1. 1
MESA DE TRABAJO NACIONAL - ESTUDIA NTES
12 Y 13 DE NOVIEMBRE 1.999
Es decir, un entendido de calidad académica y de investigación, que hiciera énfasis en la
necesidad de ser mirados desde afuera, en competencia con otras instituciones de educación
superior. No solo en el país, sino también a nivel internacional.
Y fue, entonces, con esta visión con la cual hice intervención. Realicé diferentes gestiones
inherentes a posicionar este tipo de opciones conceptuales y prácticas. En lo que hace
referencia a la vinculación, por grupos funcionales, al compromiso con la Misión Institucional,
propuse la realización de eventos nacionales y regionales, que reunieran a los diferentes
sectores; con una agenda precisa y relacionada con sus funciones.
Y se concretaron. Primero, se realizó el Congreso de Profesionales Universitarios al servicio de
la Universidad Nacional de Colombia, en las diferentes áreas de trabajo. A continuación, la
relatoría de una de las mesas de trabajo.
RELATORÍA MESA DE TRABAJO No. 2
(Primer congreso personal administrativo del nivel profesional)
1. La lectura del documento que identifica una propuesta, hacia una reforma de la Ley 30 de
1992, que fortalezca a la universidad pública fue leída y sustentada por el Dr. Jorge Cruz M.,
en su calidad de coautor (es te texto es producto de un trabajo colectivo presentado a la Mesa
de Trabajo en la Sede).
La reflexión hizo centro en aspectos como la financiación, el entendido de bienestar
universitario y en la acreditación, como instrumento de medición de calidad en la gestión
académica, de investigación y de extensión.
Aparece, como fundamento obvio, la certeza de que se debe mantener una posición nítida en
cuanto a la obligatoriedad que tiene el Estado de financiar a la universidad pública.
Particularmente a la Universidad Nacional. En este sentido se asume como propia (por parte
de los participantes en la mesa) la sugerencia, explícita en el documento, de mantener la
vigencia (en cuanto a soporte presupuestal) de los artículos 86 y 87 de la Ley 30. Además, con
la anotación de que es preciso la adición de un parágrafo en el cual se enfatice en el sentido
de que el presupuesto otorgado tiene como destinación específica los gastos de funcionamiento
e inversión y no puede destinarse para el pago del pasivo pensional. Este, el pasivo pensional,
debe ser asumido por el Estado a través de la figura que se desprende de la Ley 100 y sus
decretos reglamentarios en materia de pensiones.
El concepto de bienestar universitario y su aplicación práctica, tal y como aparece en el texto
presentado, se considera (.al menos por parte de algunos de los asistentes), como cercana a
lo que debe ser reivindicado. Por lo mismo no se comparte la decisión (por parte de la
representación de los trabajadores) de modificarla para acercarse a la posición de los
representantes profesorales en términos de proponer modificación del artículo número 117 de
la Ley 30 de 1992 y, como alternativa, plantear la construcción de un sistema de bienestar
universitario regido por el Estado y que asuma el otorgamiento de las posibilidades básicas de
subsistencia para los (as) estudiantes (vivienda, alimentación y salud). Lo cierto, es que no
puede castigarse el presupuesto de las universidades con esas obligaciones. Al mismo tiempo,
asumir este sistema, supone construir una cultura del bienestar universitario como algo
2. 2
intrínseco a la condición de Estado que transfiere un agregado social a la comunidad. Inclusive
con la acotación de que, en perspectiva, permite redefinir contenidos relacionales en los cuales
sea evidente la generación de espacios y de cercanías por parte de los usuarios del sistema.
Se infiere que, manejar esta conceptualización, no riñe con la existencia de una expresión de
bienestar universitario referido a las actividades culturales, deportivas, de tolerancia y
convivencia al interior del Campus Universitario.
Quienes no comparten esta propuesta (en la Mesa de Trabajo 2 del Congreso) lo hacen en
consideración a que se insinúa, en la misma, un sesgo que puede conducir a desdibujar lo que
se ha venido haciendo desde las universidades públicas y los agregados conceptuales que le
son colaterales. En otras palabras, la propuesta, no es otra cosa que hacer tangencia a la
responsabilidad de fortalecer el contenido del bienestar universitario y adjudicar al Estado un
compromiso que no está dispuesto a asumir.
Con respecto a la calidad y pertinencia de los programas y, consecuentemente, la
autoevaluación y acreditación: se coincide con lo expresado en el documento.
Fundamentalmente con el reconocimiento de que la defensa de la universidad pública pasa por
la asunción de los retos inmersos en la misión de la universidad. Particularmente, en la
Universidad Nacional, es necesario profundizar sobre una gestión que corrobore la calidad y las
certezas que nos han acompañado. Algo así como reconocer que nuestra condición de
excelencia no está dada por el solo hecho de tener esta denominación. Por lo mismo, la
comparación con pares académicos externos debe ser objeto de prioridad en el proceso de
avanzar en la identificación de carencias y de nuevos roles. Lo mismo para el caso de la
autoevaluación.
Se recomienda llevar a la plenaria (como disenso) lo referido al bienestar universitario.
2. El escrito de Sara Lucía Amaya (Desarrollo de los Archivos de la U.N. y Recuperación de
la Memoria Institucional), significó un reconfortante encuentro con el quehacer cotidiano. En
el cual se hace evidente el esfuerzo hacia el cambio conceptual acerca de la historia de nuestra
Universidad. Trasciende el mero registro operativo. Es la archivística entendida como la lógica
que acompaña la construcción de tejidos tangibles; en los cuales se hace objetiva la
significación del patrimonio histórico, a manera de memoria. Nos recorrió (al momento de
escuchar la lectura y las explicaciones) la certeza del profesionalismo transferido a la comunidad
universitaria, por la vía de reconstruir lo documental y la vivencia. En verdad es un reto la
pretensión de incidir en todas las instancias de dirección y en la comunidad misma, en la
búsqueda de una aceptación, apoyo e impulso de este proyecto que se origina en el primer
plan de desarrollo de la Universidad a partir de 1993) y que se ha desarrollado con horizontes
precisos, a pesar de las dificultades y de la incredulidad anclada, siempre, en el temor al
cambio.
3. El trabajo del colectivo liderado por Aura Stella Niño Caro (Bienestar Universitario y calidad
de vida), permite identificar dos niveles: A). Un excelente ensayo conceptual que trasciende
simple expectativa asistencial y/o enunciativa. En el mismo se recogen, en su complejidad, los
componentes de la significación del bienestar universitario como integralidad. Es tanto como
asumir los nexos entre la comunidad universitaria a partir de la convivencia y la tolerancia; esto
supone el avance hacia una figura como la cultura institucional. B): Un anecdotario que recorre
momentos en la Universidad Nacional. A través de los mismos se reconstruye una especie de
historia de vida. Paso a paso se exhibe la tenacidad que implica la concreción de aspectos
puntuales del bienestar universitario. A manera de ejemplo: es evidente una tendencia
institucional al inmovilismo que inhibe e inhabilita. Es una búsqueda de espacios que permitan
la aplicación de actividades lúdicas, deportivas, asistenciales, etc. Inclusive, a partir de ahí,
queda claro que las tendencias, en términos de prioridades en determinadas administraciones
de la Universidad, en veces de coinciden con las proclamas acerca de programas como el
bienestar universitario. Tanto que podría hablarse de que se concretaron actividades y se
mantuvo viva la esperanza en su fortalecimiento, a pesar de. y no con la colaboración de... Lo
anterior denota que, institucionalmente, no ha habido continuidad ni consecuencia en el
desarrollo del bienestar universitario como concepto integral y como práctica efectiva. Esto, sin
desconocer los aportes de algunas instancias y de personas individualmente consideradas. Para
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todos quienes participamos de esta Mesa, es un hecho que el escrito convoca a reflexiones de
fondo acerca de la perspectiva y la dinámica con las cuales debe ser abocado el entendido de
bienestar universitario. Se concluye en llevar a la plenaria una propuesta en este sentido. Es,
un tanto, lo que se había expresado a propósito de la modificación de Ley 30 de 1992.
4. Se hizo la exposición, por parte de la Bióloga Sandra Espitia, del relato colectivo acerca
del significado y alcances del trabajo de las profesionales en el Instituto de Biotecnología.
A todos los asistentes nos quedó la sensación de que, en nuestra Universidad Nacional,
existen excelentes funcionarios(as) con los(as) cuales es posible construir un modelo de
universidad en nexo con las necesidades y los retos que convocan hoy. Pero, más aún, el
escrito nos ubicó en un espacio que (como el Instituto de Biotecnología) en el cual se
realizan investigaciones trascendentes. Es, al mismo tiempo, los agregados de esfuerzos
individuales y colectivos. De alta calidad y pertinencia. A más de que Sandra exhibió una
didáctica explicativa hacia los contenidos y responsabilidades de cada una de las
profesionales. Con áreas bien definidas: desde las aplicaciones biotecnológicas en
ingeniería, hasta las investigaciones y aplicaciones en la medicina. Desde el punto de vista
instrumental y orgánico se hizo precisión acerca de los alcances de este tipo de Institutos
que convocan a diferentes disciplinas y Facultades.
Ahora bien, en cuanto a las repercusiones del compromiso, capacidad y consecuencia con
los retos que tiene nuestra Universidad; concretamente relacionado con la condición de
funcionarias administrativas. Pero, también, en relación con lo académico, entendido como
actividad de los docentes-investigadores. Es evidente que no existe, al momento, una
reglamentación normativa que permita el reconocimiento pleno del aporte y de los
agregados que conlleva esta labor. Si bien, para el caso particular, ha habido disposición
por parte de las instancias pertinentes en términos de permitir y propiciar el acceso a
programas de posgrado para cada una de las profesionales que presentaron este texto; no
es menos cierto que se puede inferir una discontinuidad y desarticulación en los programas
de capacitación a nivel global, en la Universidad Nacional. Asimismo, se desprende la
necesidad de que se implemente una reglamentación del Acuerdo número 67(Estatuto de
Personal Administrativo), concretamente en sus artículos 26 y 34. Es, un tanto, la búsqueda
de una articulación lógica en cuanto a permitir que los(as) funcionarios(as)
administrativos(as) que realicen (como en este caso) investigación y docencia, sean
reconocidos como tal e incentivados. De tal manera que puedan acceder a la actividad
académica. Es, esta búsqueda, un proceso en el cual sea posible la valoración de los
méritos, en términos concretos. Así se acuerda llevar a la plenaria esta propuesta.
5. El Trabajo: “La Universidad y el Conocimiento”, sitúa referentes para la reflexión en torno
a la significación histórica del conocimiento y su articulación con la escuela. Define acerca
de lo conflictual, en cuanto a que el saber conlleva, por si mismo, elementos subversores.
En razón a su cuestionamiento permanente de los controles y ordenamientos. Esto es lo
que permite entender lo concreto de las contradicciones con quienes han ejercido y ejercen
poder. De tal manera que, la estigmatización, se ha convertido en instrumento que es
manejado para vulnerar al conocimiento. Pero, también, fundamentalmente a quienes lo
asumen y lo desarrollan. Se expresa, en el documento, un recorrido teórico que insinúa
momentos históricos a nivel internacional y en nuestro país. Una precisión acerca del
significado de nación y de los conflictos no resueltos en cuanto a las etnias y las culturas.
