfermedad en los
ganglios del retroperitoneo
Seminoma: el tratamiento habitual de
estos pacientes consiste en quimioterapia
con 3 ciclos de BEP o cuatro ciclos de
cisplatino y etopósido (EP), que consiguen
un resultado equivalente.
En algunos pacientes, después de estos
tratamientos quedan restos de
los ganglios
linfáticos del retroperitoneo que no
desaparecen por completo.
En aquellas masas residuales mayores de 3 cm
se debe plantear la realización de un PET para
confirmar o desmentir si hay enfermedad viable
o es solo o fibrosis
En lesiones residuales menores
de 3 cm no es preciso ninguna
intervención y basta con seguir al
paciente de forma rutinaria.
75. No seminoma: en estos pacientes, el tratamiento más habitual es
administrar quimioterapia con 3 ciclos de BEP.
También en estos pacientes pueden
quedar restos de los ganglios
linfáticos del retroperitoneo que no
desaparecen por completo.
En estos casos, cualquier lesión residual >
1 cm debe ser resecada y analizada. El
PET NO debe usarse en este contexto
salvo situaciones muy excepcionales.
76. Estadio III:
Pacientes con pronóstico favorable: el
tratamiento consiste en 3 ciclos de BEP o 4
de EP.
Pacientes con pronóstico intermedio o desfavorable: el
tratamiento consiste en 4 ciclos de BEP. En algunos
pacientes se ofrecen otras alternativas, como esquemas de
quimioterapia distintos o quimioterapia a dosis altas con
soporte de progenitores de médula ósea
77. En los pacientes en los que el tumor no
responde al tratamiento o cuando a pesar
de responder inicialmente, vuelve a
aparecer, lo más frecuente es administrar
otras quimioterapias
VIP (vinblastina, ifosfamida y
cisplatino) o TIP (paclitaxel,
ifosfamida y cisplatino)
78. Toxicidad del tratamiento de
quimioterapia
Riesgo de infecciones
Esterilidad
Toxicidad
pulmonar
La bleomicina empleada en el
esquema BEP puede raramente ocasionar
fibrosis pulmonar