2. • Nunca se deben administrar líquidos
como mantenimiento de rutina.
• Características del paciente y evaluar los
riesgos y beneficios de la fluidoterapia.
3. La práctica de administrar líquidos
por vía intravenosa se originó a
partir de la pandemia de cólera en
1831
Robert Lewis inició la primera
infusión intravenosa en un
paciente de cólera.
Siglo XX, con el inicio de la
Primera Guerra Mundial, que se
puso a prueba su capacidad para
salvar vidas
4. Las guías del NICE (National Institute for
Health and Care Excellence)
Fluidoterapia debe administrarse a
pacientes cuyas necesidades diarias de
líquidos no pueden alcanzarse por vía
oral o enteral.
Suspenderse inmediatamente una vez
que esto sea posible.
5. Tipo de solución a infundir
Cristaloides
- Agua, electrolitos y/o azúcares en diferentes proporciones
- Hipotónicas, hipertónicas o isotónicas respecto al plasma.
- Isotónicas se van a distribuir por el fluido extracelular, presentan un
alto índice de eliminación, a los 60 minutos de la administración
permanece sólo el 20 % del volumen infundido en el espacio
intravascular.
6. Coloides
- Partículas en suspensión de alto peso molecular que no
atraviesan las membranas capilares
- Aumentar la presión osmótica plasmática y retener agua en
el espacio intravascular.
- Mantener la presión osmótica coloidal durante algunas
horas.
8. Tiene una concentración de cloruro más alta
que el plasma (154 versus 100-108 mEq),
acidosis hiperclorémica
Se asoció a incidencia mucho mayor de lesión renal en
pacientes críticamente enfermos en comparación con los
pacientes reanimados con líquidos restringidos en Cl.
10. En reanimación inicial y en la mayoría de los escenarios
clínicos es recomendable (hipotónica 254 mOsm/L), pues los
efectos adversos relacionados son leves, la mayoría asociados
a sobrecarga de volumen.
Se asocia a menor mortalidad y lesión renal
aguda.
Menor mortalidad hospitalaria e incidencia de
lesión renal aguda en la UCI.
11. • Qué cantidad de solución necesitamos infundir. Esto dependerá del escenario
clínico del paciente.
Prescripción inicial de fluidos de
mantenimiento de 25-30 mL kg-1por día de
agua
12. Prueba dinámica del sistema cardiovascular que evalúa la reserva de
precarga del paciente.
Por lo general, se necesitan 250 ml o 3 ml/ kg de cristaloides. Los líquidos
deben infundirse durante un período corto de tiempo (5 a 10 min) y la
respuesta se considera positiva cuando el SV aumentan más del 10 al 15%.
Este enfoque evita la sobrecarga de líquidos,
13.
14. Reponer líquidos perdidos por vía enteral o pérdidas insensibles
(soluciones de reposición)
Pacientes que no pueden satisfacer por vía oral las necesidades
diarias de agua, glucosa y electrolitos, se pueden administrar
soluciones de mantenimiento.
15. Shock, Pérdida notoria de volumen intravascular o cuando hay
una alta sospecha de ello, (Quemaduras graves o pérdidas
gastrointestinales) (soluciones de reanimación)
Administración de fármacos (analgésicos, antibióticos, etc.),
fluencia de fluidos
Requerimientos calóricos diarios (nutrición enteral o parenteral)
16.
17. Hipovolemia sintomática, se administra la mayor parte de
las soluciones.
Terapia hídrica para la resucitación del paciente con
choque grave.
Acumulación de líquido, y Blance positivo.
Dosis de 20-30 ml/kg
El uso temprano de vasopresores, se recomienda como
terapia adjunta durante la resucitación para reducir el
volumen necesario a infundir y mejorar la perfusión tisular.
18. Indice de hipovolemia se ha reducido de manera significativa, por lo que
se necesitan volúmenes menores para la resucitación (5 y 15 ml/kg).
Fase compensada del estado de choque (con riesgo de
descompensación).
mitigar la acumulación excesiva de fluidos.
19. Paciente se
encuentra estable.
La terapia hídrica
de esta fase solo
es de
mantenimiento.
En esta fase debe
lograrse un
balance hídrico
acumulado neutro
o negativo.
20. Estabilidad hemodinámica
Lograr un balance hídrico negativo por restricción en la
administración de líquidos intravenosos o mediante la remoción de
fluidos por inducción de la diuresis espontánea o con diuréticos.
21. Incremento en la morbimortalidad
Desarrollo de insuficiencia renal aguda.
En los pacientes con insuficiencia renal aguda asociada a sepsis, el uso de soluciones
intravenosas a un volumen continuo no incrementa la recuperación de la función renal
y se asocia a un deterioro de la función pulmonar con alteraciones en la oxigenación.
22. Sistema nervioso central
edema cerebral,
hipertensión
intracraneana, síndrome
compartimetal orbitario
Cardiovascular
altaracion de la
contractilidad cardiaca,
disfunción diastólica,
derrame pericárdico.
Sistema respiratorio
Edema pulmonar,
derrame pleural,
ventilación prolongada
23. Hepático congestión hepática, deterioro de la función
Gastrointestinal ascitis, edema intersticial, ileo, traslocación bacteriana
Renal edema renal intersticial TFG disminuida
Periferico edema tisular, ulceras por presion, mala cicatrización de
heridas
24. Pérez-Calatayud, Á. A., Díaz-Carrillo, M. A., Anica-Malagón, E. D., & Briones-Garduño, J.C.
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