Este documento presenta el caso de un niño de 11 años con dolor abdominal recurrente durante varios años. Se descartaron varias causas orgánicas a través de pruebas como ecografía y análisis de sangre. Finalmente, se diagnosticó intolerancia a la lactosa después de que una prueba de hidrógeno resultara positiva, y los síntomas desaparecieron con una dieta sin lactosa. Sin embargo, el dolor abdominal persistió en algunas ocasiones, lo que sugiere que podría tratarse de síndrome de intestino irritable. El