Las úlceras cutáneas se clasifican principalmente en venosas y arteriales. Las venosas son más comunes y se deben a la estasis venosa crónica, mientras que las arteriales son causadas por la pérdida del flujo sanguíneo arterial. El tratamiento de las venosas incluye compresión, limpieza, desbridamiento y curaciones con sulfadiazina de plata, mientras que las arteriales requieren desbridamiento, antibióticos y aumento de la perfusión vascular.