El documento describe los principios metodológicos de la Escuela Nueva del siglo XX, incluyendo el fomento del trabajo libre y en equipo, la distribución de alumnos en grupos por edades, la introducción de actividades físicas, música y juegos, y un enfoque centrado en las necesidades e intereses del niño más que en contenidos formales. Muchos de estos principios, como el aprendizaje basado en proyectos y la individualización, siguen siendo relevantes hoy en día.