El documento describe cómo el ser humano es un ser biopsicosocial y debe ser abordado considerando sus aspectos físicos, mentales y sociales. Explica que es fundamental que los profesionales de gerontología conozcan cada uno de estos aspectos, especialmente en adultos mayores, para satisfacer sus necesidades. También destaca la importancia de que los gerontólogos puedan identificar y diferenciar las variables afectivas, sociales y los posibles trastornos que pueden acompañar el envejecimiento.