Se percibe el tipo de construcción traumática, en lo que respecta a la independencia, la
República y el País. Algo así como los conflictos no resueltos. Se desemboca (...casi como
otro escrito) en concreciones teóricas en torno a la Universidad Nacional, la comunidad
universitaria, el sentido de pertenencia y el concepto de lo público. Se concluye, a manera
de ejemplo, en expresiones como que: el tejido relacional nuestro es débil, el sentido de
pertenencia está por construir (.al menos de fortalecer), tenemos que fundamentar un
sentido de lo público que conlleve a una cultura institucional lúcida, flexible y creativa. De
tal manera que el entendido de autonomía y libertad traduzca posibilidades efectivas de
tolerancia, convivencia y de proponer al País y a la Nación alternativas a partir de las cuales
sea evidente la calidad en los contenidos y agregados que otorga la Universidad, en cuanto
que son imperativos lógicos con su razón de ser. En este contexto se inscribe la defensa
4. 4
de la universidad pública. Asimismo, hace referencia a la unidad interna (.de la comunidad
universitaria) para defenderla y garantizar, a partir de ahí, tejidos solidarios que incluyan,
de manera puntual, la seguridad en el Campus Universitario y la solidaridad con quienes
tienen esa como su función central
6. Memoria histórica de una experiencia laboral en el campo del bienestar universitario: si se
quiere, es otra perspectiva. Esto si se hace comparación con el escrito colectivo que
presentó Aura Stella Niño. Es claro, para efectos del análisis que se realizó en la Mesa
de Trabajo, que mantiene un hilo conductor que nos permite, desde un anecdotario
particular, inferir conceptualizaciones generales y perspectivas acerca del bienestar
universitario. El hecho es que sitúa un histórico que entrelaza diferentes áreas o
expresiones. De un lado lo referido al bienestar laboral y, del otro, respecto al bienestar
estudiantil. Los períodos están bien definidos: 1976-1983 y 1984-1990. Para el caso
referencial principal, se hace énfasis (por parte de la Trabajadora Social, María Aurora
González Hernández) en el contenido asertivo de la evolución conceptual y práctica; a
partir del cual se va construyendo un entendido pleno e integral del bienestar universitario,
concretamente del bienestar estudiantil. Se sitúa, entonces, la significación de los perfiles
y de las estadísticas socioeconómicas las cuales permiten, a su vez, redefinir pautas y líneas
de acción. Sobresale el hecho de que, como proceso, va decantando momentos, espacios
y prioridades. Puede decirse, aún con las limitaciones que impone la rigidez administrativa,
que María Aurora le transfiere a su quehacer una connotación creativa a partir de
recomponer experiencias y avanzar en los elementos metodológicos que le otorgan su
formación profesional. Cabe resaltar, en conexión con la reflexión acerca de la reforma a
la Ley 30 de 1992, que ha accedido a una teoría sólida que la sitúa en condiciones de
reclamar un espacio para fortalecer la noción y la perspectiva del bienestar universitario
como integralidad. Con variantes múltiples y complejas. Pero, también, con un hilo
conductor que insiste en nos transferir la responsabilidad que le compete a la universidad
pública de mantener vigente ese concepto (. el de bienestar como soporte de la condición
humanística) que hace la diferencia con respecto a la simple reiteración asistencial y
enunciativa que acompaña a la universidad privada y a la visión recortada que impone la
política neoliberal. El llamado es, entonces, a que la plenaria reivindique esta utopía y,
consecuencialmente, reclame la necesidad de unir esfuerzos por mantenerla, profundizarla
y desarrollarla. Esto significa, entre otras cosas, sugerir que se haga énfasis, al momento
de concluir el proyecto (que a nombre de la Universidad Nacional se debe presentar) de
reforma a la Ley 30. Concretamente en lo que hace a la redefinición del artículo número
117. Los integrantes de la Mesa de Trabajo No. 2, recogen esta propuesta para llevarla a
la plenaria.
7. El escrito que presentó Gladys Gómez (quien ejerce como Asistente de la jefatura en la
División de Vigilancia y Seguridad): Para la seguridad de todos, un compromiso de todos.
Campaña educativa-comunicativa; constituye el logro mas aleccionador en lo que hace
referencia a postular otra visión de lo que significa la actividad de la División de Vigilancia.
Esto, en razón a que ha sido vilipendiada y, si se quiere estigmatizada por la mayoría de la
comunidad universitaria. Su expresión teórica asume posición con respecto al sentido de
pertenencia, al Campus Universitario, a la tolerancia, a la convivencia. Pero, al mismo
tiempo, es un recorrido conceptual acerca de lo público como patrimonio de la nación.
Aquello que hay que cuidar, defender, mejorar y amar. En términos semánticos, sitúa a la
comunicación, como un instrumento asertivo, proactivo y propositivo. El llamado es a que
la comunidad universitaria reconozca que no se ha utilizado, la comunicación, en esta
dimensión. Inclusive se asevera que ha predominado una distorsión del significado que
tiene la responsabilidad con lo público. Es una especie de cuestionamiento a la teoría del
“dejar hacer, dejar pasar” que ha estado inmersa en la actividad cotidiana de los
integrantes de la comunidad universitaria. De otra parte, se enfatiza en el hecho de que
no ha existido una unidad de cuerpo. Concretamente, que no se ha incentivado la
solidaridad con aquellos funcionarios y funcionarias que (en razón a las funciones
inherentes a su cargo) les corresponde asumir el control e instauración de acciones y pautas
hacia el logro de la seguridad en el Campus. Inclusive, algunas instancias de dirección,
desatienden las situaciones de retaliación que imponen aquellas personas que dañan a la
5. 5
universidad por la vía de realizar actividades que no se corresponden con la vida
universitaria. Tal es el caso de los traficantes de sicoactivos y alucinógenos al interior del
Campus Universitario. Se resalta, al mismo tiempo, la labor emprendida por la actual
Dirección de la División y que busca capacitar a los empleados de la vigilancia y de situarlos
en condiciones de dignidad como corresponde a su condición de miembros activos e
importantes de la comunidad universitaria. Por unanimidad, los integrantes de la Mesa de
Trabajo, se identifican con el documento y con la propuesta de que la plenaria asuma la
sugerencia de que la Dirección de la Universidad promueva la inducción y reinducción de
estudiantes, profesores y trabajadores, teniendo como referente el sentido de pertenencia,
la responsabilidad y el conocimiento pleno del Campus.
Relator: Luis Parmenio Cano Gómez
Santafé de Bogotá D.C.
Noviembre 18 1999
RELATORÍA MESA DE TRABAJO No. 2
(Primer congreso personal administrativo del nivel profesional)
1. La lectura del documento que identifica una propuesta, hacia una reforma de la Ley 30 de
1992, que fortalezca a la universidad pública fue leída y sustentada por el Dr. Jorge Cruz M.,
en su calidad de coautor (es te texto es producto de un trabajo colectivo presentado a la Mesa
de Trabajo en la Sede).
La reflexión hizo centro en aspectos como la financiación, el entendido de bienestar
universitario y en la acreditación, como instrumento de medición de calidad en la gestión
académica, de investigación y de extensión.
Aparece, como fundamento obvio, la certeza de que se debe mantener una posición nítida en
cuanto a la obligatoriedad que tiene el Estado de financiar a la universidad pública.
Particularmente a la Universidad Nacional. En este sentido se asume como propia (por parte
de los participantes en la mesa) la sugerencia, explícita en el documento, de mantener la
vigencia (en cuanto a soporte presupuestal) de los artículos 86 y 87 de la Ley 30. Además, con
la anotación de que es preciso la adición de un parágrafo en el cual se enfatice en el sentido
de que el presupuesto otorgado tiene como destinación específica los gastos de funcionamiento
e inversión y no puede destinarse para el pago del pasivo pensional. Este, el pasivo pensional,
debe ser asumido por el Estado a través de la figura que se desprende de la Ley 100 y sus
decretos reglamentarios en materia de pensiones.
El concepto de bienestar universitario y su aplicación práctica, tal y como aparece en el texto
presentado, se considera (.al menos por parte de algunos de los asistentes), como cercana a
lo que debe ser reivindicado. Por lo mismo no se comparte la decisión (por parte de la
representación de los trabajadores) de modificarla para acercarse a la posición de los
representantes profesorales en términos de proponer modificación del artículo número 117 de
la Ley 30 de 1992 y, como alternativa, plantear la construcción de un sistema de bienestar
universitario regido por el Estado y que asuma el otorgamiento de las posibilidades básicas de
subsistencia para los (as) estudiantes (vivienda, alimentación y salud). Lo cierto, es que no
puede castigarse el presupuesto de las universidades con esas obligaciones. Al mismo tiempo,
asumir este sistema, supone construir una cultura del bienestar universitario como algo
intrínseco a la condición de Estado que transfiere un agregado social a la comunidad. Inclusive
con la acotación de que, en perspectiva, permite redefinir contenidos relacionales en los cuales
sea evidente la generación de espacios y de cercanías por parte de los usuarios del sistema.
Se infiere que, manejar esta conceptualización, no riñe con la existencia de una expresión de
bienestar universitario referido a las actividades culturales, deportivas, de tolerancia y
convivencia al interior del Campus Universitario.
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Quienes no comparten esta propuesta (en la Mesa de Trabajo 2 del Congreso) lo hacen en
consideración a que se insinúa, en la misma, un sesgo que puede conducir a desdibujar lo que
se ha venido haciendo desde las universidades públicas y los agregados conceptuales que le
son colaterales. En otras palabras, la propuesta, no es otra cosa que hacer tangencia a la
responsabilidad de fortalecer el contenido del bienestar universitario y adjudicar al Estado un
compromiso que no está dispuesto a asumir.
Con respecto a la calidad y pertinencia de los programas y, consecuentemente, la
autoevaluación y acreditación: se coincide con lo expresado en el documento.
Fundamentalmente con el reconocimiento de que la defensa de la universidad pública pasa por
la asunción de los retos inmersos en la misión de la universidad. Particularmente, en la
Universidad Nacional, es necesario profundizar sobre una gestión que corrobore la calidad y las
certezas que nos han acompañado. Algo así como reconocer que nuestra condición de
excelencia no está dada por el solo hecho de tener esta denominación. Por lo mismo, la
comparación con pares académicos externos debe ser objeto de prioridad en el proceso de
avanzar en la identificación de carencias y de nuevos roles. Lo mismo para el caso de la
autoevaluación.
Se recomienda llevar a la plenaria (como disenso) lo referido al bienestar universitario.
2. El escrito de Sara Lucía Amaya (Desarrollo de los Archivos de la U.N. y Recuperación de
la Memoria Institucional), significó un reconfortante encuentro con el quehacer cotidiano. En
el cual se hace evidente el esfuerzo hacia el cambio conceptual acerca de la historia de nuestra
Universidad. Trasciende el mero registro operativo. Es la archivística entendida como la lógica
que acompaña la construcción de tejidos tangibles; en los cuales se hace objetiva la
significación del patrimonio histórico, a manera de memoria. Nos recorrió (al momento de
escuchar la lectura y las explicaciones) la certeza del profesionalismo transferido a la comunidad
universitaria, por la vía de reconstruir lo documental y la vivencia. En verdad es un reto la
pretensión de incidir en todas las instancias de dirección y en la comunidad misma, en la
búsqueda de una aceptación, apoyo e impulso de este proyecto que se origina en el primer
plan de desarrollo de la Universidad a partir de 1993) y que se ha desarrollado con horizontes
precisos, a pesar de las dificultades y de la incredulidad anclada, siempre, en el temor al
cambio.
