2. Introducción La labor esencial del juzgador es dar solución a toda perturbación que amerita la intervención jurisdiccional. Cuando pensamos en una sentencia u ordenanza por la que el juez se pronuncia respecto de una solicitud, normalmente se entiende que se ha puesto fin a un conflicto entre partes, que ha concluido una instancia; y, ciertamente, toda decisión judicial responde a una solicitud, aunque no todas implican una contestación entre partes. Toda persona tiene el derecho a que un juez resuelva el asunto que le lesiona o impide un derecho y que por sí solo no puede o no ha podido remediar. Son muchas las situaciones que las personas no pueden enmendar por sí mismas en razón de que la ley le impone la revisión por ante un juez competente, sin que el asunto contemple una controversia, pero sí se trata de cuestiones que le perturban y que por tanto requieren la intervención del Estado a través del juez, quien vigila la legitimidad de las pretensiones y la verificación de un derecho. Tal es el caso, por ejemplo, de un error de escritura en las actas del Estado Civil, la necesidad de exequátur para la ejecución de una sentencia extranjera, la homologación de un acuerdo entre partes, la autorización para tomar garantías sobre créditos en peligro, etc. En estas situaciones, como otras más y en principio, no hay enfrentamiento con un adversario, pero exigen la autorización e intervención judicial para que la persona pueda resolver su afectación o actuar con legitimación. Por ello, el ejercicio de la jurisdicción, que es la forma en que el poder judicial pronuncia la decisión del asunto que se le somete, se clasifica en administrativa o graciosa y contenciosa. Son contenciosos todos los asuntos que envuelven un litigio entre partes. Son graciosos aquellos que no comportan una contestación, es decir un enfrentamiento entre adversarios. La forma de decisión, el rol del juez y los efectos de la decisión varían según el asunto sea contencioso o gracioso o simplemente administrativo. Es decir que se hallan regulados de manera diferentes. Esta unidad persigue el estudio normativo de fondo y de forma de los asuntos administrativos, graciosos y a requerimiento que no involucran derechos contestados al momento de la solicitud. Casos que abundan en nuestros tribunales y que ocupan mucha atención a los usuarios.
3. Objetivos Objetivo general. Identificar los asuntos administrativos, graciosos y a requerimientos frente a los asuntos contenciosos, conociendo la normativa y el alcance de la decisión. Muy especialmente, concienciar sobre el rol activo del juez para contribuir a una solución rápida y eficiente que resuelva la perturbación o la necesidad de la intervención judicial que requiere el usuario. Objetivos específicos: - Lograr diferenciar los asuntos graciosos y a requerimientos entre sí y con los asuntos contenciosos, en su forma, en su objeto, en su derecho y en cuanto a los poderes del juez. - Dotar a los participantes de los conocimientos y las técnicas para resolver adecuadamente el asunto.
4. Justificación Toda solicitud al tribunal impone una decisión. Para los casos graciosos, a requerimientos o de simple administración judicial, la forma de rendir la decisión varía. Unas veces las llamamos sentencias, otras veces, autos u ordenanzas. Dependiendo de los fines del apoderamiento en jurisdicción graciosa o administrativa, la decisión exige la determinación inequívoca del derecho aplicable, la verificación probatoria y de legitimación del solicitante y una correcta estructura de lo decisorio. Sin dudas, que la identificación apropiada del apoderamiento de los asuntos graciosos y administrativos y de la comprensión del alcance del rol activo del juez serán herramientas que garantizan la eficiencia en el desempeño de la labor judicial, muy especialmente en razón de la cantidad inmensa de casos que ocupan la atención del equipo de trabajo judicial.
5. Metodología B-learning, que se caracteriza por una formación mixta, donde se combina la formación presencial y la formación en línea a través del Internet. Se integran las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación de manera que puedan servir de herramienta de trabajo tanto a alumnos como a profesores.