Los riñones cumplen funciones vitales como regular el volumen y composición de los líquidos corporales, mantener el equilibrio de electrolitos e iones, controlar el pH de la sangre, eliminar desechos y metabolitos, producir hormonas, y contribuir a la regulación de la glucemia. Logran esto a través de los mecanismos de filtración, reabsorción y secreción en la unidad funcional del riñón, el nefrón.