El documento describe los principios básicos que rigen el ejercicio de la jurisdicción en Chile. Estos incluyen la legalidad, independencia, inamovilidad, responsabilidad, territorialidad, jerarquía, publicidad, sedentariedad y pasividad de los tribunales. Solo pueden crearse tribunales a través de la ley y deben actuar conforme a ella. Los jueces gozan de independencia para resolver casos de forma imparcial.