La inoculación de estrés pretende inmunizar psicológicamente a individuos contra situaciones estresantes de baja intensidad para que puedan enfrentar situaciones más intensas. Los objetivos se centran en promover la autorregulación, modificar conductas desadaptativas e incrementar conductas adaptativas, y revisar estructuras cognitivas. El enfoque considera que factores cognitivos, afectivos, fisiológicos, conductuales y ambientales están interrelacionados en el desarrollo y mantenimiento de trastornos emocionales.