La hiperémesis gravídica es un síndrome en el que la embarazada vomita más de lo que ingiere, con cetonuria y pérdida de peso, y puede causar complicaciones fetales como CIR y trastornos neurológicos, así como complicaciones maternas como déficit de vitaminas. Se trata mediante la reposición de líquidos y nutrientes, antieméticos como la metoclopramida y la domperidona, y en algunos casos corticosteroides.