Los ejercicios de Burguer Allen mejoran el flujo sanguíneo realizando movimientos activos que estimulan la circulación. Se dividen en 3 fases: 1) elevación de piernas para palidez, 2) descenso con circulación de tobillos para rubor, 3) flexiones contra resistencia para reposo. Se indican para trastornos circulatorios y se realizan 3-5 veces al día dependiendo del paciente.