3. El trabajo del colectivo liderado por Aura Stella Niño Caro (Bienestar Universitario y calidad
de vida), permite identificar dos niveles: A). Un excelente ensayo conceptual que trasciende
simple expectativa asistencial y/o enunciativa. En el mismo se recogen, en su complejidad, los
componentes de la significación del bienestar universitario como integralidad. Es tanto como
asumir los nexos entre la comunidad universitaria a partir de la convivencia y la tolerancia; esto
supone el avance hacia una figura como la cultura institucional. B): Un anecdotario que recorre
momentos en la Universidad Nacional. A través de los mismos se reconstruye una especie de
historia de vida. Paso a paso se exhibe la tenacidad que implica la concreción de aspectos
puntuales del bienestar universitario. A manera de ejemplo: es evidente una tendencia
institucional al inmovilismo que inhibe e inhabilita. Es una búsqueda de espacios que permitan
la aplicación de actividades lúdicas, deportivas, asistenciales, etc. Inclusive, a partir de ahí,
queda claro que las tendencias, en términos de prioridades en determinadas administraciones
de la Universidad, en veces de coinciden con las proclamas acerca de programas como el
bienestar universitario. Tanto que podría hablarse de que se concretaron actividades y se
mantuvo viva la esperanza en su fortalecimiento, a pesar de. y no con la colaboración de... Lo
anterior denota que, institucionalmente, no ha habido continuidad ni consecuencia en el
desarrollo del bienestar universitario como concepto integral y como práctica efectiva. Esto, sin
desconocer los aportes de algunas instancias y de personas individualmente consideradas. Para
todos quienes participamos de esta Mesa, es un hecho que el escrito convoca a reflexiones de
fondo acerca de la perspectiva y la dinámica con las cuales debe ser abocado el entendido de
bienestar universitario. Se concluye en llevar a la plenaria una propuesta en este sentido. Es,
un tanto, lo que se había expresado a propósito de la modificación de Ley 30 de 1992.
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8. Se hizo la exposición, por parte de la Bióloga Sandra Espitia, del relato colectivo acerca
del significado y alcances del trabajo de las profesionales en el Instituto de Biotecnología.
A todos los asistentes nos quedó la sensación de que, en nuestra Universidad Nacional,
existen excelentes funcionarios(as) con los(as) cuales es posible construir un modelo de
universidad en nexo con las necesidades y los retos que convocan hoy. Pero, más aún, el
escrito nos ubicó en un espacio que (como el Instituto de Biotecnología) en el cual se
realizan investigaciones trascendentes. Es, al mismo tiempo, los agregados de esfuerzos
individuales y colectivos. De alta calidad y pertinencia. A más de que Sandra exhibió una
didáctica explicativa hacia los contenidos y responsabilidades de cada una de las
profesionales. Con áreas bien definidas: desde las aplicaciones biotecnológicas en
ingeniería, hasta las investigaciones y aplicaciones en la medicina. Desde el punto de vista
instrumental y orgánico se hizo precisión acerca de los alcances de este tipo de Institutos
que convocan a diferentes disciplinas y Facultades.
Ahora bien, en cuanto a las repercusiones del compromiso, capacidad y consecuencia con
los retos que tiene nuestra Universidad; concretamente relacionado con la condición de
funcionarias administrativas. Pero, también, en relación con lo académico, entendido como
actividad de los docentes-investigadores. Es evidente que no existe, al momento, una
reglamentación normativa que permita el reconocimiento pleno del aporte y de los
agregados que conlleva esta labor. Si bien, para el caso particular, ha habido disposición
por parte de las instancias pertinentes en términos de permitir y propiciar el acceso a
programas de posgrado para cada una de las profesionales que presentaron este texto; no
es menos cierto que se puede inferir una discontinuidad y desarticulación en los programas
de capacitación a nivel global, en la Universidad Nacional. Asimismo, se desprende la
necesidad de que se implemente una reglamentación del Acuerdo número 67(Estatuto de
Personal Administrativo), concretamente en sus artículos 26 y 34. Es, un tanto, la búsqueda
de una articulación lógica en cuanto a permitir que los(as) funcionarios(as)
administrativos(as) que realicen (como en este caso) investigación y docencia, sean
reconocidos como tal e incentivados. De tal manera que puedan acceder a la actividad
académica. Es, esta búsqueda, un proceso en el cual sea posible la valoración de los
méritos, en términos concretos. Así se acuerda llevar a la plenaria esta propuesta.
9. El Trabajo: “La Universidad y el Conocimiento”, sitúa referentes para la reflexión en torno
a la significación histórica del conocimiento y su articulación con la escuela. Define acerca
de lo conflictual, en cuanto a que el saber conlleva, por si mismo, elementos subversores.
En razón a su cuestionamiento permanente de los controles y ordenamientos. Esto es lo
que permite entender lo concreto de las contradicciones con quienes han ejercido y ejercen
poder. De tal manera que, la estigmatización, se ha convertido en instrumento que es
manejado para vulnerar al conocimiento. Pero, también, fundamentalmente a quienes lo
asumen y lo desarrollan. Se expresa, en el documento, un recorrido teórico que insinúa
momentos históricos a nivel internacional y en nuestro país. Una precisión acerca del
significado de nación y de los conflictos no resueltos en cuanto a las etnias y las culturas.
Se percibe el tipo de construcción traumática, en lo que respecta a la independencia, la
República y el País. Algo así como los conflictos no resueltos. Se desemboca (...casi como
otro escrito) en concreciones teóricas en torno a la Universidad Nacional, la comunidad
universitaria, el sentido de pertenencia y el concepto de lo público. Se concluye, a manera
de ejemplo, en expresiones como que: el tejido relacional nuestro es débil, el sentido de
pertenencia está por construir (.al menos de fortalecer), tenemos que fundamentar un
sentido de lo público que conlleve a una cultura institucional lúcida, flexible y creativa. De
tal manera que el entendido de autonomía y libertad traduzca posibilidades efectivas de
tolerancia, convivencia y de proponer al País y a la Nación alternativas a partir de las cuales
sea evidente la calidad en los contenidos y agregados que otorga la Universidad, en cuanto
que son imperativos lógicos con su razón de ser. En este contexto se inscribe la defensa
de la universidad pública. Asimismo, hace referencia a la unidad interna (.de la comunidad
universitaria) para defenderla y garantizar, a partir de ahí, tejidos solidarios que incluyan,
de manera puntual, la seguridad en el Campus Universitario y la solidaridad con quienes
tienen esa como su función central
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10. Memoria histórica de una experiencia laboral en el campo del bienestar universitario: si se
quiere, es otra perspectiva. Esto si se hace comparación con el escrito colectivo que
presentó Aura Stella Niño. Es claro, para efectos del análisis que se realizó en la Mesa
de Trabajo, que mantiene un hilo conductor que nos permite, desde un anecdotario
particular, inferir conceptualizaciones generales y perspectivas acerca del bienestar
universitario. El hecho es que sitúa un histórico que entrelaza diferentes áreas o
expresiones. De un lado lo referido al bienestar laboral y, del otro, respecto al bienestar
estudiantil. Los períodos están bien definidos: 1976-1983 y 1984-1990. Para el caso
referencial principal, se hace énfasis (por parte de la Trabajadora Social, María Aurora
González Hernández) en el contenido asertivo de la evolución conceptual y práctica; a
partir del cual se va construyendo un entendido pleno e integral del bienestar universitario,
concretamente del bienestar estudiantil. Se sitúa, entonces, la significación de los perfiles
y de las estadísticas socioeconómicas las cuales permiten, a su vez, redefinir pautas y líneas
de acción. Sobresale el hecho de que, como proceso, va decantando momentos, espacios
y prioridades. Puede decirse, aún con las limitaciones que impone la rigidez administrativa,
que María Aurora le transfiere a su quehacer una connotación creativa a partir de
recomponer experiencias y avanzar en los elementos metodológicos que le otorgan su
formación profesional. Cabe resaltar, en conexión con la reflexión acerca de la reforma a
la Ley 30 de 1992, que ha accedido a una teoría sólida que la sitúa en condiciones de
reclamar un espacio para fortalecer la noción y la perspectiva del bienestar universitario
como integralidad. Con variantes múltiples y complejas. Pero, también, con un hilo
conductor que insiste en nos transferir la responsabilidad que le compete a la universidad
pública de mantener vigente ese concepto (. el de bienestar como soporte de la condición
humanística) que hace la diferencia con respecto a la simple reiteración asistencial y
enunciativa que acompaña a la universidad privada y a la visión recortada que impone la
política neoliberal. El llamado es, entonces, a que la plenaria reivindique esta utopía y,
consecuencialmente, reclame la necesidad de unir esfuerzos por mantenerla, profundizarla
y desarrollarla. Esto significa, entre otras cosas, sugerir que se haga énfasis, al momento
de concluir el proyecto (que a nombre de la Universidad Nacional se debe presentar) de
reforma a la Ley 30. Concretamente en lo que hace a la redefinición del artículo número
117. Los integrantes de la Mesa de Trabajo No. 2, recogen esta propuesta para llevarla a
la plenaria.
11. El escrito que presentó Gladys Gómez (quien ejerce como Asistente de la jefatura en la
División de Vigilancia y Seguridad): Para la seguridad de todos, un compromiso de todos.
Campaña educativa-comunicativa; constituye el logro mas aleccionador en lo que hace
referencia a postular otra visión de lo que significa la actividad de la División de Vigilancia.
Esto, en razón a que ha sido vilipendiada y, si se quiere estigmatizada por la mayoría de la
comunidad universitaria. Su expresión teórica asume posición con respecto al sentido de
pertenencia, al Campus Universitario, a la tolerancia, a la convivencia. Pero, al mismo
tiempo, es un recorrido conceptual acerca de lo público como patrimonio de la nación.
Aquello que hay que cuidar, defender, mejorar y amar. En términos semánticos, sitúa a la
comunicación, como un instrumento asertivo, proactivo y propositivo. El llamado es a que
la comunidad universitaria reconozca que no se ha utilizado, la comunicación, en esta
dimensión. Inclusive se asevera que ha predominado una distorsión del significado que
tiene la responsabilidad con lo público. Es una especie de cuestionamiento a la teoría del
“dejar hacer, dejar pasar” que ha estado inmersa en la actividad cotidiana de los
integrantes de la comunidad universitaria. De otra parte, se enfatiza en el hecho de que
no ha existido una unidad de cuerpo. Concretamente, que no se ha incentivado la
solidaridad con aquellos funcionarios y funcionarias que (en razón a las funciones
inherentes a su cargo) les corresponde asumir el control e instauración de acciones y pautas
hacia el logro de la seguridad en el Campus. Inclusive, algunas instancias de dirección,
desatienden las situaciones de retaliación que imponen aquellas personas que dañan a la
universidad por la vía de realizar actividades que no se corresponden con la vida
universitaria. Tal es el caso de los traficantes de sicoactivos y alucinógenos al interior del
Campus Universitario. Se resalta, al mismo tiempo, la labor emprendida por la actual
Dirección de la División y que busca capacitar a los empleados de la vigilancia y de situarlos
en condiciones de dignidad como corresponde a su condición de miembros activos e
9. 9
importantes de la comunidad universitaria. Por unanimidad, los integrantes de la Mesa de
Trabajo, se identifican con el documento y con la propuesta de que la plenaria asuma la
sugerencia de que la Dirección de la Universidad promueva la inducción y reinducción de
estudiantes, profesores y trabajadores, teniendo como referente el sentido de pertenencia,
la responsabilidad y el conocimiento pleno del Campus.
Relator: Luis Parmenio Cano Gómez
Santafé de Bogotá D.C.
Noviembre 18 1999
También, en ese mismo contexto, promovía la realización de los Encuentros de Técnicos
Operativos y Operarios Calificados, al servicio de la universidad Nacional de Colombia; a partir
de establecer para ellos y para ellas, una opción de intervención cercana a la docencia y a la
investigación; en un proceso continuo; incluida una propuesta de escuela de capacitación.
Veamos una de las relatorías.
RELATORÍA GENERAL
Segundo Encuentro
Técnicos Operativos y Operarios Calificados
Universidad Nacional de Colombia
Sede Bogotá
Mayo 7 de 2001
Presentación: En consideración a su importancia, se precisa establecer los referentes; pero
también los niveles de profundización alcanzados durante el desarrollo del evento. Ante todo,
porque se realizó en momentos en los cuales la Universidad Nacional requiere, con mayor
énfasis, la implementación de posiciones asertivas por parte de los integrantes, colectivos e
individuales, de la comunidad universitaria.
