Una mujer de 48 años fue tratada durante un mes por dolor epigástrico con antiespásmicos e inhibidores de bomba de protones, sin mejoría. Exámenes físicos y de laboratorio mostraron irritación peritoneal. La tomografía computarizada reveló líquido libre abdominal y neumoperitoneo, estableciendo el diagnóstico de abdomen agudo por perforación de víscera hueca. En el quirófano se encontró una perforación gástrica que fue cerrada primariamente.