El documento describe las características clínicas y de laboratorio de las leucemias agudas y crónicas. La leucemia aguda linfoide o mieloide puede curarse con quimioterapia o trasplante de médula ósea en casos seleccionados. La leucemia mieloide crónica se caracteriza por la translocación cromosómica Philadelfia y puede tratarse efectivamente con imatinib, logrando remisiones hematológicas y citogenéticas en la mayoría de pacientes.