(2024-05-07). ANTICONCEPCIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA
ARTICULO: ABORDAJE NUTRICIONAL DEL PACIENTE CON LESIÓN RENAL AGUDA.
1. INSTITUTO DE SERVICIOS DE SALUD DEL ESTADO DE
AGUASCALIENTES
JURISDICCIÓN SANITARIA II - RINCÓN DE ROMOS
CENTRO DE SALUD URBANO RINCON DE ROMOS
“ABORDAJE NUTRICIONAL DEL
PACIENTE CON LESIÓN RENAL AGUDA”
PLN: NELYDA ALEJANDRA ALONSO ROBLES
DR. LUIS GERARDO SANTAMARIA SANCHEZ:
RESP. JURISDICCIONAL DEL PROGRAMA DE
NUTRICIÓN
2. LESIÓN RENAL AGUDA (LRA)
Es definida como un descenso abrupto (en horas o días) de la
función excretora del riñón con la acumulación de creatinina y
urea. Otras manifestaciones:
1. En la diuresis
2. En las concentraciones séricas de potasio y fósforo
3. COMPLICACIONES
La LRA se relaciona con mayor riesgo de mortalidad en
población crítica con sepsis, con una tasa de mortalidad
de 21% con mayor riesgo en los pacientes con AKIN-III
4. TRATAMIENTO MÉDICO
El tratamiento médico consiste en la corrección de los factores
desencadenantes de la LRA y la instauración de técnicas de
depuración.
Hay diversas modalidades de TSR:
1. Diálisis peritoneal (DP)
2. Hemodiálisis (HD)
3. Tratamiento Renal Sustitutivo Continuo (TRSC)
5. Tipos de HD:
HD intermitente: utiliza la difusión para el aclaramiento de
solutos y la ultrafiltración para eliminación del volumen.
Se emplea de 3-4 sesiones por semana, de 4 horas de duración
Diálisis sostenida de baja eficiencia: se utilizan las mismas
máquinas que para la intermitente pero a menores flujos
durante un tiempo más prolongado, con un promedio entre 6-
12 horas, 5-6 días por semana.
6. Tipos de TRSC:
Hemofiltración continua venovenosa: la sangre pasa a través
de una membrana impulsada por una bomba peristáltica, el
proceso de purificación sanguínea es llevado a cabo mediante
convección
Hemodiálisis continua venovenosa: la remoción del soluto es
por difusión, se bombea líquido libre de toxinas en
contracorriente al flujo sanguíneo.
Hemodiafiltración continua venovenosa: combina las técnicas
de la CVVH y de la CVVHD
7. La utilización de las diferentes modalidades ocasiona una
pérdida de macros y micronutrientes, entre ellos glucosa,
aminoácidos, proteínas de bajo peso molecular, elementos
traza y vitaminas hidrosolubles y aumenta el gasto energético.
8. Implicaciones nutricionales
La LRA desencadena una respuesta inflamatoria severa, esto
produce una resistencia a la insulina, hipercatabolismo proteico
e incrementos en las necesidades energéticas.
En los HC:
En la glucogenólisis hepática y guconeogénesis debido al
incremento en las hormonas implicadas en el estrés, las cuales
provocan resistencia a la insulina e hiperglucemia.
En los lípidos:
La de la lipasa hepática y periférica determina un en
triglicéridos y en lipoproteínas de baja y muy baja densidad,
acompañado de una del colesterol total y de las lipoproteínas
de alta densidad.
9. El estado crítico se caracteriza por un incremento en la
utilización de aminoácidos para la producción de glucosa y
proteínas de fase aguda.
Cuando el estado crítico y la LRA están presentes se presenta
catabolismo proteico y disminuye la síntesis proteica y el
transporte de aminoácidos al interior del músculo esquelético.
Se documentan perdidas durante el TRSC de electrolitos,
aminoácidos (1.2-7.5g/día), elementos traza (zinc, selenio,
manganeso) y vitaminas del complejo hidrosoluble
En presencia de sepsis el GET incrementa hasta un 30%
10. EVALUACIÓN NUTRICIONAL
Proteína C reactiva (PCR):
Al sus concentraciones se relaciona con la presencia de
edema y con un menor consumo de calorías.
Cifras menores de 150mg/dL de colesterol al momento de
admisión hospitalaria se relaciona con una disminución del
50% en la tasa de sobrevivencia.
Otro indicador utilizado para evaluar catabolismo proteico es el
balance nitrogenado, su sensibilidad disminuye en paciente con
niveles de creatinina <50ml/min./1.73m
Se ha observado una menor mortalidad en la población con
mayor IMC (30-35kg/m)
11. La Valoración Global Subjetiva ha mostrado ser un buen
predictor de riesgo de mortalidad, pero su utilización queda
limitada a pacientes no críticos.
El examen físico es una de las únicas alternativas para
determinar el desgaste de la masa muscular.
Después de la evaluación se inicia una terapia nutricional, sus
objetivos son:
Evitar el Desgaste Proteico Energético
Preservar el estado nutricional y la masa muscular
Evitar mayores alteraciones metabólicas
Brindar soporte al sistema inmunológico
Disminuir el estado inflamatorio
Mejorar la actividad antioxidante y la función endotelial.
Reducir la mortalidad.
12. REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES
El gasto energético se puede medir con calorimetría indirecta.
En pacientes no críticos con la ecuación Harris-Benedict
multiplicando por factor de estrés de 1.3
En pacientes críticos recomiendan un aporte de 27kcal/kg/día
De proteínas
.6-.8g/kg/día con AKIN I
Los pacientes con AKIN II y III suelen requerir TSR
Aquellos con terapia DP o HD y catabolismo moderado se
recomienda un aporte de 1.0-1.5g/kg/día
Con TRSC 1.7g/kg/día hasta 2.5g/kg/día
De HC oscilan entre 3-5g/kg/día con un máximo de 7g/kg/día
De lípidos no se debe exceder de 1.5g/kg/día
13. Se recomienda la suplementación de 50-100mg/día de
vitamina C en pacientes sin TSR y en pacientes con TRSC hasta
150-200mg/día
De folato 1mg/día
10mg/día de piridoxina
100mg/día de tiamina
100mg/día de selenio
No se recomienda la suplementación de vitaminas liposolubles
En los pacientes catabólicos con TRSC suelen precisar una
nutrición mixta
En paciente con catabolismo leve se recomienda la nutrición
parenteral intradialítica y la nutrición intraperitoneal
14. CONCLUSIÓN
La LRA ocasiona una respuesta inflamatoria incrementada y
estrés oxidativo, impactando de forma directa y negativa
en el estado nutricional del paciente, al ocasionar
alteraciones en la utilización de macronutrientes y
micronutrientes, provocando también un incremento en el
gasto energético y catabolismo muscular, situando al
paciente en riesgo de DPE. Así mismo, se documentan
pérdidas de nutrientes durante las sesiones de TSR,
incrementando el riesgo nutricional de esta población. El
conocimiento de las necesidades nutricionales y la
instauración de la terapia nutricional permitirán mantener y
mejorar el estado nutricional, contribuyendo también a la
modulación de la respuesta inflamatoria, mejorando con
ello los resultados clínicos del paciente.