Este documento presenta el caso de una paciente de 11 años que acudió a una consulta odontológica porque tenía dificultad para pronunciar la letra R y Z. Tras el examen, se diagnosticó anquiloglosia leve y frenillo labial superior con inserción baja. Para tratar esto, se realizó una frenilectomía lingual y labial. El postoperatorio fue positivo, aunque se mencionan posibles complicaciones como hemorragias o daños nerviosos. A los 7 días, la recuperación continuaba de forma satisfactoria.