En el caso particular, los técnicos operativos y operarios calificados, han iniciado un proceso
desde su Primer Encuentro en 2000 (mayo 2); con retos bien definidos. Fundamentalmente en
lo que concierne al desarrollo del concepto relacionado con la capacitación como programa
institucional permanente, a partir de un diagnóstico objetivo sobre requerimientos y nexo con
las funciones inherentes los cargos en estos grupos ocupacionales. Es en este contexto en el
cual se puede destacar como avance importante y trascendente, el “Estudio sobre necesidades
de Capacitación de Técnicos Operativos y Operarios Calificados”, realizado con la asesoría del
profesor Leonardo Bautista, adscrito al Departamento de Matemáticas y Estadística.
Lo cierto es que, la lectura de este Estudio, permite una aproximación a insumos no
considerados antes al momento de definir una posición en torno a la capacitación. Se infieren,
por lo mismo, opciones individuales a partir de las funciones objetiva y efectivamente
desempeñadas; pero también opciones cruzadas por las aspiraciones subjetivas que no están
relacionadas con lo que se hace, una especie de perspectiva que involucra la dicotomía entre
el saber como elemento indispensable para una ejecución inherente al cargo y el saber como
instrumento que garantice el desarrollo individual independientemente del cargo y de las
funciones. Se trata, en consecuencia, de procurar un equilibrio creativo entre estas dos
opciones. De todas maneras, asumimos que, indefectiblemente, los objetivos de un programa
de capacitación tienen que ver con otorgar conocimientos y destrezas para alcanzar logros que
eleven la calidad del servicio; con mayor énfasis en estos grupos ocupacionales en los cuales,
mayoritariamente, se desarrollan actividades cercanas al ejercicio de la docencia, la
investigación y la extensión.
10. 10
La metodología propuesta y realizada, en el transcurso del Encuentro, permitió avanzar,
también, en el conocimiento de un tema que cruza todos los ámbitos inherentes a funciones
y aplicaciones. Estamos hablando del concepto acerca de la Planta de Cargos y la estructura
de Carrera Administrativa, asumida como especial en nuestra Universidad, a partir de la
decisión del Consejo Superior Universitario en términos de involucrar una noción autónoma
en el desarrollo e implementación de los procedimientos que la presentan como una entidad
con una Misión conforme a los requerimientos de la Universidad Pública.
En lo que sigue, a continuación, haremos un registro y análisis de las reflexiones realizadas a
partir de los ejes temáticos convocados y las respectivas conclusiones.
Nuestros agradecimientos a quienes colaboraron en la coordinación del trabajo en las
Comisiones y en las relatorías: Luis Hernando Romero Origua y Eliseo Molina O. (Comisión
“Carrera Administrativa y Planta de Cargos”). Amanda Malpica Caro, Alexander Nieves
(Comisión “Programa de Capacitación”). José Luis Pineda (Plenaria)
Comité Organizador, mayo 7 de 2001
COMISIÓN 1: “Carrera Administrativa Especial y Planta de Cargos”:
El documento presentado a consideración de los integrantes de la Comisión: “La
Implementación de la Carrera Administrativa en la Universidad Nacional de Colombia y su
incidencia en la estructura de la Planta de Cargos”; hace énfasis en un concepto de integralidad
que implica a la noción de Carrera Administrativa Especial y su nexo con la Planta de Cargos,
en cuanto a denominaciones y funciones. Este ejercicio teórico pretende un seguimiento lógico
en lo que respecta a la Misión de la Universidad y las condiciones que es necesario implementar
para garantizar su cumplimiento. De esta manera se construye (en el documento) una
perspectiva que involucra procesos de especialización como inherentes a la condición nominal
de Especial, tanto en la Planta de Cargos, como también en lo que hace a la Carrera
Administrativa. A partir de ahí, entonces, se configura un agregado teórico que permite inferir
posiciones, a manera de recomendaciones, en el contexto descrito (Misión de la Universidad,
Calidad y Pertinencia) en el cual la Universidad Nacional de Colombia, se asume inmersa en
unos requerimientos originados, a partir del rol que le corresponde, según la Norma
Constitucional que la presenta como referente ético, académico y científico para la Nación. Esto
traduce, según el documento, que debe existir un nexo lógico entre la calidad del recurso
humano, su actualización permanente en saberes y el diseño de unos instrumentos, en
denominación y aplicación, coincidentes con la condición que ha sido adjudicada a la
Universidad.
En consideración a lo anterior, el trabajo realizado por la Comisión, estuvo dirigido a precisar
algunos fundamentos teóricos, a partir de las definiciones incluidas en el documento. Pero,
también, en lo que concierne a las experiencias cotidianas que acompañan el quehacer de los
empleados y empleadas, tanto de estos grupos ocupacionales, como en general a que ejercen
como empleados y empleadas de la Universidad.
Uno de los elementos destacados hace alusión a los procedimientos utilizados en el proceso de
selección. Ante todo, porque se ha percibido que la provisión de cargos se efectúa conforme al
procedimiento que son comunes a todas las entidades públicas. Pero, al mismo tiempo, esto
sucede porque no ha existido expresiones que permitan avances en la especialización conforme
a las exigencias en lo académico, en la investigación y en la extensión. Inclusive no ha sido
plenamente claro el procedimiento hacia establecer diferenciaciones inherentes a los grupos
ocupacionales. Algo así como constatar el hecho de que, tanto las denominaciones como las
funciones, han ejercido en homogeneidad, independientemente de las áreas específicas de
trabajo y de las actividades efectivamente realizadas. Esto es lo que conduce a desfases al
momento de precisar acciones y procedimientos. Porque no actúan en nexo con la condición
11. 11
de especialización exigida, según las áreas de trabajo. No se han introducido definiciones que
especifiquen los cargos y las funciones, según el rol asignado, tanto por la ubicación, como por
los aportes en cuanto a su incidencia, bien en la actividad de docencia, investigación y
extensión; como en lo que implica a insumos no directamente relacionados.
Otro de los aspectos que hizo centro en la reflexión tuvo que ver con la significación que ha
adquirido, en nuestra Universidad, el sesgo que ha venido predominando en lo que implica a
los traslados entre áreas de trabajo, sin que medien consideraciones ajustadas a lo que,
efectivamente, las personas han venido ejecutando.
Ya, de por sí, esta expresión es constitutiva de ausencias en lo que respecta a la construcción
de perfiles adecuados para cada grupo ocupacional y, en consideración a las particularidades
inherentes a cada área de trabajo, proceder a la concreción de pautas específicas en conexión
con esas particularidades y exigencias. Entonces, el tránsito de funcionarios (as) entre
diferentes áreas de trabajo conduce a validar expresiones de superficie y niega la posibilidad
delimitar acciones y procedimientos, a partir de las especializaciones y actualizaciones
requeridas. Obviamente se asume, lo anterior, como una consecuencia lógica de a la
construcción vigente y que actúa como Manual de Funciones. Su generalidad permite
manipulaciones de irresponsabilidad y en tangencia con la Misión de la Institución. Esto para
no hablar de la perversión que introduce la expresión “. las demás que el jefe inmediato le
ordene”. Es tanto como asistir a un escenario en el cual la vigencia de las acciones subjetivas,
se corresponden con los imperativos de micro poderes, sin ninguna relación de causalidad con
la Misión de la Universidad
En esta misma línea de análisis se deriva hacia la reflexión en torno a la dinámica y la lógica
de los concursos, del diseño predominante para la describir funciones en las convocatorias.
Inclusive, en lo que se puede demostrar, los desfases evidentes al momento de cotejar la
descripción nominal de las funciones y las que, en la práctica, ejercen como ciertas. Es ahí en
donde adquiere, en opinión de los integrantes de la Comisión, importancia tendencias como la
del Curso – Concurso. Porque permite, en su diseño y ejecución, alcanzar logros en lo que
concierne a la actualización y profundización en los saberes y, al mismo tiempo, condiciones
de transparencia en lo que implica a la constitución de las listas de elegibles y la provisión del
cargo.
El análisis anterior conduce, inexorablemente, a trabajar por la construcción de acciones
integrales, con la complejidad que esto supone. Se trata de involucrar las instancias que
garanticen una estructura en coincidencia con los retos de la Universidad Pública.
Particularmente, en la Universidad Nacional, que ha tenido un rol protagónico. A manera de
ejemplo: no puede hablarse de solidez conceptual y de acción, si persiste el actual esquema
que orienta la actuación que implica a la Planta de Cargos, la Carrera Administrativa y el Manual
de Procedimientos (Funciones). Mucho menos, si persiste la tendencia inveterada a asumir las
representaciones colectivas (en instancias como los Comité de Carrera y la Comisión Nacional
de Carrera) como simples escenarios en los cuales se expresan quejas, sin que se promuevan
acciones y propuestas, en la búsqueda de alternativas.
COMISIÓN 2 (Hacia la Construcción de un Programa de Capacitación):
Desde el punto de vista metodológico, se diseñó un procedimiento que permitiera la cotejación
de versiones, en contextos y lógicas diferentes. De una parte, la expresión del profesor Luis
Guillermo Sarmiento, en su condición de docente vinculado a actividades propias de la actividad
académica, así como en condición de responsable del Programa de Calidad Total inmerso en el
Plan de Desarrollo de la Facultad de Ciencias. De otro lado una posición que habla de las
realizaciones en capacitación, a cargo de la División de Personal y, al mismo tiempo, de las
proyecciones que acompañan al recorrido actual. La doctora Gladys Ovalle Sánchez, actuó
como vocera.
12. 12
La intervención del profesor Luis Guillermo Sarmiento estuvo orientada a establecer unas
pautas en nexo con las condiciones en que se desenvuelve la Universidad. La globalización, no
puede entenderse como opción propuesta por nosotros. La asumimos como imposición, con
todos sus efectos colaterales. Queda claro que estamos inmersos en retos y exigencias que, en
veces, no coinciden con las condiciones humanísticas que soportan a la Misión de la
Universidad.
Pero, aún en este contexto, es pertinente establecer referentes de calidad en lo que hacemos.
La asunción de la Universidad como una empresa que nos convoca y compromete conlleva
requerimientos relacionados con su rol, fundamentado en la Misión definida en su Plan Global.
En el caso particular de los grupos ocupacionales convocados, el tejido que han venido
efectuando, debe entenderse como susceptible de mejorar permanentemente. Nuestra
Universidad no puede ser ajena a los resultados, a partir de una gestión que debe asumirse
con convicción y a partir de parámetros coincidentes con normas mínimas de calidad. Es, en
este contexto, en el cual se entienden exigencias como la acreditación y la autoevaluación Y
tiene que entenderse como instrumentos que permiten la comparación con pares. Supone, en
consecuencia, entenderlas como requerimientos que deben generalizarse; es decir para
docentes y administrativos. Se trata de entender que están involucrados, a manera de producto
final, resultados como agregados transferidos al recurso humano (estudiantes) y a las
necesidades de la Nación y de País. Lo de la competitividad, entonces, no es otra cosa (para
nosotros) que equilibrar la calidad en lo que hacemos, con la capacitación para lograrlo y con
la calidez indispensable en su aplicación.
La doctora Gladys Ovalle se refirió a algunos momentos y realizaciones, tanto en el acumulado
histórico como en lo que concierne a las perspectivas, a partir de
los insumos que se ha ido adquiriendo, una vez definidos objetivos globales. A esto lo acompaña
una noción que habla de la capacitación como imperativo para alcanzar logros de calidad. Se
asume como colateral al entendido de talento humano, de su cualificación y de su promoción.
