El proceso de investigación, desarrollo clínico y aprobación de un nuevo medicamento dura entre 10 y 15 años. Involucra varias fases que incluyen investigación preclínica en animales, tres fases de ensayos clínicos en humanos para probar la seguridad y eficacia, y aprobación regulatoria antes de que el medicamento pueda ser comercializado. En total, solo alrededor del 1% de las moléculas inicialmente identificadas llegan a ser medicamentos aprobados.