El documento resume las conclusiones de la reciente cumbre europea sobre migración. Los líderes europeos centraron el debate en los movimientos migratorios en lugar de asuntos como la unión fiscal o bancaria. Acordaron establecer una distinción entre refugiados y migrantes económicos irregulares. Para los migrantes irregulares, aplicarán su reubicación voluntaria y posterior repatriación, en lugar del sistema de cuotas usado anteriormente. También considerarán crear bases externas para contener migrantes fuera de la UE.
Nulidad y Resolución del Contrato de los Contratos Públicos del Estado
Cumbre europea de la migracion
1. CUMBRE EUROPEA DE LA MIGRACION.
Manfred Nolte
La cumbre del Consejo europeo de la semana pasada, que había sido anunciada
desde meses atrás como la más trascendente en años para el proyecto de la
Construcción europea se ha quedado por la imperiosa fuerza de los
acontecimientos en agua de borrajas. Como en la mayoría de la situaciones que
acometemos a nivel particular o colectivo, lo urgente cobra prioridad sobre lo
importante, aunque en ocasiones ambos adjetivos puedan confundirse.
Las conclusiones de la cumbre de los 28 han orillado de momento aspectos
cruciales de la unión fiscal o bancaria y han sido los movimientos migratorios
los que han centrado el debate de la reunión política. No sin suspense, ya que
hasta el último momento, el principal socio díscolo de la Unión, Italia, había
amenazado con no estampar su firma al acuerdo si no se respetaban, y
plasmaban en el texto de conclusiones, sus particulares puntos de vista.
Los movimientos migratorios, sin duda, son causa de encendido debate y de
conclusiones contradictorias. Algunos aspectos relativos al tema merecen sus
correspondientes clarificaciones.
Con independencia de los aspectos o estrategias puntuales acometidos para
hacer frente a los iterativos movimientos migratorios, los lideres de la unión
parecen haber consensuado definitivamente el establecimiento de una barrera
ideológica y jurídica entre los migrantes asumibles en razón de su acoso vital y
político –los llamados refugiados- y el resto de migrantes económicos que ahora
reciben sin más el apelativo de ‘inmigrante irregular’. Respecto de estos últimos
el Consejo europeo se ratifica en su ‘control’ mediante la defensa de las
fronteras exteriores de la Unión, determinadas acciones presupuestarias
encaminadas al desmantelamiento de redes mafiosas y el reforzamiento de las
costas libias.
2. A los emigrantes irregulares se les aplicará un destino de reubicación –a definir
voluntariamente- para su posterior repatriación a sus países de origen. Cabe
señalar que el sistema de cuotas –vigente y sistemáticamente incumplido en el
pasado- ha dejado de tener vigencia. La UE reabre una posibilidad ya
considerada en el pasado, consistente en crear algunas bases exteriores a la
Unión para contener a los migrantes al otro lado del Mediterráneo. Dos
agencias de Naciones Unidas —la de refugiados, Acnur, y la de migraciones,
OIM—han propuesto entablar conversaciones con el bloque comunitario para
profundizar en las bases de dicha propuesta. No hace falta, sin embargo, echar
mano de la bola de cristal para adivinar que no será fácil obtener el visto bueno
de un país mediterráneo no europeo para fijar el enclave de dichas bases.
Para aquellos que no son especialmente adictos al seguimiento de las
estadísticas, es conveniente puntualizar que los sonoros temas puntuales
registrados en las últimas semanas tanto en las costas españolas como en otras
latitudes europeas distan mucho de otros más graves del pasado. Si atendemos
meramente al criterio de migrantes llegados por las rutas mediterráneas, el
millón largo de 2015 se ha reducido a 44.000 en junio del presente año. Los
tonos de la alarma –justificados o no- tienen que remitirse a la objetividad de
las cifras presentadas. Como subraya el comunicado final, “the number of
detected illegal border crossings into the EU has been brought down by 95%
from its peak in October 2015”. La supuesta crisis migratoria sacude la agenda
europea en el momento de menor presión de flujos desde el referido epicentro
de 2015.
En consecuencia, el debate migratorio no es tan crítico en lo que se refiere a la
virulencia de los movimientos transfronterizos como a las consecuencias que
para la cohesión europea plantea, debido al auge muy notable de movimientos,
algunos xenófobos, otros de cautela preventiva, que se han registrado en el
ultimo quinquenio en los países del viejo continente.
Y una consideración final. Nadie tiene la llave para la solución del tema
migratorio, aunque sus causas coincidan –con el añadido del exilio político- con
las de la existencia de la pobreza en el mundo. Aproximadamente dos mil
millones de personas del planeta –según cifras del Banco Mundial- malviven
con menos de tres dólares diarios, esto es, 90 dólares al mes. Gran parte de los
autores dedicados al tema no creen que la ayuda oficial al desarrollo de la OCDE
-140.000 millones de dólares anuales- juegue un papel en la solución del
problema, línea que enlaza con la nueva asignación de 500 millones de euros al
Fondo Fiduciario Europeo para África, acordada en la declaración. Los
programas de alivio de la deuda del FMI, y los programas del Banco Mundial o
del Club de Paris, ayudan pero no resuelven.
Aun no se ha redactado el prólogo del gran libro que debe escribirse acerca del
foso trazado entre el derroche de los países desarrollados y la penuria de los
países atrapados en la trampa de la pobreza.