El documento identifica las posibles causas por las que pueden fallar los equipos de trabajo, incluyendo intereses disparejos entre miembros, metas y objetivos confusos, roles poco claros, conflictos de personalidad, mal liderazgo, ausencia de plan estratégico, cultura antiequipos, retroalimentación insuficiente, sistema de recompensas mal concebido, falta de confianza en el equipo, resistencia al cambio y herramientas inadecuadas. Para cada causa, se describen los síntomas y las posibles soluciones.