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INDICE:
1.- Definición.
2.- Prevalencia.
3.- Tipos de hematuria.
3.1.- según hematíes por campo.
3.2.-según el momento de aparición
3.3.- según la duración.
3.4.- según el origen.
4.- Etiología.
4.1.- Causa urológica.
4.2.- Causa no urológica.
4.3.- Falsas hematurias.
5.- Diagnóstico presuntivo: Pistas.
6.- Diagnostico.
6.1.- Anamnesis.
6.2.- Exploración.
6.3.- Pruebas complementarias.
7.- Tratamiento
8.- Cuando derivar.
9.- Esquema resumen manejo en urgencias.
10.- Bibliografía.
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HEMATURIA
1-DEFINICIÓN:
Se define hematuria como la aparición de sangre en la orina. Existe
discrepancia sobre el número de hematíes a partir de los cuales consideramos la
existencia de hematuria, pero la mayoría de los autores la describen como la presencia
de más de tres glóbulos rojos por campo en el análisis microscópico del sedimento
urinario a 400 aumentos o más de 400.000 hematíes en la orina de 12 h La presencia
de sangre en la orina puede hacer que ésta adopte una tonalidad sanguinolenta
(hematuria grosera), que la orina sea de color rojo (hematuria macroscópica), o de
color normal (hematuria microscópica). La sangre procedente de la menstruación, el
ejercicio previo intenso o la fiebre pueden dar lugar a diagnósticos erróneos de
hematuria, por lo que, para confirmar el diagnóstico, son necesarias dos
determinaciones del sedimento urinario separadas en el tiempo. Deben existir más de
3 hematíes por campo; las muestras corresponderán a la mitad de la micción.
Es diferente a la uretrorragia, que consiste en sangre sola o mezclada con la
orina cuya procedencia está por debajo del esfínter externo vesicouretral.
2-PREVALENCIA.
La prevalencia de la hematuria está entre el 0,18 y el 16% de la población
general, aunque en adultos puede alcanzar el 33%. Su detección debe llevar a
descartar la existencia de un proceso patológico renal o de las vías urinarias.
La importancia de la hematuria no depende de su intensidad, sino de la causa
que la motiva, salvo trastornos hemodinánicos que pongan en riesgo la vida del
paciente. La hematuria puede ir unida a otras alteraciones como proteinuria, otras
veces aparecerá como una hematuria aislada sin la presencia de otros síntomas de
alteración urinaria.
Muchas enfermedades renales cursan de forma asintomática y la realización de
un análisis de orina puede detectar una enfermedad del aparato urinario; es una
prueba no invasiva y de gran rentabilidad en la evaluación de la enfermedad renal. En
la población inmigrante internacional, refugiada o adoptada, la hematuria puede dar la
clave del padecimiento de algún tipo de enfermedad importada, por lo que el test de
hematuria suele hacerse sistemáticamente en estas personas, atendiendo siempre a
las recomendaciones de la medicina basada en la evidencia (Stauffer). Otros autores
no recomiendan la realización de análisis de orina de forma habitual en la población
general.
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El signo macrohematuria tiene un valor predictivo positivo (VPP) para neoplasia
del 22% en hombres mayores de 60 años (en mujeres de la misma edad es del 8%).
Para la población de entre 40 y 59 años, el VPP para cáncer es del 4% en hombres y del
6% en mujeres.
3-TIPOS DE HEMATURIA:
a. Según la cantidad de hematíes por campo:
• Microscópica: la emisión de hematíes por campo es inferior a 100 y la orina
no cambia de color.
• Macroscópica: a partir de 100 hematíes por campo, la sangre se hace visible
en la orina. 1 ml de sangre en 1 litro de orina hace que ésta adopte un color rojizo.
b. Según el momento de aparición:
• Inicial: el sangrado se observa al principio del chorro miccional y después se
aclara la orina espontáneamente. Sugiere origen uretral o prostático.
• Terminal: si se recoge al final de la micción, a veces incluso como un goteo
sanguinolento justo después de acabar la micción, sugiere origen cercano al cuello
vesical.
