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TEMA 21. LA EXPRESIÓN DE LA DUDA, LA
HIPÓTESIS Y EL CONTRASTE
0. INTRODUCCIÓN
• Misma introducción que en tema 18
• Particularidades de este tema: la modalidad
(introducción tema 20) en la expresión de la
duda, y la importancia de la pragmática en el
caso de la hipótesis y el constraste.
1. EXPRESIÓN DE LA DUDA
La duda consiste en un estado de ánimo en el que el
sujeto que la sufre se encuentra indeciso o vacila ante una
serie de posibilidades, ya sean hechos, juicios o
decisiones. Los recursos lingüísticos más comunes son
los adverbios de duda y las oraciones dubitativas o de
posibilidad, pero hay otros procedimientos que se
añaden teniendo en cuenta la perspectiva
pragmadiscursiva del discurso, especialmente el
argumentativo.
1.1. Oraciones dubitativas
En las oraciones dubitativas, el hablante presenta el
dictum como probable, posible, dudoso o hipotético, lo
que conecta con la segunda noción que vamos a estudiar.
Según Kovacci (El comentario gramatical), las oraciones
dubitativas se caracterizan por una figura tonal que no
difiere de la declarativa: tiene cuerpo horizontal y juntura
terminal descendente. Si la oración adopta figura tonal
interrogativa, refuerza su valor dubitativo. La otra
caracterización parte de sus caracteres gramaticales:
A. Modo verbal
Puede ser la única marca de modalidad de la oración:
los tiempos futuros (cantará; habrá cantado) y
condicionales (cantaría; habría cantado) del modo
indicativo tienen un doble valor, temporal (Mañana
estará en la ciudad) y modal (Ahora estará en la playa),
este último apto para la expresión dubitativa.
Podemos llamar potencial1 al uso modal de estas
formas. El condicional perfecto con señalamiento de
pretérito alterna con el pluscuamperfecto de subjuntivo.
Las formas potenciales se distribuyen de acuerdo con el
tiempo que el hablante desea indicar: presente, futuro o
pretérito. Este subjuntivo potencial, cuando se encuentra
en la oración independiente, intensifica la duda que el
hablante quiera expresar, mientras que en la oración
dependiente asume que quien duda se da cuenta de la
irrealidad objetiva del juicio que formula.
1 Por oposición al subjuntivo optativo, distinción que proviene de la
gramática latina.
2 Tomado de la NGRAE.
3 Los adverbios epistémicos se asocian con la verosimilitud, la
posibilidad y la incertidumbre. En este grupo se inscribe la clase tradicional
de los adverbios de duda, puesto que inducen el modo verbal y son
compatibles tanto con indicativo como con subjuntivo. Por su parte, los
B. Índices de actitud
Elementos léxicos que indican una actitud del
hablante:
- Adverbios de duda.
- Frases verbales: tienen valor dubitativo, con
indicativo o potencial en –ría, conmutable por
subjuntivo en –ra, las frases deber + infinitivo y
poder + infinitivo (conmutable por es posible
que/puede ser que). Otras frases pueden tomar el
mismo valor en indicativo: deber de/haber de +
infinitivo.
1.2. Adverbios de duda2
Los adverbios de duda se diferencia del resto de ellos
en que su función principal no parece ser la de completar
al verbo u otra palabra de la oración, sino que más bien
modifican toda la oración, de tal manera que la modalidad
oracional resulta precisamente del adverbio que figura en
la frase. En la gramática cognitiva, por este motivo, se
analizan en una posición periférica. Se caracterizan por
inducir el modo indicativo o subjuntivo dentro de su
propia oración. Por ello, se incluyen dentro de los
adverbios modales, en concreto dentro de los epistémicos3
El subjuntivo puede aparecer en estas construcciones si
el adverbio precede al verbo y no está separado de él por
una pausa: Quizá {oyó~oyera} la conversación à
{Oyó~*oyera} la conversación.
Cuando ambos modos son posibles, la elección depende
en gran medida de la manera en que se interprete la
estructura informativa de la oración:
- Se suele preferir subjuntivo si la información introducida
no es focal o se presenta como nueva: Tal vez sea cierto
que la naturaleza pone en marcha sus propios mecanismos
de supervivencia, en que la información que aporta el
sujeto de la subordinada se presenta como si fuera
compartida por el oyente, a diferencia de lo que ocurriría
con el indicativo.
- Duda o posibilidad: capaz que, usada en casi todos los
países americanos, se suele usar con indicativo, aunque
no rechaza el subjuntivo.
- La locución puede que +subjuntivo.
- Adverbio de duda igual, es propio de la lengua coloquial,
y solo se usa con indicativo.
Los principales adverbios de duda son quizá(s), tal
vez, a lo mejor, acaso, igual, capaz (que), así como
posiblemente y probablemente.