En la División de Personal Administrativo, hemos avanzado en el diseño de propuestas que
deben ser tramitadas en los términos y en las instancias pertinentes. De todas maneras,
permanece la constante de garantizar la construcción de un programa de capacitación
coincidente con los requerimientos propios de la Universidad. Queda claro, asimismo, que
debemos asumir actitudes proactivas, de emulación, en las cuales predomine la tendencia al
mejoramiento continuo. Para lograrlo se requiere la participación activa de quienes conocen lo
que hacen en sus áreas de trabajo. La División de Personal, ha dispuesto la intervención de
profesionales en sicología para efectuar visitas guiadas a las diferentes Facultades y
Dependencias. A partir de ahí se puede construir escenarios de intervención precisos y
referenciados. Para lograrlo requerimos su colaboración.
Los Técnicos Operativos y Operarios Calificados que participaron en esta Comisión, expresaron
algunas inquietudes relacionadas con los siguientes aspectos: La figura del Curso – Concurso
puede adquirir características un tanto disímiles, en razón a que el procedimiento para la
escogencia de los candidatos (as) para acceder al curso de actualización no reúna las exigencias
necesarias en cuanto a la transparencia. A más de que se precisa efectuar, en algunos casos,
procesos previos de nivelación que garanticen, efectivamente, la igualdad en las oportunidades
de aprehensión.
Así mismo se hizo énfasis en la necesidad de estructurar un procedimiento que garantice,
plenamente, las posibilidades de superación dentro de las áreas de desempeño. Algo así como
validar la propuesta por la reglamentación de los incentivos en términos de prima técnica y de
capacitación especializada en los casos en donde es inminente el retiro (por pensión de
jubilación) de aquellos (as) empleados (as) que han adquirido mayor grado salarial en el
escalafón y, por lo mismo, mayor experiencia.
13. 13
PLENARIA
Los insumos alcanzados durante la realización del trabajo en las Comisiones,
permitieron establecer condiciones adecuadas para una reflexión general
afirmativa y con objetivos precisos.
Tanto es así que, en el informe de cada uno de los relatores (as) se hizo evidente que, las
tendencias predominantes, coincidían. Al menos en lo que respecta a las líneas centrales que
han acompañado al proceso en estos dos grupos ocupacionales. Inclusive se observa un avance
importante, si se compara con los logros del Primer Encuentro.
Uno de los elementos a destacar tiene que ver con la participación de la doctora Amelia Pinzón
Torres. Fundamentalmente por su incidencia en la claridad conceptual acerca de la noción de
Planta de Cargos y de su nexo con la Carrera Administrativa en la Universidad Nacional de
Colombia. Porque, su intervención, se efectúa a partir de un recorrido por el quehacer
universitario, en lo que concierne a los empleados (as) administrativos (as). Es decir, no actúa
en defensa de un esquema. Por el contrario, en una visual dinámica, en la cual se entiende la
creatividad y la participación. En esta Plenaria, Amelia mantuvo el mismo hilo conductor
esbozado en el Taller Preparatorio del 26 de abril: La Carrera Administrativa como un Sistema
en construcción que debe ser colocado a prueba en el desarrollo mismo de las actividades
inherentes a los cargos y a las funciones.
Un proceso que permite construir y re – construir perfiles y sus adecuaciones en las condiciones
que precisa la Universidad Pública y, particularmente, la Universidad Nacional.
En esa perspectiva, se hizo evidente (en la Plenaria) que la confrontación conceptual, en cuanto
a la significación de la Carrera Administrativa Especial y,
Colateralmente, su incidencia en la Planta de Cargos, debe conducirse hacia escenarios e
instancias que garanticen definiciones. Algo así como trascender la sola expectativa y/o el
diagnóstico e involucrarse, por lo mismo en la construcción de alternativas que convoquen a
las modificaciones necesarias que exige el momento histórico, para nuestra Universidad.
También se enfatizó en la existencia de tendencias que pueden y deben enriquecer el proceso
hacia concreciones pertinentes.
La reflexión acerca del entendido de capacitación, como proceso y como programa, se hizo a
partir de los planteamientos centrales trabajados en las Comisiones. Principalmente en la
Comisión No. 2. En este sentido, la Declaración Final, recoge, como centro, una perspectiva
programática referida a referenciar la capacitación no solo como programa fundamentado en
las necesidades propias de los cargos y las funciones; sino también como acción permanente
y especializada a través de una escuela de formación permanente atendida con el recurso
humano interno, tanto en lo que compete a los docentes como a los empleados administrativos
en capacidad y en condiciones de hacerlo.
Se hizo énfasis, asimismo, en la lógica que subyace a la reglamentación de incentivos como la
prima técnica. Esta debe entenderse como colateral a la calidad y a los logros alcanzados en el
contexto de los objetivos del Plan Global de Desarrollo.
14. 14
SEDE BOGOTA
Comité Ejecutivo
Encuentro de Técnicos Operativos y Operarios Calificados
Conmutador 3165000 extensiones 15610/15611
Email: comtooc_bog@unal.edu.co
ENCUENTRO NACIONAL
Empleados y empleadas administrativos(as)
Con funciones relacionadas con la Docencia y la Investigación
Vinculados(as) a las Universidades e Instituciones Públicas de Educación
Superior
(mayo 7 y 8 de 2004)
Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá
El Comité Ejecutivo del Encuentro de Técnicos Operativos y Operarios Calificados, al servicio
de la Universidad Nacional de Colombia; asume la responsabilidad en esta convocatoria. Se
trata de extender el espectro conceptual que nos ha venido orientando desde 2000. Es un reto,
a partir de entender que la dinámica con la cual debemos actuar los empleados y las empleadas
administrativos(as) en las universidades públicas; debe estar en relación directa y permanente
con los objetivos misionales.
Es, en perspectiva, un compromiso por trascender lo estrictamente funcional u operativo; para
transformar nuestras acciones en elaboraciones concientes que involucren los contenidos
básicos del quehacer universitario; a partir de elaborar posibilidades e intervenciones efectivas,
en donde los referentes académicos, humanísticos y científicos, sean entendidos como
exigencias en nexo con la calidad y la pertinencia.
Transcurridos cuatro años, desde nuestro comienzo, el hecho de haber accedido a cuatro
Encuentros, como eventos asertivos y proactivos; definen una constancia intencional. En donde
hemos privilegiado la reflexión y una posición retrospectiva y crítica acerca de los contenidos
de nuestra intervención como integrantes de la comunidad universitaria. A partir de ahì, hemos
entendido el desfase y los vacíos que nos cruzan.
Es el tiempo, este tiempo, en donde los asedios hacia la educación pública superior, han
adquirido proporciones inmensas. Los sucesivos gobiernos, han construido opciones de planes
de desarrollo, en donde el concepto y la aplicación de racionalidad en el gasto público, se
pretende como sinónimo de restringir el acceso a la ciencia y a la tecnología, a partir de un
compromiso estatal y gubernamental, efectivo, cierto y no como retórica que socava nuestro
futuro como País y como Nación.
Pero no se trata de asumir posiciones cercanas al resentimiento, a partir de expresiones supinas
que nieguen la utopía de construir opciones integrales. En donde, al lado del cuestionamiento
15. 15
al pragmatismo gubernamental que efectúa elusión constante de sus obligaciones sociales,
deben estar expresiones creativas, de esperanza; centradas en la asunción como sujetos
lúcidos, plenos, tercos.
Esto último es lo que explica nuestra percepción acerca de contextualizar la intervención.
Entendida esta como otear el universo de intervención, pensando en la educación pública en
su conjunto. Inclusive, entendiendo que la lucha por acceder al conocimiento, supone trabajar
por la construcción de enlaces y de relaciones constantes y creativas entre quienes lo entiendan
como autónomo, herético. Esto, a su vez, supone entender el rol de la Escuela, como referente
que puede organizar sus concreciones en áreas específicas, de tal manera que puedan
codificarse en profesiones; pero sin atarlo, sin vulnerar su recorrido en procesos continuos de
investigación y desarrollo. Así las cosas, entonces, las fronteras entre la universidad pública y
la universidad privada, puede ser matizada y se permite la construcción de líneas de acción
conjunta.
Lo que, si es pleno y claro, para nosotros, es la noción acerca de la calidad en los contenidos,
en los programas y en las intervenciones orgánicas de las universidades. Significa asumir la
responsabilidad en términos de propiciar una participación conciente. En donde las fortalezas
y los avances puedan se cuantificados, medidos; a partir de indicadores en los cuales las
variables impliquen la complejidad del conocimiento y los compromisos con la sociedad y con
la Nación.
Para el año 2004 nuestro compromiso es construir una intervención en donde esté ausente la
pretensión autista y/o de suficiencia mezquina. Lo que proponemos, para mayo 7 y 8, es un
Encuentro de voluntades. En el cual los trabajadores y las trabajadoras vinculados(as) a la
planta administrativa de las universidades públicas; pero con funciones y responsabilidades
efectivas en relación con la gestión académica, con la docencia y con la investigación;
efectuemos una reflexión de fondo. En donde los contenidos, por áreas temáticas y tendencias
conceptuales, nos permitan interactuar. De tal manera que trabajemos insumos teóricos y
experimentales que nos permitan, no solo la profundización; sino, ante todo, conclusiones que
actúen como referentes plenos, relativos, pero sólidos; en el proceso por consolidar una
intervención fundamentada en la Misión de nuestras universidades.
Pretendemos, así mismo, decantar posiciones acerca de la capacitación. De tal manera que nos
habilitemos para concretar una propuesta de largo aliento; sustentada en la necesidad de la
superación continua. En un equilibrio claro entre lo individual (. Como crecimiento) y lo
colectivo, en términos de nuestra relación con las universidades; en términos de nuestro aporte
y nuestras funciones.
Hablar, en ese contexto, de una propuesta de Escuela Permanente de Capacitación; significa
efectuar análisis conducentes a esclarecer conceptos y superar divergencias; sin que esto
implique eliminar la posibilidad de la contradicción como soporte para el desarrollo y
profundización. Simplemente, se trata de establecer unos parámetros de intervención; a partir
de nuestros propios recursos y con una apertura de convocatoria hacia pares en las
universidades privadas; hacia los y las docentes que conozcan nuestro proyecto de intervención
en la gestión universitaria; como acto creativo y de compromiso constante.
En principio proponemos un evento para trabajar en dos días (7 y 8 de mayo de 2004). Los
objetivos están relacionados con la reflexión y la interacción acerca de áreas temáticas, en un
desarrollo teórico y experimental. Así mismo en lo que corresponde al proyecto de Escuela
Permanente de Capacitación para empleados y empleadas cuyas funciones efectivas estén en
relación con la gestión académica, en docencia e investigación. Así entendido, entonces,
proponemos lo siguiente:
Áreas Temáticas:
Biología (introducción, genética vegetal, cultivos, sistemática)
Química (introducción, orgánica, inorgánica, industrial, uso de reactivos)
16. 16
Matemáticas (introducción, sistemas numéricos, conjuntos, cálculo)
Física (introducción, mecánica, experimental, termodinámica, electricidad, electrónica)
Geología (introducción, suelos, minerales)
Informática (modelos, educación virtual)
Gestión de Proyectos (metodología, índices de gestión, evaluación)
Metodología:
Conferencias magistrales por cada área temática, a manera de introducción
Mesas de Trabajo por cada área temática
Relatorías y Memorias por cada área temática
En lo que respecta a los(as) orientadores(as) para cada área temática y para las conferencias,
proponemos:
Invitar como conferencistas, para la introducción en cada área temática a docentes investigadores y a
empleados(as) vinculados(as) a las universidades e instituciones públicas de educación superior que
hayan desarrollado actividades y/o investigaciones en algunas de las áreas propuestas.
En las Mesas de Trabajo, la reflexión se hará a partir de ponencias o ensayos presentados por los
empleados y las empleadas que estén en disposición y capacidad de desarrollar algunos de los subtemas.
Estos escritos deben presentarse, con fecha límite 15 de abril de 2004; de tal manera que puedan ser
publicadas y entregadas los y las participantes, por parte del Comité Técnico del Encuentro.
