La rotura prematura de membranas (RPM) se produce cuando el saco amniótico se rompe antes del inicio del trabajo de parto y puede ocurrir en el 1-3% de los embarazos. La RPM puede causar infecciones en el feto o recién nacido y otros riesgos que dependen de la edad gestacional. El tratamiento incluye reposo, antibióticos y, potencialmente, la inducción del parto.