2. • Para que el Sistema Inmune pueda establecer una respuesta inmune
antitumoral eficaz, el requisito imprescindible es que el tumor sea
detectable como un elemento extraño.
• A las señas de identidad propias del tumor, que no dejan de ser
moléculas tumorales de características proteicas, se las denomina
antígenos tumorales.
3. • Las células del Sistema Inmune Innato detectan un conjunto de
señales denominadas:
• Patrones moleculares asociados a patógenos (PAMP).
• Patrones moleculares asociados al daño (DAMPS).
4. • NEOANTÍGENOS O ANTÍGENOS ESPECÍFICOS DEL TUMOR (TSA)
• Son los antígenos menos susceptibles de tolerancia inmunológica, se
representan como los objetivos más visibles en su tarea de eliminar
células tumorales.
• Los neoantígenos tumorales son específicos del tumor y del individuo.
5. • LOS ANTÍGENOS ASOCIADOS AL TUMOR (TAA)
• Son proteínas codificadas normalmente en el genoma del individuo y
que, por tanto, no son mutaciones.
6. • ANTÍGENOS RESTRINGIDOS A TEJIDO (TRA O CTA)
• Normalmente se expresan en fases embrionarias del desarrollo.
• En tejidos a los que el sistema no tiene fácil acceso como testículos
por la presencia de barreras como la hemato-testicular.
9. • La muerte de las células tumorales mediada por células del sistema
inmune induce PAMPs y la liberación de antígenos tumorales,
reiniciándose el ciclo inmune del cáncer.
Notas del editor
En el proceso de inicio y progresión de un cáncer, las alteraciones en la replicación y reparación del DNA en las células tumorales suponen la adquisición de mutaciones que, en caso de alterar la secuencia de los exones en los genes, darán lugar a proteínas anómalas a las que el Sistema Inmune es potencialmente sensible.
una capacidad immunogénica mucho menor que la de los TSA, sin embargo, se hacen visibles al Sistema Inmune porque en la célula tumoral se expresan a unos niveles muy superiores a los de su expresión en células no tumorales.
En el primer paso, las células dendríticas (CDs) deben poder identificar los antígenos tumorales y procesarlos para su posterior presentación.
El segundo y tercer paso del ciclo celular consiste en la migración de las CDs al ganglio linfático más próximo para, en el contexto de MHC-II, mostrar el antígeno tumoral ya procesado al receptor específico del linfocito T (TCR) de las células CD4 naive, imprescindible para que las células T desarrollen una especificidad frente al antígeno presentado.
Los pasos cuarto y quinto del ciclo inmune del cáncer consisten en la migración de las células T efectoras activas desde el ganglio linfático a los vasos sanguíneos y su extravasación mediada por gradiente de citoquinas, en la proximidad el tumor.
Estos dos pasos requieren la capacidad de las células T CD8 para identificar las señales quimiotácticas del tumor y poder abandonar y migrar a traves del estroma hasta la célula tumoral donde han de reconocer de manera específica, a través del TCR, el antígeno tumoral unido a CMH I, paso 6, para eliminar las células tumorales,paso 7.