La propuesta de Escuela, será trabajada el día 8 de mayo, una vez concluya la plenaria relacionada con
las relatorías y conclusiones de las áreas temáticas.
Financiación:
El Comité Organizador, debe motivar la obtención de recursos financieros; gestionando la participación
de las universidades e instituciones públicas de educación superior.
Los y las participantes deben aportar $10.000,00, como inscripción. Los recursos obtenidos por esta vía,
serán utilizados para financiar los almuerzos en los dos días del evento.
El Comité Organizador, promocionará la participación y apoyo financiero de algunas empresas e
instituciones vinculadas con la actividad académica y científica.
Del Comité Técnico
Sus funciones tienen que ver con la orientación, organización y recopilación de insumos en lo que
corresponde a las áreas temáticas. Así mismo en lo que respecta a la recepción y organización de los
escritos presentados.
Composición:
Estará integrado 5 personas, designadas con un criterio académico y científico; a partir de conocer
postulaciones y hoja de vida.
Comité Organizador:
A más de los(as) integrantes del Comité Ejecutivo de Encuentro de Técnicos Operativos y
Operarios Calificados de la Universidad Nacional de Colombia; en cada universidad e institución
de educación superior, debe ser nombrado un(a) empleado(a).
Inscripciones:
En cada universidad e institución pública de educación superior, se recepcionaràn las
inscripciones, por parte del empleado o la empleada que haya sido designado(a). La
información consolidada debe ser remitida al correo electrónico del Comité Ejecutivo de
Técnicos Operativos y Operarios Calificados, en la Universidad Nacional de Colombia – Sede
Bogotá.
17. 17
COMITÈ EJECUTIVO
Encuentro de Técnicos Operativos y Operarios Calificados
Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá
DORA HELENA URIBE T. JORGE BÀEZ MOJICA PARMENIO CANO G.
COMITÉ ORGANIZADOR SEGUNDO ENCUENTRO
TÉCNICOS OPERATIVOS Y OPERARIOS CALIFICADOS
Universidad Nacional de Colombia
Sede Bogotá
ESTATUTOS
(Proyecto)
SOCIEDAD DE AUXILIARES DE DOCENCIA EN LAS UNIVERSIDADES E INSTITUCIONES
PÙBLICAS DE EDUCACIÒN SUPERIOR
Preámbulo
Esta Sociedad se constituye como persona jurídica sin ánimo de lucro, con fundamento en legal
en lo permitido por el Código Civil, particularmente en los artículos 633 y 636. Su actividad
principal y única tiene que ver con la promoción de la capacitación y actualización profesional
de sus asociados, en nexo con las necesidades de las Universidades e Instituciones Públicas de
Educación Superior a las cuales están vinculados (as).
Visto lo anterior, esta Sociedad, desarrollará actividades que permitan la concreción de ese
propósito. Esto supone establecer relaciones de colaboración con personas naturales y jurídicas
que puedan aportar recursos humanos; asumiendo, la Sociedad, la reciprocidad pertinente,
según acuerdos con sus colaboradores (as). Asimismo, establecerá una relación permanente
con las instancias pertinentes responsables de la coordinación de los programas de capacitación
en las Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior; de tal manera que exista
coherencia entre las programaciones que efectúe la Sociedad y los requerimientos
institucionales, conforme a su Misión y a los Planes de Desarrollo específicos.
La Sociedad, en consecuencia, se constituye como persona jurídica de derecho privado, sin
ánimo de lucro y con un objetivo general originado en las necesidades especificas de
capacitación de los empleados y las empleadas, con el perfil laboral definido a partir de
funciones efectivas relacionadas directamente con la docencia y la investigación en las
Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior. Sin embargo, el horizonte
conceptual está situado en el contexto que proporciona el quehacer universitario, de ciencia y
tecnología. Esto supone realizar, de manera permanente, actividades relacionadas con la
actualización; a partir de promover la interacción con entidades y públicas y empresas privadas
que puedan otorgar insumos humanos y logísticos que puedan ser aplicados en desarrollo de
la actividad principal y única de la Sociedad. De otra parte, la Sociedad, podrá habilitar los
mecanismos que se requieran para extender su trabajo de capacitación hacia los empleados y
las empleadas, con el perfil laboral definido antes, vinculados (as) a las Universidades e
18. 18
Instituciones de Educación Superior, regidas por el derecho privado y reglamentadas a partir
de lo previsto en la Ley 30 de 1992, particularmente en los artículos 28, 29, 30 y 31.
CAPITULO I
GENERALIDADES
Articulo 1. La Sociedad de Auxiliares de Docencia en las Universidades e Instituciones Públicas
de Educación Superior, es una persona jurídica de derecho privado, regida por el Código Civil,
según lo previsto en los artículos 633 y 636 de esta norma.
Artículo 2. El domicilio principal de la Sociedad, será la ciudad de Bogotá D.C., en las
instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá. Para efectos de
coordinación de las actividades y registro de domicilio legal y postal, la Junta Directiva de la
Sociedad tramitará, ante las instancias pertinentes de la Universidad Nacional de Colombia –
Sede Bogotá, el espacio físico adecuado.
Parágrafo. En las ciudades y departamentos, diferentes a la ciudad de Bogotá D.C., en donde
existan Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior; funcionarán subsedes,
las cuales actuarán legalmente con la personería jurídica única otorgada a la Sociedad, por
parte del Ministerio del Interior y de la Justicia.
Articulo 3. Para todos los efectos legales, de coordinación y orientación de la actividad
principal y única, la Sociedad, tendrá una Junta Directiva Nacional. La misma será nombrada
por los afiliados y las afiliadas (debidamente registrados y registradas), cada dos años, en el
Encuentro Nacional convocado, además de la actividad de capacitación inherente a estos
eventos, para tal fin.
Parágrafo. En las subsedes actuará, para efectos legales, de coordinación y orientación de la
actividad principal y única de la Sociedad en la región; un(a) secretario (a) ejecutiva nombraba
por la Junta Directiva Nacional.
CAPITULO II
Artículo 4. La Sociedad realizará Encuentro anuales, a nivel nacional. El objetivo central estará
relacionado con la capacitación y la actualización de sus afiliados(as); en las áreas temáticas y
del conocimiento seleccionado conforme a los requerimientos institucionales y/o sugeridos por
los afiliados y las afiliadas y que se consideren de beneficio general, conforme a la actividad
principal y única de la Sociedad.
Parágrafo. Cada dos años, la Junta Directiva de la Sociedad, convocará al Encuentro Nacional
con características especiales. En el mismo, además, de las actividades de capacitación y
actualización, se nombrará nueva Junta Directiva y/o se ratificará la que esté ejerciendo.
Artículo 5. La Junta Directiva Nacional de la Sociedad estará integrada por cuatro (4)
personas, debidamente registradas como afiliadas y que ejerzan como empleados (as) activos
(as) en alguna o algunas de las Universidades o Instituciones Públicas de Educación Superior;
con funciones efectivas relacionadas con la docencia y la investigación.
Parágrafo. La denominación de los cargos, en la Junta Directiva de la Sociedad, serán los
siguientes: Director (a) Ejecutivo (a); Secretario (a) General, Director (a) Académico-Técnico y
Tesorero (a).
Artículo 6. La Junta Directiva Nacional de la Sociedad realizará las siguientes funciones:
19. 19
A – Promover y coordinar la relación con las Universidades e Instituciones Públicas de Educación
Superior, a nivel nacional y regional. Lo anterior con el propósito de diseñar los seminarios y/o
los eventos que sean necesarios, conforme a las necesidades misionales de cada Universidad
y/o Institución
B – Diseñar y realizar la programación académica-técnica para los Encuentros Nacionales
Anuales. Esto supone la consecución de los recursos humanos y logísticas necesarios.
C – Promover el intercambio académico y técnico con las entidades públicas y las empresas de
derecho privado, con actividades afines a la difusión e investigación en ciencia y tecnología
D – Designar, para un período de dos años, a los (as) Secretarios (as) Ejecutivos (as) para cada
subsede.
Artículo 7. Funciones de los(as) integrantes de la Junta Directiva de la Sociedad:
A – Director (a) Ejecutivo (a): 1). Ejercer la representación legal de la Sociedad, para los
efectos a que hay lugar, conforme a la normatividad prevista para este tipo de sociedades;
particularmente lo consignado en los artículos 639 y 640 del Código Civil. 2). Presidir las
sesiones de la Junta Directiva de la Sociedad. 3). Coordinar y ejecutar las actividades generales
inherentes a la razón de ser de la Sociedad.
B – Secretario Ejecutivo: 1). Coordinar las actividades con todas las subsedes. 2). Organizar
y actualizar el archivo físico y las bases de datos de la Sociedad; en lo relacionado con los(as)
afiliados(as); Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior con las cuales la
Sociedad tenga relaciones permanentes y/o eventuales, incluyendo necesidades y solicitudes
de programas de capacitación y/o actualización. Además, llevar registros de las Universidades
e Instituciones de Educación Superior de derecho privado y con las cuales la Sociedad tenga
relación permanente y/o eventual. Asimismo, llevar registro de las entidades de derecho público
y la empresa de derechos privado con las cuales la Sociedad tenga relación permanente o
eventual. 3). Elaborar las actas correspondientes a la reunión de Junta Directiva y las relatorías
en los Encuentros Anuales.
C – Director Académico – Técnico: 1. Representar a la Sociedad en las actividades con las
instancias pertinentes en las Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior, con
el objeto de precisar acerca de las áreas temáticas para los seminarios de capacitación y para
los Encuentros anuales. 2). Coordinar la relación con los instructores y las instructoras
colaboradores (as) permanentes o eventuales con la Sociedad. 3). Coordinar la consecución de
textos, medios magnéticos y audiovisuales; con el objeto de consolidar el Centro de
Documentación de la Sociedad. 4) Coordinar con el (la) Secretario (a) Ejecutivo (a) la edición
de las relatorías y memorias de los Encuentros Nacionales.
D – Tesorero: 1). Coordinar lo concerniente a la recaudación de cuotas de afiliación y auxilios
que pueda recibir la Sociedad. Llevar registros físicos y virtuales de los ingresos y egresos de
la Sociedad. 2). Promover, previa autorización de la Junta Directiva, actividades que permitan
la recaudación de fondos.
Artículo 8. De los afiliados: Podrán ser afiliados (as) a la Sociedad todos (as) los empleados y
las empleadas vinculados (as) a las Universidades e Instituciones Públicas de Educación
Superior, con funciones efectivas inherentes al cargo que desempeñan, relacionadas
directamente con la docencia y la investigación.
Parágrafo. La condición de afiliado (a) se adquiere mediante el diligenciamiento del formato
de afiliación y el pago de una cuota única de afiliación, equivalente al 2% del salario mensual.
Esta cuota es por una sola vez.
20. 20
Artículo 9. Obligaciones de los (as) afiliados (as). A más del cumplimiento de estos estatutos,
conforme a lo previsto en el artículo 641 del Código Civil; asistir a los eventos de capacitación
y actualización promovidos y organizados por la Sociedad, en cuando con las instancias
pertinentes de las Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior, a partir de sus
necesidades Misionales.
Artículo 10. A pesar de que las actividades de la Sociedad se extienden a todos (as) los
empleados y las empleadas con las características descritas en el artículo 8; quienes sean
afiliados (as) adquieren el beneficio adicional de acceso a las publicaciones y programas
especiales de capacitación.
Parágrafos: La condición de afiliado (a) otorga el derecho a elegir y a ser elegido, tanto como
integrante de la Junta Directiva Nacional o como Secretario (a) Ejecutivo (a) en las subsedes.
Artículo 11. La reunión de afiliados y afiliadas, conforme a lo previsto en el artículo 641 del
Código Civil, en el Encuentro Nacional anual, constituye la máxima instancia de dirección en la
Sociedad. A través de este evento, por mayoría, de la mitad más uno, podrán reformarse los
presentes estatutos. Por mayoría relativa y por el sistema de listas, se elegirá la Junta Directiva
Nacional, por período de dos años.
