El documento presenta información sobre el latín culto y las lenguas romances. Explica que el latín vulgar se mezcló con las lenguas locales para dar origen a las lenguas romances como el español y francés, mientras que el latín culto siguió usándose en la Iglesia y terminología científica. También describe las características morfológicas del latín clásico como su estructura flexiva y el uso de radicales, temas y desinencias.