La fiebre tifoidea es causada por la bacteria Salmonella typhi, la cual se transmite por la ingesta de alimentos o líquidos contaminados con heces u orina infectadas. Su complicación más frecuente es la hemorragia o perforación intestinal. Las fluoroquinolonas tienen ventajas sobre el cloranfenicol en el tratamiento, ya que actúan más rápido reduciendo la fiebre.