La elastosonografía es una nueva técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza el ultrasonido para evaluar objetivamente la consistencia, rigidez o dureza de un nódulo, analizando el grado de deformación o distorsión que se produce cuando es sometido a la aplicación de una presión externa. Esta modalidad diagnóstica se basa en el principio de que como consecuencia de la compresión por una fuerza externa, las partes más blandas de los tejidos se deforman más fácilmente que las partes más duras. Así, la elasticidad puede evaluarse calculando el grado de distorsión del haz ultrasónico. La elastosonografía es una extensión del antiguo arte de la palpación clínica y puede ser considerada como una "palpación electrónica". Proporciona información sobre la elasticidad de los tejidos de modo semejante al examen físico, pero es más sensible y menos subjetiva. Esta modalidad diagnóstica se basa en el principio de que como consecuencia de la compresión por una fuerza externa, las partes más blandas de los tejidos se deforman más fácilmente que las partes más duras. Así, la elasticidad puede evaluarse calculando el grado de distorsión del haz ultrasónico. Las lesiones malignas se asocian frecuentemente con cambios en las propiedades mecánicas y elásticas de los tejidos que las hacen más rígidas, mientras que la mayoría de los tumores benignos presentan una mayor elasticidad. Estudios in vitro muestran que los tumores malignos se caracterizan por presentar una rigidez 10 veces mayor que los tejidos normales. La glándula tiroides por su localización superficial está idealmente situada para el examen elastosonográfico. La elastosonografía en tiempo real es una eficaz herramienta de diagnóstico que, en combinación con las otras modalidades ecográficas, ha demostrado su utilidad en la evaluación y caracterización de los nódulos tiroideos, particularmente en aquellos casos en que los resultados del estudio citológico fueron indeterminados o no diagnósticos.