La trisomía 18 o síndrome de Edwards se caracteriza por la presencia de un cromosoma 18 adicional. Ocurre en 1 de cada 6,000 nacimientos y afecta principalmente a fetos femeninos. Los bebés tienen retraso en el crecimiento, anomalías faciales como micrognatia y paladar hendido, y defectos en las manos y pies. La mayoría muere en los primeros meses de vida debido a problemas cardíacos u otros defectos graves.