La fiebre Q fue descrita en 1935 en Australia. Es causada por la bacteria Coxiella burnetii y puede presentarse de forma aguda o crónica. Los síntomas agudos incluyen fiebre, neumonía y hepatitis. La forma crónica más común es la endocarditis. Se diagnostica mediante pruebas microbiológicas y se trata generalmente con doxiciclina.