La proteína C reactiva es un marcador no específico de inflamación y un predictor de enfermedad coronaria, enfermedad cardiovascular y enfermedad vascular subclínica.
PCR y su relación con las enfermedades cardiovasculares.
1. RESUMEN
Las enfermedades cardiovasculares
están relacionadas con procesos
inflamatorios prolongados o persistentes
que causan el aumento de los niveles de
reactantes de fase aguda como la
Proteína C Reactiva, el fibrinógeno y
las interleucinas IL-1 e IL-6.
La proteína C reactiva es un marcador
no específico de inflamación y un
predictor de enfermedad coronaria,
enfermedad cardiovascular y
enfermedad vascular subclínica.
PALABRAS CLAVE:
Proteína C Reactiva, marcador,
inflamación.
Cardiovascular diseases are related to
prolonged or persistent inflammatory
processes that cause increased levels
of acute phase reactants such as C-
reactive protein, fibrinogen and
interleukins IL-1 and IL-6. C-reactive
protein is a non-specific marker of
inflammation and a predictor of
coronary disease, cardiovascular
disease and subclinical vascular
disease.
KEYWORDS:
Reactive C Protein, marker,
inflammation.
SUMMARY
UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE MEDICINA
Autor: Anthony Jesús Chávez Chilán
Coautor: Dr. Jorge Alberto Cañarte Alcívar
Docente universitario de la UTM
LA PROTEÍNA C REACTIVA Y SU RELACIÓN CON LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES – C
REACTIVE PROTEIN AND IT,
S RELATIONSHIP WITH CARDIOVASCULAR DISEASES
2. INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares son
la principal causa de muerte en el
mundo, cada año mueren más personas
por enfermedades cardiovasculares que
por cualquier otra causa., las
estadísticas muestran que en 2010 las
enfermedades del corazón constituyen
la primera causa de muerte en
Latinoamérica.
La proteína C reactiva es un
marcador no específico de inflamación
y un predictor de enfermedad coronaria,
de enfermedad cardiovascular y de
enfermedad vascular subclínica, la
evidencia disponible sugiere que un
aumento moderado de la concentración
de proteína C reactiva de alta
sensibilidad incrementa el riesgo de
infarto del miocardio.
La prevención primaria de las
enfermedades cardiovasculares se centra
en el control de los factores de riesgo,
elementos asociados con la incidencia y
mortalidad por estas enfermedades, la
mejor herramienta para establecer
prioridades en prevención primaria
cardiovascular es la estimación precisa
del riesgo de desarrollarlas, el
establecimiento de una función de
predicción de riesgo más precisa y
válida aumenta la base científica para la
toma de decisiones relacionadas con la
prevención primaria de las
enfermedades cardiovasculares. La PCR
y otros marcadores de la inflamación y
oxidación son candidatos para mejorar
la predicción del riesgo cardiovascular,
su papel puede ser relevante debido al
componente inflamatorio de las
enfermedades, aunque es controversial
aún si la PCR proporciona un
pronóstico significativo por encima de
otros factores de riesgo relacionados.
3. DESARROLLO
La proteína C reactiva es un
pentámero conformado por cinco
subunidades polipeptídicas idénticas y
tiene un peso molecular aproximado de
105KD. La PCR constituye un
marcador muy sensible de inflamación
o daño tisular y su concentración en el
suero puede incrementarse con rapidez
en respuesta a una gran variedad de
estímulos. En condiciones normales, no
se encuentra presente en el torrente
sanguíneo.
Evidencia reciente ha mostrado
que las elevaciones de pequeña
magnitud de la concentración de PCR
circulante, aun dentro de límites que
antes se consideraban normales, son
predictivas de episodios
cardiovasculares agudos en individuos
en apariencia saludable y asintomática,
y al margen de otros factores de riesgo
cardiovascular. Estos hallazgos han
propiciado que en fechas recientes la
Asociación Americana del corazón
propusiera que la medición de la
concentración de PCR podría usarse
como parte de la evaluación de riesgo
de la enfermedad cardiovascular.
La PCR se produce tras la
activación del sistema inmune y tiene
como función opsonizar el antígeno y
favorecer su depuración a través de la
orina en procesos agudos; sin embargo,
el estímulo crónico de esta respuesta y
su producción continua es considerado
un factor del riesgo cardiovascular y un
estado de inflamación sistémica, ya que
favorece la formación de ateromas y la
alteración del endotelio vascular por
estimular la agregación plaquetaria, la
disminución de la producción de Óxido
Nítrico endotelial, la expresión de
moléculas de adhesión relacionadas con
la migración de monocitos a la capa
íntima de las arterias para su
diferenciación a células espumosas,
entre otros.
La PCR es sintetizada en el
hígado durante la fase aguda de la
4. respuesta inmunológica y está
normalmente presente en el suero al
nivel de trazas con concentraciones
menores a 0,3 mg/dl. Los niveles
séricos de la PCR aumentan como
respuesta a una gran variedad de
agentes infecciosos y no es específica
de una enfermedad en particular, pero
constituye un indicador muy
importante de procesos inflamatorios.
De la PCR se ha reportado que
se encuentre en concentración sérica
elevada en sujetos obesos, además, los
niveles séricos de la PCR y de otros
marcadores de inflamación sistémica y
de disfunción endotelial son predictores
de enfermedad cardiovascular.
La estimación del riesgo es la
piedra angular de las guías de prácticas
clínicas de prevención cardiovascular
para el manejo global de los factores de
riesgo en la práctica clínica, el riesgo
cardiovascular establece la probabilidad
de sufrir un episodio cardiovascular en
un determinado período, generalmente
de 5 o 10 años.
Al ser muy elevado el número de
personas con riesgo cardiovascular bajo
y moderado en cualquier población, en
este grupo poblacional se produce una
gran proporción de acontecimientos
cardiovasculares y debido a la escasa
sensibilidad de las funciones de riesgo,
deben incorporarse otros factores de
riesgo y biomarcadores para mejorar la
predicción del riesgo, como la PCR, que
se asocia con un incremento del riesgo
de enfermedad cardiovascular.
CONCLUSIÓN
La determinación de la PCR es
útil en la toma de decisiones preventivas
porque contribuye a mejorar la
predicción del riesgo cardiovascular
calculado con las tablas de riesgo
específicas.
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