La psicología humanista y la terapia Gestalt surgieron como alternativas a los enfoques conductista y psicoanalítico. La psicología humanista se centra en el potencial positivo inherente de las personas para autorrealizarse y desarrollarse en un ambiente de aceptación. La terapia Gestalt trabaja en el presente y busca que el paciente se descubra a sí mismo a través de la frustración para lograr una resolución emocional. Ambos enfoques confían en la capacidad de las personas para resolver sus propios problemas con la gu