El documento describe los tres atributos básicos que debe cumplir todo medicamento para ser aprobado: eficacia, seguridad y calidad. La eficacia requiere que haya un principio activo con acción terapéutica probada en ensayos clínicos. La seguridad significa que los riesgos son menores que los beneficios. La calidad implica que las características del medicamento se mantienen estables hasta su fecha de caducidad.