• Total: si la hematuria se presenta a lo largo de toda la micción se denomina
total; puede proceder del riñón, del tracto superior o de la vejiga.
c. Según la duración:
• Transitoria: puede producirse por ejercicio intenso, fiebre, actividad sexual o
traumatismos. El diagnóstico es por exclusión. Se produce con más frecuencia entre los
15-40 años y disminuye a partir de los 50 años. En los pacientes menores de 50 años
una segunda tira reactiva negativa en orina supone una hematuria transitoria y es
suficiente para excluir causas graves, salvo que el paciente presente facto res de riesgo
de cálculos renales o cáncer de vejiga.
• Permanente: las restantes.
d. Según su origen:
•Glomerular: orina oscura, sin coágulos, asocia hematíes dismórficos,
cilindruria y proteinuria.
•No glomerular/urológica: orina rojo brillante, con coágulos, hematíes
isomórficos, no cilindruria ni proteinuria.
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4 -ETIOLOGÍA .
1. Hematuria de causa urológica
- Infecciones urinaria.
- Litiasis urinaria
- Tumores: De parénquima renal, uroteliales , prostáticos , uretrales
- Otros: Traumatismos ,Tuberculosis, Post-cirugía o post-litotricia , cuerpos extraños,
infarto renal
2. Hematuria de causa no urológica
- Enfermedades hematológicas
- Causas metabólicas: Hipercalciuria , Hiperuricosuria
-Hematuria glomerular (poco frecuente): Nefropatía IgA ;Síndrome de
Alport ;Glomerulonefritis (rápidamente progresiva postinfecciosa, mesangiocapilar,
leve focal) ; Enfermedad de Goodpasture
-Enfermedades sistémicas: Lupus eritematoso sistémico ;vasculitis ;síndrome
hemolítico urémico; enfermedades infecciosas sistémicas (hepatitis, endocarditis)
-Tóxicos (benzeno o aminas aromáticas)
-Fármacos que pueden producir hematuria:
• Antibióticos: ampicilina, penicilina, cefalosporinas, anfotericina
• Anticoagulantes, aspirina/AINE, fenilbutazona, colchicina
• Inmunosupresores: ciclofosfamida
• Fármacos del SNC: clorpromazina, fenobarbital
• Otros: alopurinol, clorotiacida, tetracloruro de carbono
3 Hematuria falsa o pseudohematuria ,principales causas son:
-Hemorragia vaginal
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-Fármacos que producen falsas hematurias: Antibióticos( rifampicina, metronidazol,
sulfamida ,nitrofurantoína) Antiparkinsonianos: metildopa Anticonvulsivos: fenitoína
Laxantes: fenolftaleína Relajantes musculares: metocarbamol
-Alimentos: remolacha, setas, zarzamoras, fresas, cerezas, pimientos
-Sustancias endógenas: mioglobina, hemoglobina, porfirias, melanina, uratos .
Otras posibilidades de falso positivo se dan si en la orina existe una
contaminación por agentes con poder reductor u oxidante como el ácido ascórbico, el
hipoclorito sódico (lejía) o la povidona yodada (la oxidación de la muestra al aire libre
aumenta la cantidad de hemoglobina libre por lisis eritrocitaria, lo que oscurece la
orina), también la presencia de semen en una muestra de orina recogida pocas horas
después del coito.
Las causas más frecuentes de hematuria aislada son los cálculos, las neoplasias,
la tuberculosis, los traumatismos y la prostatitis. En los niños y adultos jóvenes la
uricosuria y la hipercalciuria son causa frecuente de hematuria.
Factores de riesgo de malignidad tumoral en pacientes con hematuria :La Asociación
Americana de Urología, en su Política de Buena Práctica, relaciona una serie de
factores de riesgo tumoral en los pacientes con hematuria, tales como:
-Fumador o ex fumador .
-Exposición ocupacional (bencenos o aminas aromáticas)
-Mayor de 40 años.
-Enfermedades urológicas asociadas
-Sintomatología irritativa miccional
-Episodio clínico urológico reciente
-Historia de infecciones de orina
-Abuso de analgésicos
-Historia de irradiación pelviana
-Betabloqueadores
-Interferón alfa, Interferón beta
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-Anfetaminas, Cocaína
-Cisplatino
-Ergotamínicos
5-DIAGNOSTICO PRESUNTIVO: PISTAS.
