El documento describe la proteína C reactiva (PCR), un marcador de inflamación. La PCR aumenta en presencia de procesos inflamatorios y puede usarse para monitorear tratamientos. Niveles altos de PCR se asocian con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. La prevención incluye buena higiene, dieta y tratamiento temprano de infecciones.
Casos clínicos de partograma ministerio de salud.pptx
Proyecto de inmunologia
1. INTRODUCCIÓN
La PCR es una molécula conocida
desde hace más de 70 años, cuya
presencia en concentraciones elevadas
en sangre siempre ha sido sinónimo de
la existencia de una reacción de fase
aguda, es decir, de un proceso
inflamatorio (“es-revista-clinica-e-
investigacion-arteriosclerosis-15-
articulo-la-proteina-c-reactiva-como-
13089495 @ www.elsevier.es,” n.d.).
Por consiguiente, la proteína C reactiva
es un marcador no especifico de
inflamación (Vega A, Guimará J, et al.
2015).
La PCR está presente en la sangre, es
emanada del intestino y por células de
adiposas o adipocitos. Ésta proteína
aumenta cuando hay presencia de
inflamación en todo el cuerpo, el
aumento equilibrado de la PCR se
sobrelleva como una advertencia del
desequilibrio metabólico presente en
diversos tipos de procesos
inflamatorios, como de forma perspicaz
y redimiendo a modo de respuesta a un
ataque existente.
Las respuestas de la PCR pueden verse
reducidas por una alteración
hepatocelular grave, pero la disfunción
renal puede elevar las concentraciones
de esta proteína (Reverón, 2013).
Ya que se conoce a la PCR como un
marcador de la inflamación, esta puede
usarse para controlar la evolución del
paciente ante la terapia. Es decir, en la
artritis reumatoide, las agrupaciones de
proteína C reactiva se importan con la
prontitud de la enfermedad y la vigencia
del procedimiento (Wirley Gonçalves
Assunção* Rosse Mary Falcón
Antenucci*** Eduardo Piza Pellizzer**
Amilcar Chagas Freitas Júnior*** Erika
Oliveira de Almeida, 2009).
UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE MEDICINA
AUTORA: MENÉNDEZ BAQUE ANGIE LILIBETH
DOCENTE: DR. JORGE CAÑARTE ALCÍVAR
PROTEÍNA C REACTIVA (PCR)
2. PROTEÍNA C REACTIVA
Tillett y Francis descubrieron la PCR
como un componente en el suero de
pacientes que presentaban un cuadro de
inflamación aguda. Anteriormente se
especulaba que la PCR podría ser una
mucosidad patógena, debido a que se
manifestaba de manera elevada en
individuos con diversas patologías entre
las que se ceñían
carcinomas (“S0213005X15000968 @
www.sciencedirect.com,” n.d.).
El aumento de la congregación de PCR
no se promueve en repuesta a todos los
estímulos, su exactitud ha llegado
también a manipular para diversificar
las infecciones virales de las bacterianas
en rotundas condiciones complicadas
(Hugo A. Arroyo, 2013).
La función que redime esta proteína es
la de incrustarse a la fosfocolina de la
zona de las células muertas, igual que a
indiscutibles tipos de bacterias, con el
fin de impeler el sistema del
complemento.
PROTEÍNA C REACTIVA ALTA
La proteína C-reactiva (CRP) se usa a
menudo como un marcador de
inflamación en diversas enfermedades
agudas y crónicas.
La PCR Se eleva ante la presencia de
cualquier evento inflamatorio,
incluyendo la mayoría de las
infecciones, el trauma y la cirugía
(“c21b42d94a116bb7472581695d56b54
4acff2bf9 @ www.redalyc.org,” n.d.).
Coexiste una correlación entre los
valores eminentes de la PCR elevada y
las patologías cardiovasculares. Es
decir, en sujetos competentes de riesgo,
se piensa como una permisible
advertencia de que ocurra un infarto de
miocardio. Esto puede suceder ante el
rompimiento de placas de ateroma que
acontece en estos sucesos y tiene mucha
relación con los procesos inflamatorios.
Los altos niveles de PCR, además de
cualquier episodio infeccioso o
enfermedades cardiovasculares, se
relacionan principalmente con el estado
de la EP y con el tamaño de algún tipo
de tumor (“S0761842516304247 @
www.sciencedirect.com,” n.d.).