Artículo 12. La disolución de la Sociedad, procede conforme a decisión mayoritaria, de
acuerdo con el artículo 641 del Código Civil. Una vez disuelta, los bienes de la Sociedad tendrán
el destino previsto en el artículo 649 del Código Civil. Esto último será reglamentado por
decisión en el mismo evento (Encuentro) que apruebe la disolución.
COMITÉ EJECUTIVO
ENCUENTRO DE TÉCNICOS OPERATIVOS Y OPERARIOS CALIFICADOS
Informe de Gestión
El Primer Encuentro, realizado el 2 de mayo de 2000, nos permitió efectuar una reflexión sobre
nuestro rol en la Universidad. A partir de lo que somos como empleados y empleadas; no solo
en el cumplimiento de las funciones inherentes al cargo para el que hemos sido nombrados
(as). También en lo que respecta a nuestra condición de hombre y mujeres comprometidos
con la construcción de comunidad universitaria.
La Declaración Final del Encuentro y sus conclusiones, nos ubicaron en la necesidad de asumir
retos. Ante todo, porque, nuestras expectativas trascendían lo inmediato del evento. En
perspectiva, entendimos que nos obligaba la tarea de propiciar continuidad en cada uno de los
ámbitos analizados. En concreto, alcanzar profundidad y resultados en los ejes temáticos
fundamentales: Capacitación y Planta de Cargos.
El Comité Ejecutivo nombrado por la Plenaria, inicialmente constituido por 17 personas, se
entendía como garante del compromiso adquirido.
La publicación y distribución de la Relatoría General, fue un logro colectivo inicial. Sin embargo,
con el transcurrir del tiempo, las deserciones se generalizaron. Los motivos no fueron
homogéneos: algunos, simplemente, no volvieron a las reuniones cotidianas, sin mediar
explicación. Otros, se retiraron arguyendo contradicciones con la metodología propuesta y
desarrollada en la construcción colectiva del cuestionario para el Estudio sobre Necesidades de
Capacitación. Valga aclarar que la construcción de este diagnóstico se constituyó en el centro
de nuestra atención.
Al respecto una precisión: nos obligaba la responsabilidad de realizar un proceso en el cual
emergiera como fundamento la solidez conceptual y la calidad técnica en su implementación.
21. 21
Sea el momento para reconocer la asesoría del profesor Leonardo Bautista, adscrito al
Departamento de Matemáticas y Estadística. Su presencia constante, su dedicación y
profesionalismo; permitieron una dinámica decisiva para alcanzar los objetivos propuestos.
El Estudio: “Opciones de Capacitación para Técnicos Operativos y Operarios Calificados”,
constituye un aporte importante en el proceso de verificación y definición de objetivos en el
proceso que compromete a la Carrera Administrativa Especial y el diseño de funciones efectivas
y con calidad que garanticen nuestra presencia en la consecución de la Misión de la Universidad
Nacional de Colombia.
Una vez presentado el Estudio, ante la Dirección de la Universidad; tanto en la Sede como en
el Nivel Nacional; hemos avanzado hasta la verificación de las coincidencias con la División de
Personal; pero también de las divergencias en lo conceptual y en las consecuencias prácticas
para el diseño de un Programa Institucional de Capacitación. De todas maneras, aparecen
posibilidades de equilibrio que permiten expresiones como las siguientes: 1. Nuestro Estudio
aporta insumos importantes, en cuanto que efectúa un rastreo a partir de los escenarios
inmediatos de intervención (Facultades y Dependencias) y de las tendencias subjetivas y
objetivas de los (as) empleados (as). 3. El diseño de un programa de capacitación, institucional,
debe fundamentarse en nexo con las funciones inherentes a los cargos. Otra cosa es el
entendido de promoción social, por la vía de consolidar el bienestar universitario y, a partir de
ahí, propiciar opciones de estudios formales en áreas diferentes.
Queda claro, como conclusión inicial, que comenzamos (conjuntamente con la División de
Personal) un proceso de consolidaciones más profundas que nos permitan acceder a acciones
inmediatas y mediatas. Obviamente esto no implica vulnerar las instancias que, como la
Comisión Nacional de Carrera Administrativa, deben propender por la construcción de un
Programa Nacional en esa dirección.
Solo me queda agradecer la aceptación a la convocatoria para este Segundo Encuentro.
Esperamos que las deliberaciones permitan conclusiones asertivas en el proceso en que
estamos comprometidos: fortalecer a la Universidad Nacional.
RELATORÌA GENERAL
Cuarto Encuentro Regional y Primero Nacional
Técnicos Operativos y Operarios Calificados
Al servicio de la Universidad Nacional de Colombia
Bogotá D.C., mayo 9 de 2003
Lugar: Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo
Asistentes registrados (as): 150
Presentación: Arribar al día para la realización del Encuentro, supone la concreción de un
anhelo originado desde el mismo día 20 de mayo de 2002, al terminar el Tercer Encuentro.
Por lo tanto, asumimos como “deber cumplido “un evento que superó, en mucho, nuestras
expectativas en lo que se refiere a las personas registradas como participantes.
La relatoría general que entregamos a la comunidad universitaria, constituye, en resumen, las
líneas centrales de lo trabajado por las expositoras y los expositores en desarrollo de los temas
propuestos para el Encuentro; así como lo relacionado con la intervención del señor Vicerrector
General, profesor Argemiro Echeverri, en la sesión de instalación.
22. 22
El Comité Ejecutivo del Encuentro valora el esfuerzo y la dedicación de los y las participantes
en el evento. A los delegados de las Sedes de Palmira, Manizales y Medellín, nuestro sentimiento
de gratitud por haber atendido nuestra convocatoria.
1. De los antecedentes.
El Encuentro de Técnicos Operativos y Operarios Calificados, al servicio de la Universidad
Nacional de Colombia, en su versión 2003 constituye un avance fundamental en lo que respecta
a la visión estratégica. Porque está centrado en las características que adquiere el concepto de
calidad y pertinencia en las funciones inherentes a los cargos. Esto supone haber recorrido
momentos anteriores; en los cuales nuestros énfasis referenciaron aspectos de soporte, a
manera de insumos básicos a partir de los cuales se puede construir una intervención de cómo
sujetos (hombres y mujeres) individuales y colectivos que se reconocen como activos y activas
en un territorio y en un contexto que convoca a delimitar intervenciones pero que, al mismo
tiempo, exige una interacción constante en nexo con la Misión Institucional.
Pero, también, esta versión del Encuentro tuvo otro punto de comienzo originado en la
necesidad de establecer lazos, a manera de vasos comunicantes, entre los técnicos operativos
y operarios calificados adscritos a las diferentes Sedes de la Universidad Nacional de Colombia.
Aparecía, en consecuencia, el entendido de una Universidad Nacional única, superando esa
percepción un tanto perversa habida cuenta de acciones que sitúan a cada Sede como
expresiones aisladas sin la brújula requerida para una intervención unitaria, como aplicación de
un desarrollo complejo que involucra el reconocimiento de las diferencias relacionadas con los
programas ofrecidos y las zonas geográficas atendidas; pero que, al mismo tiempo, reclama la
presencia de un hilo conductor en el cual sea evidente la unificación de procedimientos y
métodos pertinentes en el proceso de construcción de una opción de Universidad de calidad,
en la cual cada uno de sus empleados y empleadas asuma el rol que le compete, con pleno
conocimiento de las exigencias requeridas. En una dinámica que reivindique las mediciones, el
seguimiento y las comparaciones con pares, como un ejercicio indispensable al momento de
concretar y valorar resultados en la gestión; sin que esto implique la distorsión de la posición
humanista de la Universidad.
Lo anterior es lo que explica, entonces, el acierto en la sugerencia expresada por el profesor
Víctor Manuel Moncayo, al momento de conocer nuestro informe acerca del Segundo
Encuentro; en el sentido de trabajar, a futuro, por la realización de Encuentros Nacionales. La
aceptación de este reto involucraba un cambio de actitud y de ejecuciones. Porque nos obligaba
a implementar acciones de promoción y de persuasión entre los técnicos operativos y operarios
calificados en la Sedes diferentes a Bogotá. Un tránsito fundamentado en una didáctica
asertiva; un tanto en superación de una actividad relacional anclada en coincidencias de
reivindicación salarial y/o prestacional; para posicionar una propuesta en la cual ejerza como
centro la promoción de expresiones de colgajo a la manera de coincidencias en profesiones,
técnicas y oficios aplicadas para el cumplimiento efectivo y con calidad de la Misión de la
Universidad Nacional de Colombia, como la principal universidad pública del País.
Esta decisión, unida a la de realizar un Encuentro con ejes temáticos un tanto heréticos (si se
miran desde la dicotomía presentada entre docentes y administrativos, incluido el hecho de
que los roles y los énfasis incluyen una segregación en cuanto que solo les está dado a los y
las docentes conocer y desarrollar los conceptos académicos con sus agregados a la manera
de programas curriculares, de investigación y de extensión); ya que incorporan aspectos
relacionados con las aplicaciones curriculares, con su pertinencia y con las verificaciones
requeridas en un escenario de autoevaluación, evaluación y acreditación. Esto con un entendido
trabajado y aprobado en el Primer Encuentro, en el sentido de posicionar las funciones de
técnicos operativos y operarios calificados, no como unas funciones accesorias en lo
administrativo; sino como funciones con la connotación de auxiliares de docencia en los
laboratorios. Por lo tanto, supone la apropiación de unos insumos teóricos otorgados por
diferentes instancias y personas, tanto al interior de la Universidad; así como externas a la
misma pero comprometidas en el proceso de acreditación y certificación, tanto de programas
23. 23
curriculares como del trabajo particular en los laboratorios, vistos como componentes integrales
del quehacer universitario en docencia, investigación y extensión.
Esto explica los dos niveles concedidos a los dos eventos preparatorios (en la Sede Bogotá) del
Encuentro. De una parte, el trabajo realizado el 27 de enero sobre protocolos de calidad en el
trabajo de laboratorio, a cargo de las profesoras Diana Marìa Farías Camero adscrita al
Departamento de Química y Doralba Sierra adscrita al Departamento de Farmacia. De otra
parte, el contenido del panel efectuado el día 11 de abril acerca de la acreditación de programas
curriculares, en el cual se presentaron la visión del Ices (a cargo del profesor Daniel Vigoya, su
Director) y la visión desde la Universidad Nacional de Colombia (a cargo de la profesora
Consuelo Corredor ex – vicerrectora académica). En las memorias correspondientes al Cuarto
Encuentro Regional y Primero Nacional, presentaremos en detalle el contenido de estas
intervenciones.
La visita a las Sedes de Palmira, Manizales y Medellín, a finales del mes de noviembre de 2002,
auspiciada por la Rectoría, la Vicerrectoría General y la Dirección Nacional de Personal; nos
permitió socializar los contenidos propuestos para el Encuentro Nacional; además de las
referencias históricas relacionadas con los tres Encuentros anteriores en la Sede Bogotá. Las
reuniones promovidas en las tres Sedes constituyeron, en consecuencia, momentos de
promoción y motivación. Pero, también, escenarios en los cuales pudimos corroborar las
profundas diferencias y los desfases agregados en lo que respecta al manejo conceptual y
práctico de las denominaciones y funciones. Tanto como encontrar (así como en la Sede
Bogotá) empleados y empleadas adscritos (as) a estos dos grupos ocupacionales, con funciones
asignadas tan disímiles, si se comparan con las funciones en laboratorios, como que remiten a
conducción y reparación de vehículos, entrega de correspondencia, levantamientos de textos,
etc. Esto para no hablar de la ausencia de programas permanentes y lógicos de capacitación y
de vinculación con el quehacer académico, en docencia, investigación y extensión. Pudimos
constatar, así mismo, la profunda implicación que tiene el hecho de la no existencia de
parámetros únicos y precisos para la medición de calidad en los resultados obtenidos. Esto
conduce a improvisaciones y a expresiones de tal nivel de laxitud que nos queda la sensación
de que la figura de valoración del mérito no es garantía para alcanzar los niveles de calidad
requeridos en la gestión.
