La planeación estratégica es fundamental para el éxito de las empresas en el mediano y largo plazo. Permite evaluar resultados e identificar competencias centrales que generen ventajas competitivas sostenibles. El proceso implica definir una visión, diseñar estrategias flexibles que se adecuen al entorno cambiante, y monitorear indicadores para alcanzar los objetivos estratégicos.