1.3. La perspectiva pragmadialéctica de la
expresión de la duda4
La duda se evidencia en una serie de expresiones
propias. Cuando se emplean, la duda se presenta
explícitamente en el discurso, como hemos visto en los
puntos anteriores y como sucede con la expresión
nominal de la duda: se trata de formas sin contenido
adverbios deónticos supeditan la veracidad de las proposiciones a
condiciones externas relativas a la necesidad, la obligación u otros factores
de naturaleza normativa o impositiva.
4 J. Salazar Parra, «Recursos verbales de expresión de duda en la etapa
de confrontación en discusiones orales en la sala de clases» Lengua y
lingüística nº 20, 2009, online.
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semántico relevante para el tema de la discusión, pero
con alto contenido pragmático, ya que tienden a
minimizar la imagen negativa del interlocutor.5
Sin embargo, en variadas ocasiones se utilizan
recursos lingüístico-discursivos que permiten expresar
dudas. Estos casos corresponden, por ejemplo, a las
preguntas empleadas en el discurso y a las formas
verbales que de él se desprenden.
Las oraciones interrogativas formulan una pregunta
que el hablante realiza al oyente, en la cual busca reducir
la incertidumbre o la duda que tiene con respecto a
determinada cuestión. Podemos distinguir en el discurso
dos tipos de preguntas relacionadas con la expresión de
la duda:
- Las solicitudes de clarificación, que requieren una
explicación o reformulación del PV enunciado.
- Las solicitudes de justificación, que solicitan
argumentos de mayor solidez para validar
determinada postura.
Por otro lado, Van Eemeren6, siguiendo la teoría de la
argumentación de Anscombre y Ducrot, hace una división
entre dos indicadores que señalan la debilidad de un
juicio emitido:
- Indicadores de la actitud proposicional: un sujeto
enunciador (hablante) y un verbo (acción) permiten
dudar del Predicado Verbal opuesto y por ello indican,
en tanto aserciones débiles, la actitud de las
proposiciones (estos son los casos de yo creo que,
supongo, tengo la impresión de que).
- Indicadores de modificación de expresiones: Son
fórmulas estandarizadas en la lengua como desde mi
perspectiva, es probable, en mi opinión, etc.
2. EXPRESIÓN DE LA HIPÓTESIS
Como ha señalado Estrella Montolío en «Las
construcciones condicionales»7 Tradicionalmente se ha
hecho coincidir la idea de condición con la de hipótesis
debido a la influencia de la lógica, propensa a considerar
el periodo introducido por si [si p entonces q]
indistintamente como un silogismo hipotético o un
silogismo condicional. Sin embargo, desde las mismas
definiciones del DRAE es visible la diferencia entre ambos
conceptos:
- Condición 8 : 5. f. Situación o circunstancia
indispensable para la existencia de otra.
- Hipótesis:9 1. f. Suposición de algo posible o imposible
para sacar de ello una consecuencia.
5 Pueden ser sustantivos que la nombran, como duda, vacilación,
incertidumbre, indecisión, perplejidad, titubeo, fluctuación, irresolución,
oscilación,i etc. Pueden aparecer como sujetos de oraciones enunciativas
(No me cabe ninguna duda). También hay adjetivos que indican la
valoración poco fiable: dudoso, inseguro, incierto, fortuito, contingente,
equívoco, ambiguo, inexacto…
6 van Eemeren, F., Houtlosser, P. & Snoeck, A. (2007). Argumentative
indicators in discourse. Amsterdam: Springer.
7 Montolío, E. (1999) «Las construcciones condicionales» en
Gramática descriptiva de la lengua española, tomo 3. Bosque y Demonte
(eds.), Madrid: Espasa
8 «La condición y su expresión forman un fenómeno heterogéneo y
proteico, cuyo límite sobrepasa los presupuestos teóricos gramaticales. Se
Así, la condición es una noción más amplia, dentro de la
cual se encuentra la hipótesis. Puesto que la verificación
de una hipótesis solo puede hacerse en el devenir
temporal, en el futuro, solo las oraciones condicionales en
que la prótasis tiene esa orientación temporal son
verdaderas condicionales hipotéticas. Por ejemplo, en Si
nuestros padres fueran ricos, habríamos estudiado en el
extranjero”, lo que hay es una aseveración, puesto que
queda claro que nuestros padres no son ricos y nosotros
no hemos estudiado en el extranjero. A las condicionales
hipotéticas se las llama también condicionales
predictivas.
2.1. La expresión nominal de la hipótesis
Una serie de sustantivos abstractos nombran la
posibilidad hipotética: hipótesis, posibilidad,
probabilidad, suposición, conjetura, figuración,
presunción, teoría, creencia, sospecha, etc. Los podemos
encontrar en textos judiciarios, científicos y
especulativos como sujetos o complementos de oraciones
enunciativas, afirmativas o negativas.