-Piuria y disuria, indicativo infección urinaria, aunque también puede ser debut de
tumor maligno vejiga
-Infección respiratoria reciente aumenta la posibilidad de glomerulonefris
postinfecciosa o IgA u otras nefritis hereditarias.
-Historia familiar de enfermedad renal, como nefritis hereditaria, riñón poliquístico o
anemia de células falciformes.
-Dolor en fosa renal unilateral que se irradia a ingle, sugiere obstrucción ureteral por
cálculos o coágulos , ocasionalmente puede ser de origen maligno .
-También mucho más raro el Síndrome de dolor lumbar y hematuria
-Síntomas obstructivos prostáticos en pacientes mayores (aumento vascularización y
vasos frágiles en la hiperplasia prostática . Antes de llegar a este diagnostico descartar
origen tumoral próstata o vejiga. Inhibidores de 5alfa reductasa mejoran la hematuria.
-Ejercicio físico intenso o trauma en ausencia de otra posible causa.
-Historia de trastorno hemorrágico o sangrado en múltiples localizaciones por excesiva
anticoagulación . Si es hematuria aislada , realizar estudio de hematuria y no asumir
como origen la anticoagulación.
-Medicación que pueda provocar nefritis en pacientes con signos de insuficiencia renal.
-Pacientes de raza negra ,descartar anemia de células falciformes que pueden causar
necrosis papilar y hematuria.
-Piuria estéril con hematuria puede ocurrir en tuberculosis renal o nefropatía por
analgésicos u otras intersticiales.
-Viajes o residencia en zonas endémicas de Schistosoma haematobium o tuberculosis.
6- DIAGNOSTICO:
a) Anamnesis:
Características de la hematuria: Presencia de coágulos, persistente o
recurrente, inicial, terminal o total, carácter cíclico que puede sugerir endometriosis.
Síntomas acompañantes: Disuria, polaquiuria y fiebre (infección urinaria),
dolor lumbar con irradiación en trayecto ureteral (obstrucción ureteral por cálculos o
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coágulos), síndrome prostático en pacientes de edad avanzada (hiperplasia benigna de
próstata), síndrome constitucional (tumor, tuberculosis renal), edemas o hipertensión
arterial (nefropatía), hipertensión arterial aislada (trombosis de la vena renal, fístula
arteriovenosa renal, tromboembolismo arterial renal), fiebre y artralgias (lupus
eritematoso sistémico), rash cutáneo (síndrome de Schönlein-Henoch), infección
reciente del tracto superior (glomerulonefritis postinfecciosa o nefropatía mesangial
IgA), disnea o hemoptisis (granulomatosis de Wegener, enfermedad de Goodpasture),
sangrado por otros puntos (coagulopatías o tratamiento anticoagulante).
Antecedentes personales: Edad (en mayores de cincuenta años aumenta la
probabilidad de neoplasia), traumatismos recientes, ejercicio intenso, sondaje vesical,
diabetes mellitus (necrosis papilar), etilismo, tabaquismo, ingesta de fármacos,
radioterapia previa (en la que puede aparecer hasta meses después del tratamiento).
Antecedentes familiares: se preguntará sobre enfermedades renales
hereditarias ( poliquistosis renal, síndrome de Alport (sordera), hematuria familiar,
litiasis, anemias hemolíticas y porfirias).
b) Exploración física:
Siempre irá encaminada a identificar los signos y su probable asociación a la
causa de hematuria.
Se procederá a una exploración general con determinación de constantes (TA y
temperatura); es necesario investigar la presencia de petequias, equimosis,
adenopatías y esplenomegalia (posible discrasia sanguínea o alteraciones de la
coagulación), puño percusión renal positiva (litiasis o pielonefritis), palpación
abdominal para descartar masas abdominales (poliquistosis o tumor renal), presencia
de globo vesical y quistes renales, dolor a la palpación suprapúbica (cistitis).
