La teoría de la reducción de la pulsión de Hull propone que una necesidad fisiológica crea un estado de tensión que motiva al organismo a satisfacer la necesidad. La conducta se aprende a través del refuerzo que supone la reducción de la pulsión. Hull argumenta que la probabilidad de que se emita una respuesta depende del hábito y la pulsión interna, y posteriormente añade la variable de incentivo externo.