PREVENCIÓN DE LA PROTEÍNA
C REACTIVA ALTA
Como parte de la prevención de la
proteína se debe considerar tener una
buena higiene bucal, ya que el
mismo es importante, porque los
dientes y las encías estarán
comprometidos a contagios e
inflamaciones en el organismo humano.
3. De esta manera, el adecuado tratamiento
de todo trascurso infeccioso es
trascendente para impedir su incidencia.
Por otra parte, tampoco hay que dejar de
lado la dieta. Ya que el tener una
correcta alimentación resulta muy
benéfico al momento de reducir los
niveles de la PCR y, consiguientemente,
disminuir las posibilidades de tener
algún accidente cardiovascular
(Reverón, 2013).
Igualmente, el método con estatinas
reduce la PCR, independiente del
descenso del cLDL, y hay una alta
evolución clínica cuanto más baja sea la
congregación de PCR alcanzada.
SÍNTOMAS
La sintomatología de la proteína C
reactiva son más diversos e
inespecíficos que las procedencias que
la ocasionan. Conjetura todos los
incalculables métodos inflamatorios que
puede ocasionar el acrecentamiento de
la PCR.
De todos modos, la PCR elevada no
causan ningún tipo de sintomatología,
en cambio es un signo de enfermedades
inflamatorias diversas (Laura Moya,
Andrea Cardoso, Matías Cagno, 2015).
TIPOS Y ELECCIÓN DE
ESTUDIOS
El examen de la PCR se supone una
forma segura y se relaciona a riesgos
imperceptibles. Algunos infantes se
marean o se desmayan cuando les
extraen sangre (Pozo & García, 2013).
Es normal que aparezca un pequeño
hematoma o un dolor muscular ligero en
el área del aguijonazo, que dura pocos
días.
La caracterización de estudios fue
ejecutada en dos lapsos, la primera se
confinó a la búsqueda de
investigaciones sistemáticas, guías de
práctica clínica, evaluaciones de
tecnología sanitaria y sistemas de salud
sobre el valor de la determinación de la
PCRus (M., I., C., J., & R., 2015).
Es importante reconocer adecuadamente
los niveles de la PCR que están
presentes en la sangre. Para ello, se
requiere asistir a un médico de
confianza y realizarse un examen de
sangre completo. Desde ese momento,
resulta primordial que se cuide la
alimentación, higiene bucal y que se
frecuente a un experto o médico de
confianza siempre que se manifieste un
proceso inflamatorio en alguna área del
cuerpo.
4. El examen de la PCR se puede realizar
si un individuo manifiesta signos de
inflamación o de infección. Esta prueba
se suele manejar para hacer una
búsqueda de afecciones. Este tipo de
examen también puede ayudar a los
doctores a realizar un seguimiento de
cómo se está llevando a cabo el
tratamiento de una inflamación o
infección y sus resultados.
En los niños, la sangre se puede extraer
a partir de una punción en el talón para
recoger una pequeña muestra de sangre
(Heres et al., 2014).
Un test de PCR mide los niveles
disminuidos de PCR con el uso de
nefelometría láser. Éste examen lanza
los resultados en 25 minutos, con una
sensibilidad menor a 0.04 mg/L. La
congregación sérica normal en los
adultos sanos, usualmente es inferior a
10 mg/L, incrementándose en la vejez.
En mujeres en estado de gestación y en
algún tipo de inflamación leve e
infecciones virales, oscila entre 10–40
mg/L. En el transcurso de un proceso
inflamatorio activo e infección
bacteriana, es entre 40–200 mg/L y en
infecciones bacterianas severas y
quemaduras >200 mg/L (Optar, Título,
& Licenciada, 2017).
DIAGNÓSTICO
Se especula que el daño arterial resulta
de incitantes químicos. La PCR puede
ser usada para instituir el riesgo de ser
propenso a un infarto agudo de
miocardio (Ardila I. , Vargas A, 2013).
La PCR no es un examen específico ya
que puede tener varias causas. La
manifestación de una cifra superior a
2.4 mg/l dobla el peligro de sufrir un
accidente coronario con un nivel
inferior a 1 mg/l; por lo tanto; a pesar de
que esta prueba no se considera
específica, puede inducir al diagnóstico.
Cabe recalcar que los valores normales
de la PCR varían de un laboratorio a
otro (“1161 @
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