El documento describe el sistema de educación Lancasteriano establecido en México en 1822. El sistema permitía que un solo maestro enseñara a cientos de estudiantes a través de monitores estudiantiles más avanzados. Los estudiantes aprendían lectura, escritura, aritmética y doctrina cristiana, y su día escolar estaba estructurado con horarios, premios y castigos corporales por mal comportamiento. El sistema Lancasteriano redujo los costos de la educación pero fue criticado por su uso de castigos físicos a los niños.