El documento discute cómo distinguir una buena columna económica de una mala. Una buena columna contiene noticias, un análisis riguroso de la noticia y sus consecuencias, y una conclusión fundamentada. El análisis económico es complejo y requiere estudio, no intuición. Una mala columna carece de un análisis profundo y llega a conclusiones dudosas de forma atractiva pero sin fundamento.
Trabajo no remunerado de las mujeres en México.pptx
Distingue una buena lectura económica
1. NO SE LE ENTIENDE NADA, PROFESOR.
Manfred Nolte
En este ferragosto que va decayendo lentamente, en algunos sitios singulares
como la playa, la cafetería o el club puede aun encontrarse algún curioso
ciudadano pasando parsimoniosamente las hojas de un periódico hasta toparse
con la columna económica de turno. Loque sigue se refiere a cómo distinguir una
buena lectura económica de otra que no lo es tanto.
La columna económica que se ofrece al lector en los actuales medios escritos o
digitales consta generalmente de tres ingredientes diferenciados: la noticia, su
análisis y la opinión resultante que, como síntesis, el autor vuelca al término de
la redacción.
Primero la noticia. Suele competir ésta en su mayor o menor actualidad o
sensacionalismo, por ejemplo, el inaceptable encarecimiento del precio de la luz
o la llegada del primer lote de los fondos europeos, sin saberse a ciencia cierta ni
cual es su destino ni quienes sus beneficiarios. Puede sustituirse la noticia, no
obstante, por una temática mas general, como es el caso de este mismo escrito, lo
que le confiere un carácter más de ensayo, pero no por ello de menor utilidad: los
grandes principios, las ideas solemnes constituyen en si mismas noticias
indelebles e innegociables.
La noticia por sí misma no es sino el cebo de cuanto habrá de añadirse a
continuación. Basta comprobar que todas las agencias de noticias del mundo
transmiten en tiempo real y con escasísimas variantes el hecho noticiable
acaecido. La noticia, por espectacular que sea nace huérfana y desamparada. No
constituye sino la información sobre algo que se considera interesante divulgar.
Lo que conduce de forma natural a buscar el valor de la referida divulgación. Y
aquí se abre la gran puerta de la información: de la buena y de la mala, de la
objetiva y de la sesgada, de la ilustrada y rigurosa frente a la superficial y
ramplona. De la que se supedita a la línea editorial del medio de publicación o la
que vuela, como el halcón, libre de prejuicios o de sometimiento a pesebres
económicos o políticos.
Estamos hablando del análisis de la noticia: de dónde procede y por qué y cuales
serán sus consecuencias, beneficiosas o nocivas, según los casos y circunstancias.
Un análisis económico riguroso de la noticia frente a aquel otro que pasa de forma
vulgar marca la diferencia esencial entre el artículo fundamentado y el frívolo o
del montón. Decíamos en este mismo espacio la semana pasada, que, con ser algo
en principio deseable, no siempre pueden subirse aquellos salarios depreciados
2. por la inflación de forma general e indiscriminada. Y la razón analítica, técnica,
es que los salarios, en un mercado de trabajo no intervenido vienen marcados por
la productividad marginal del trabajador y que crecimientos de salarios por
encima del crecimiento de la productividad laboral, conducen a la destrucción de
puestos de trabajo. Nadie, tampoco Vd., contrataría a un colaborador adicional si
con ello obtiene menor beneficio que sin contratarlo.
A estas alturas, el lector debe estar preparado para asumir una verdad de las de
puño, y es que el análisis económico no se intuye, no es fácil, sino que es complejo
y precisa de estudio y sacrificio intelectual. Iniciar el estudio de la economía en
las aulas desde la infancia solventaría esta grave carencia de nuestra formación
intelectual. Si el análisis parece complicado, ello no debe legitimarnos para su
descalificación. Tampoco las teorías de la relatividad resumidas en un párrafo
acreditan su fácil entendimiento. Siga la línea del autor y fórmese un criterio de
su trayectoria intelectual a medio plazo.
Cumplido el tramite del análisis, solo queda dar paso a la conclusión, que siempre
viene embalada en una opinión personal. En el caso citado de las subidas
salariales, nuestra conclusión-opinión es que debe tenerse en cuenta el tejido
empresarial sobre el que se teje el empleo en España donde el 90% de las
empresas emplean a menos de 10 trabajadores y una gran mayoría de ellas sigue
en pérdidas o compensando las promovidas por la pandemia. La subida salarial -
se opina- debe ser posible y realista.
Ojo a este tramo final. Una prosa agradable puede resultar un canto de sirena y
atraer indiscriminadamente la voluntad del lector hacia conclusiones dudosas. La
mayoría de los escasísimos lectores de prensa que aun quedan, -las excepciones
son también notables- se constituye en súbditos fieles de la línea editorial del
periódico que en su día les cautivó. Resulta cómodo y les releva de la penosa
cavilación crítica. No tienen otra fuente. Y se les nota a distancia.
Como es bien conocido, la generalidad de ciudadanos abandonó hace años la
sabia rutina de leer un artículo entero, de arriba abajo. Tampoco en formato
digital. Corretean desnortados por el loco laberinto de las redes sociales o se
diluyen intelectualmente en programas televisivos decadentes.