La respuesta metabólica al trauma es un proceso complejo que involucra las interacciones del sistema nervioso y endocrino. El trauma induce cambios en las glándulas que producen hormonas para limitar el daño local y sistémico. Estos cambios metabólicos se han estudiado desde finales del siglo XVIII y actualmente se conocen en fases clínicas que modifican las respuestas iniciales al trauma para mejorar el pronóstico de vida.