Igualmente, se realizará una exploración de genitales externos, fundamentalmente en
mujeres (a veces el origen es vaginal). En varones se realizará un tacto rectal para
valorar el tamaño, la consistencia y la sensibilidad de la próstata (que ayude a
descartar posible HBP, cáncer de próstata o prostatitis).
c) Pruebas complementarias:
La anamnesis y la exploración física son de gran importancia para tratar de
llegar al diagnóstico. Sin embargo, la mayoría de las veces se necesitan exámenes
complementarios:
1.-Análisis orina: los métodos más eficientes para detectar sangre en la orina son la tira
reactiva y el examen del sedimento urinario. La determinación de hematíes con tiras
reactivas tienen una sensibilidad de entre el 91 y 100% y una especificidad del 66-99%;
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aparecen falsos positivos en presencia de mioglobina, hemoglobina libre, periodo
menstrual o ejercicio físico intenso. Toda hematuria detectada por tira reactiva debe
ser confirmada posteriormente con el sedimento urinario.
Con el sedimento urinario podemos orientar, en algunas ocasiones, el origen (renal o
post-renal) de la hematuria. Así, la presencia de cilindros hemáticos, proteinuria
intensa y/o hematíes dismórficos sugieren un origen parenquimatoso intersticial. La
eosinofilia en orina (más de un 5% de los leucocitos) orienta hacia una nefropatía
tubulointersticial. La piuria y bacteriuria son signos de infección de las vías urinarias,
mientras que la determinación de hematuria y piuria en ausencia de bacteriuria
demostrable debe sugerir la posibilidad de tuberculosis renal. Si el origen es urológico,
los eritrocitos son redondos y no hay proteinuria ni cilindros.
Extraglomerular Glomerular
Color (si macroscópica) Rosa o roja Marrón/ cocacola
Coágulos Puede haber Ausentes
Proteinuria <500 mg/día (+/-) >500 mg/día (+++)
Morfología hematíes Normal Dismórficos >80%
Cilindros Ausentes o hialinos Puede haber hemáticos o
granulosos
2.-Cultivo de orina: bajo sospecha de infección de orina o posible TBC.
3.-Análisis de sangre: Bioquímica ( Creatinina, Función renal), hemograma, estudio de
coagulación (anemia previa (insuficiencia renal crónica, enfermedad sistémica) o
anemización progresiva, policitemia (sospecha de hipernefroma), coagulopatía o
consumo de anticoagulantes orales). No obstante, la toma de anticoagulantes no
justifica por principio la existencia de hematuria, excepto en caso de sobredosificación
o presencia de otros puntos de sangrado. Podremos pedir marcadores inmunológicos
tales como ANA, ASLO, C3, C4 o ANCA, si pensásemos en causa glomerular.
4.-Pruebas de imagen: Rx de abdomen (sospecha cálculos y aporta información sobre
la forma y el contorno de los riñones, no útil para neoplasias) o ecografía abdominal
(para diferenciar masas sólidas de quistes renales, y para la evaluación de una posible
uropatía obstructiva, siendo la técnica de elección en este último caso). La urografía
intravenosa tiene menor sensibilidad para detectar masas renales que el TAC, y no
diferencia bien las masas quísticas de las sólidas, pero permite una buena visualización
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de las vías urinaria. La TC helicoidal es la mejor técnica para la detección de masas
renales sólidas. Es de elección también para detectar cálculos ( sensibilidad del 94-98
% frente al 52-59% de la urografía y el 19% de la ecografía), patología infecciosa y sus
complicaciones. No obstante, la ecografía y la UIV o la combinación de ambas son
opciones razonables cuando es poco viable la realización de TAC en el inicio de estudio
de la hematuria. Posteriormente se realizará una citología y solo estaría indicado la
cistoscopia si la citología fuera patológica o presentara hematuria macroscópica o
disuria.
7- TRATAMIENTO.
El tratamiento dependerá de la causa, la intensidad de la hematuria, la
presencia de obstrucción por coágulos y las complicaciones.
En hematurias leves, en las que no existen coágulos ni hay repercusión
hemodinámica, forzaremos la diuresis mediante la ingesta de líquidos y trataremos la
causa principal de forma ambulatoria. Debemos tener especial cuidado con pacientes
con patología cardiopulmonar de base, en los cuales, se disminuirá el aporte de
líquidos y se asociará un diurético.