Es de anotar la grata sorpresa al conocer el recorrido académico y de experiencia de algunos
técnicos operativos en las Sedes de Manizales y Palmira. Inclusive el hecho de que se presentan
casos en los cuales existe vinculación a la docencia en otras universidades. Esto permite inferir
una opción de mediano plazo en términos de concretar un intercambio en el cual estas personas
con mayor conocimiento teórico puedan transferir conocimientos puntuales y especializados,
en nexo con las actividades en laboratorio. En una mirada de utopía sensata y creativa, sería
una extensión de nuestra propuesta para la Sede, de Escuela Permanente de Capacitación,
soportada en la información acerca de las necesidades efectivas y en el recurso humano
capacitado al interior de la Universidad. Algo así como imaginar una Universidad Nacional de
Colombia liderando un proyecto de escuela a nivel nacional para capacitar y actualizar a los
funcionarios (as) adscritos (as) a las Universidades públicas; a partir de un referente situado
en los requerimientos de gestión eficiente y de excelencia en docencia, investigación y
extensión. Desde ya, lo dijimos en las reuniones realizadas en las Sedes, el Quinto Encuentro
debe contar con la participación de Técnicos Operativos y Operarios Calificados de
universidades públicas regionales.
3. De la realización
1. El profesor Argemiro Echeverri Cano, quien ejerce como Vicerrector General y
actuando en representación del señor Rector, profesor Marco Palacios; hizo la
24. 24
instalación del Encuentro. Su intervención estuvo centrada en destacar la importancia
de este tipo de manifestaciones de asertividad, con un horizonte definido a partir de
un plan de trabajo elaborado en nexo lógico con los objetivos misionales de la
Universidad. Destaca el apoyo que otorga la actual administración y propone una visión
de certeza que permita alcanzar logros continuos con la calidad requerida y con la
participación de la comunidad universitaria; particularmente de los empleados y las
empleadas. Ante todo, en consideración a los retos que cruzan a la Universidad
Nacional de Colombia y que le reclaman un continuo esfuerzo; de tal manera que pueda
posicionarse de manera adecuada en un contexto internacional cada vez mas exigente.
2 La ingeniera Liliana Orrego, presentó un relato técnico que incluye la
ilustración en torno a los aspectos básicos constitutivos de los protocolos en el
proceso de implementación de las normas de calidad. El énfasis tuvo que ver
con los requerimientos para acceder a la certificación con las normas ISO. Una
referencia obligada, en lo que concierne a aquellos aspectos de generalidad
que actúan como soporte, independientemente del tipo de escenario
empresarial y del tipo de gestión relacionada con la misma. Queda claro que
se construye una nomenclatura que involucra a procedimientos y expresiones
técnicas diferenciadas; pero el hilo conductor es único si se tiene en cuenta
que procede una identificación con pautas que institucionalizan el
reconocimiento a determinados productos y servicios, en razón a que se
someten, en su fabricación y/o ejecución, a controles y seguimientos
previamente probados y verificados.
Inclusive, al momento de la indagación por parte de los y las asistentes, en el
sentido de precisar la alusión a “cliente” al momento de referenciar a quien o
quienes utilizar el servicio y/o compran el producto; la ingeniera Liliana arguye
que, en lo que concierne a procedimientos y nomenclatura, se trabaja siempre
con la figura del cliente como aquel usufructuario final que recibe valores
agregados como consecuencia de la implementación de procedimientos,
métodos e insumos en los cuales se ha verificado la calidad.
Para el caso de la Universidad Nacional de Colombia, se trata de entender una
dinámica propia, en razón al significado de su Misión y de su especialidad que
traduce expresiones que no se pueden asimilar de manera acrítica y absoluta
a las condiciones de los proveedores privados. Lo cierto es que se hace
necesario que la Universidad asimile instrumentos de medición de la calidad
en los servicios que ofrece. Esto supone, a manera de ejemplo, la
complementación entre figuras como las normas Ios procesos de
autoevaluación, evaluación y acreditación.
3 Doctora Marìa Lucía Navarro: Esta presentación introdujo aspectos que deben
ser conocidos y asimilados por parte de los empleados y las empleadas que
están involucrados (as) en procesos que conllevan riesgos. Si bien es cierto
que en todos los oficios y profesiones que se ejecutan en la Universidad
Nacional de Colombia, puede haber momentos de dificultad que pueden
originar lesiones; lo cierto es que en los laboratorios se trabajo con insumos y
equipos que, de por sí, sitúan condiciones de vulnerabilidad mas amplias.
Nos hemos encontrado, en el desarrollo de nuestras actividades desde la Sección Salud
Ocupacional, con un universo de condiciones anómalas originadas muchas de ellas en
el desconocimiento de los procedimientos y las normas que orientan el quehacer
relacionado con la prevención y la atención de los riesgos profesionales. La didáctica
que hemos implementado ha estado centrada en las orientaciones contenidas en la
Ley 100, los Decretos y Resoluciones que han reglamentado lo concerniente a los
procedimientos obligatorios por parte de las ARP. Particularmente los contenidos del
artículo 208 de la Ley 100 de 1993; además de lo consignado en el artículo 249 (Libro
Tercero, Capitulo 1 Del Sistema de Riesgos Profesionales de la misma norma) y de la
25. 25
Resolución No. 4901 (Instituto de Seguros Sociales) de 1996, artículos 4, 5 y 6. A partir
de ahí hemos construido protocolos internos con la accesoria y responsabilidad de las
ARP del Seguro Social. El mensaje nuestro está orientado a promover en ustedes la
preocupación y el compromiso hacia el conocimiento de los deberes y derechos que
soportan y acompañan a la implementación del Sistema General de Riesgos
Profesionales, con sus particularidades que permiten entender cada dinámica y cada
aspecto puntual. El ejercicio supone avanzar en las recomendaciones que nos permitan
mejorar la atención; de tal manera que la representación que los trabajadores y las
trabajadoras tienen en los comités paritarios, pueden ejercer efectivamente como
instancias a partir de las cuales la intervención sea cada vez mas asertiva y proactiva.
4. Panel con la intervención de profesores y profesoras que ejercen como
Coordinadores(as) en los Laboratorios; Técnicos Operativos y Operarios
Calificados.
Nota: En razón a la modificación en hora y ordenamiento de las conferencias e intervenciones,
el profesor Leonardo Bautista, quien iba a asumir la moderación del panel, tuvo que retirarse
del auditorio a cumplir actividades relacionadas con las pruebas de admisión; la coordinación
del Encuentro delegó en el señor Héctor Fabio Alvaràn, Técnico Operativo en Laboratorio de
Química-Sede Manizales.
Tema trabajado: Calidad del trabajo en laboratorios; hacia la certificación y la
acreditación.
El procedimiento implementado para las intervenciones, permitió la expresión
desde diferentes opciones y entendidos. Hubo coincidencias en lo que hace
referencia a los problemas que se originan en la ausencia de comunicación
entre los y las docentes con los técnicos y operarios que realizan funciones
como laboratorista. A pesar de esto, se ha asumido un reconocimiento acerca
de los roles que cada quien asume y de las responsabilidades inherentes a las
funciones.
Otro aspecto destacado tiene que ver con falta de precisión en cuanto a la
reglamentación de procedimientos y de opciones relacionadas con los
incentivos y las motivaciones para acceder a la cualificación de las funciones;
de tal manera que pueda establecerse un nexo lógico con las exigencias de
26. 26
calidad. Esto es más pleno si se tiene en cuenta el trabajo en proceso de
investigación, asesoría y extensión. A más de que el trabajo de docencia en
los niveles de pregrado, supone la asunción de propuestas y acciones
creativas que permitan la utilización racional de los recursos (. Escasos, por
cierto) existentes.
Así mismo, en el contexto de los incentivos y las motivaciones, se hizo notar
la presencia de normativas que introducen diferenciaciones entre los y las
docentes con respecto a los empleados y las empleadas administrativos(as).
No se trata de asumir posiciones de resentimiento; simplemente precisar que
muchos (as) técnicos y operarios (as) han realizado estudios de pregrado y
posgrado y esto ha traducido una mejora continua en el ejercicio de las
funciones asignadas. Inclusive, en veces, se presentan casos en los cuales les
corresponde concretar responsabilidades estrictamente académicas. Por lo
tanto, el llamado está dirigido proponer la necesidad de concretar la
reglamentación del artículo 26 del Acuerdo 67 1996 (Estatuto de Personal
Administrativo). Fundamentalmente en el entendido que los procesos en la
Universidad Nacional de Colombia y, en las universidades públicas en general,
suponen avanzar hacia expresiones de calidad que pueda ser verificada. En
esto, es necesario reconocerlo, las modificaciones de planta de cargos (en lo
que respecta a denominaciones que precisen los términos de especialización
en los cargos y su relación con lo que efectivamente se realiza por parte de
los (as) técnicos operativos y operarios calificados); nos debe convocar a
27. 27
versiones como “auxiliares de docencia” cercanos a todos los procesos
inherentes al pregrado, posgrado, la investigación y la extensión.
La recomendación, entonces, tiene que ver con trabajar de manera asertiva
hacia una interacción creativa y respetuosa entre Laboratorista (técnicos
operativos y operarios calificados) y los (as) docentes; en una dinámica que
permita la concreción de objetivos en el contexto de la Misión Institucional.
5. Profesor José Oswaldo Lezama (Programa de Universidad Virtual en la
Universidad Nacional de Colombia, retos y perspectivas).
Esta presentación la asumo como la posibilidad de socializar este programa,
iniciado en 1999, en la Sede Bogotá y que, a la fecha, se ha extendido a la
Sede Medellín.
El énfasis lo efectúo en la significación que adquiere. En razón a la
importancia de vincular, a la educación superior, recursos como la
informática. Siempre he insistido en el hecho siguiente: no se trata de una
opción que pretenda reemplazar la gestión presencial de los maestros y las
maestras. Es, en estricto, una aplicación a partir de la cual se presenta una
opción para interactuar desde diferentes ámbitos y disciplinas: En una especie
de confrontación (a la manera de intercambio y retroalimentación) entre
saberes y profesiones; de tal manera que se acceda a productos finales de
28. 28
calidad, pero que en su construcción y desarrollo intervienen complejidades
que insinúan e incitan a la profundización en niveles, ámbitos y profesiones
que involucran al conocimiento como proceso continuo. Las herramientas
utilizadas, entonces, permiten accesos simultáneos por parte de usuarios
situados a distancias geográficas; pero que están unidos por expectativas y
por grados mínimos de conocimiento acerca de los temas que ofrece el sitio
web diseñado y construido para tal fin.
Actualmente ofrecemos programas en línea a los cuales pueden acceder
usuarios, sin necesidad de una habilitación especial, ni de permisos previos.
Otra cosa son los programas propiamente dichos. Para entrar en los mismos,
se precisa de permisos y requerimientos. El fundamental es tener matricula
activa y legalizada en un programa de la Universidad.
Tenemos vigentes programas de posgrado en áreas de la salud,
concretamente en Enfermería. También hemos venido ofreciendo y ajustando
el programa de maestría en matemáticas superiores.
Vale la pena resaltar que la gestión Interdisciplinaria y multidisciplinaria, nos
ha permitido la asunción de precisiones en los diseños, en la amigabilidad de
los sitios y de los procesos requeridos. Uno de ellos, a manera de ejemplo,
tiene que ver con la ubicación por áreas y la disposición de procedimientos