Las quinolonas alteran la síntesis de ADN bacteriano al inhibir la ADN girasa y la topoisomerasa IV, lo que causa un efecto bactericida a concentraciones óptimas. Se clasifican en no fluoradas y fluoradas, y tienen un amplio espectro microbiano que incluye gramnegativas, estafilococos, estreptococos y algunas bacterias atípicas. Se absorben bien, se distribuyen ampliamente en los tejidos y se eliminan principalmente por vía renal. Sus efectos adversos más comunes son náuseas