En hematurias graves hay que mantener las constantes vitales (transfusión de
hematíes, lactato de Ringer). Si no hay compromiso vital ni alteraciones
hemodinámicas, se realizará sondaje vesical y se puede proceder al lavado vesical con
suero fisiológico.
En macrohematurias con coágulos se procederá a sondaje vesical (sonda
urinaria de doble flujo, 20-22 Fr) y lavados continuos con suero frío hasta su total
extracción, puesto que su presencia en vejiga facilita la perpetuación del sangrado,
conservando así la función miccional del paciente.
Será específico según la causa: antibióticos en las infecciones, en el cólico
nefrítico se aplicará analgesia, se tratará con alopurinol la uricosuria y con tiacidas la
calciuria. Si no cursa con anemia, dificultad a la micción y es moderada, indicaremos
ingesta de líquidos y se iniciará el estudio para determinar la localización y la causa.
Pocas veces la hematuria es tan abundante que pueda poner en peligro la vida
del enfermo , en cuyo caso se requiere ingreso hospitalario y tratamiento urológico
con lavados con sonda de doble luz o cirugía. Los criterios ingreso de una hematuria
son:
Hematuria cuantiosa con repercusión del estado hemodinámico del paciente.
Hematuria importante que provoque retención aguda de orina por coágulos.
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Anemia grave o alteración de la coagulación sanguínea que justifiquen el
sangrado (anticoagulación oral).
Insuficiencia renal. Si existe también HTA, edemas o alteración del sedimento
urinario (proteinuria, cilindros hemáticos) propios de nefropatía médica,
ingresará para estudio nefrológico.
Hematuria macroscópica postraumática: debe ser valorada de inmediato por
urólogo. En los demás casos el estudio se debe realizar de forma ambulatoria.
8- CUANDO DERIVAR:
Se recomienda la evaluación basal de la función renal (tasa de filtrado
glomerular estimada), proteinuria y presión arterial antes de remitir al especialista.
Urología:
Pacientes con hematuria visible o hematuria sintomática no visible, cualquiera
que sea su edad. En estos casos la derivación inicial a urología es importante para
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excluir malignidad, excepto en adultos jóvenes que presentes hematuria después de
una infección respiratoria (goodpasture), que deberían ser derivados a nefrología.
Si no se encuentran anomalías en la evaluación inicial, no se necesita un
seguimiento urológico de rutina, se realizará por parte de atención primaria.
Los pacientes deben ser reevaluados si desarrollan hematuria visible o síntomas
del tracto urinario. La evaluación de la nefrología se recomienda cuando exista
disminución de la función renal o una proteinuria nueva o creciente
Nefrología:
Los pacientes con hematuria necesitan una evaluación nefrológica si tienen o
desarrollan manifestaciones de enfermedad renal, como:
• Evidencia de deterioro de la función renal (caída de la tasa de filtración glomerular
estimada de> 5 ml / min en el año anterior o> 10 ml / min en cualquier momento en
los últimos cinco años) confirmado en dos determinaciones y sin causa reversible
objetivable.
• Enfermedad renal crónica etapa 4 o 5 (tasa de filtración glomerular estimada <30 ml
/ min)
• Proteinuria (≥0,5 g / d).
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10- BIBLIOGRAFÍA:
1.-Kelly JD, Fawcett DP, Goldberg LC. Assessment and management of non-visible
haematuria in primary care. BMJ 2009;338:a3021.
2.- Garcia Méndez L, Martínez Estrada KM, Cadabal Rodríguez T. A partir de un
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3.- Alonso Castañeda B, Díaz Madrid V, Fernandez Ruiz M, García Esparza D, Uteno
Perpiñá B. Urgencias urológicas. Hematurias. Manual 12 de Octubre (131-134).
Madrid: MSD.
4.- Sánchez-Celaya del Pozo M, Ezquerra Lezcano M, Vallés Prats M. Problemas de la
función renal y de las vías urinarias. Hematuria. Barcelona: Sociedad Española de
Medicina de Familia y Comunitaria; 2012. p. 1372-1375.
5.- Viana C, Naya C. Guía clínica de microhematuria. Fisterra 2011.