De igual modo, las cualidades de lo hipotético se
expresan por medio de adjetivos sujetos a gradación: más
o menos hipotético, sospechoso, creíble, presunto,
problemático, confuso, precario, etc. Estos adjetivos
aparecen como complementos de sustantivos o como
atributos o predicativos.
2.2. Oraciones condicionales hipotéticas
Con las oraciones subordinadas condicionales
(interodinadas, para el funcionalismo), hacemos
depender el cumplimiento de lo enunciado en la oración
principal (apódosis) de la realización de lo dicho en la
oración subordinada (prótasis). Teniendo en cuenta lo
presentado previamente sobre la diferencia entre
hipótesis y condicionalidad, podemos diferenciar las
siguientes construcciones 10 , en cuya explicación se
incluyen los rasgos semánticos, pragmáticos y formales:
Estructuras condicionales con si.
1. Usos estándar de si
1.1. Reales (Si nieva el próximo fin de semana, iremos a
esquiar)
1.2. Potenciales (Si nevara el próximo fin de semana, iríamos
a esquiar).
1.3. Irreales (Si hubiera nevado el pasado fin de semana,
habríamos ido a esquiar).11
2. Usos particulares de si:
2.1. Prótasis ‘suspensoras de presuposición’ (Los hijos de
Sebastián, si tiene hijos, seguro que son rubísimos). Rasgos
semántico-pragmáticos: la prótasis deshace la
trata de un mecanismo cognitivo fundamental: las estructuras
condicionales son una de las principales vías lingüísticas de las que dispone
el individuo para expresar su capacidad de imaginar situaciones diferentes
a las reales; de imaginar mundos posibles; de soñar con situaciones pasadas
que podrían haber sido diferentes; de ocultar lo factual tras la apariencia de
lo contingente» E. Montolío, op. cit.
9 En la anterior edición del DRAE, “suposición que se establece
provisionalmente como base de una investigación que puede confirmar o
negar la validez de aquella”.
10 Extraídas del apéndice del artículo de E. Montolío.
11 Esta no se consideraría hipotética.
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presuposición de la cláusula principal. Rasgos formales:
habitual posposición de la prótasis.
2.2. Prótasis escalarizadoras de la condición (Seguro que
tendrá un hijo con él, sobre todo/máxime/al menos si lo
quiere). Rasgos semántico-pragmáticos: la prótasis
selecciona y focaliza una condición de entre otras varias
posibles. Rasgos formales: habitual posposición de la
prótasis.
2.6. Identificativas (Si hay algo que las mujeres de ahora no
aguantan en un hombre es que sea machista). Rasgos
semántico-pragmáticos: (a) en la cláusula principal, q se
identifica, mediante determinante, la referencia de un
elemento presentado de manera inespecífica en la prótasis p.
Rasgos formales: (a) generalmente se combinan con
indicativo; (b) orden no reversible de cláusulas; (c) no
admiten la inserción de entonces entre ambas cláusulas.
3. Condicionales indirectas o periféricas: {Si no le molesta/Si no
me equivoco/si te acuerdas de la última vez que estuvimos en
esta ciudad}, ese edificio es la Sagrada Familia.12
Condicionales con otros conectores diferentes de si.
1. Prótasis formadas por [de + inf.] ({De saberlo/haberlo sabido},
no testificaría). Rasgos semántico-pragmáticos: carácter
estrictamente hipotético en el caso del infinitivo simple y
necesariamente irreal en el caso del infinitivo compuesto.
Rasgos formales: combinación libre con el tiempo de la
apódosis.
2. Coordinadas copulativas con y (Aprueba todo el curso en junio
y te compraré la moto). Rasgos semántico-pragmáticos: (a)
carácter esencialmente interactivo (dialógico); (b) valor
comunicativo habitual de carácter favorable para el
interlocutor, como el estímulo y la promesa (más raramente,
también valor de amenaza).
3. Coordinadas disyuntivas con o (Deténgase o disparo). Rasgos
semántico-pragmáticos: (a) interpretación de polaridad
contraria a la enunciada; (b) carácter esencialmente
interactivo (dialógico); (c) valor comunicativo (ilocutivo) de
amenaza. Rasgos formales: (a), (b) y (c) de la estructura
anterior.
4. <como + subjuntivo> (Como vuelvas a hablarme en ese tono, me
iré de casa). Rasgos semánticos: (a) plantean el estado de cosas
expresado por la prótasis como inesperado o fuera del
horizonte de expectativas del hablante; (b) no pueden
expresar contenidos contrafactivos (irrealidad); (c) indican
condición suficiente; (de) en contextos dialógicos, valor
comunicativo habitual de amenaza. Rasgos formales (a) sólo
se combinan con subjuntivo; (b) no aceptan la inserción de
entonces.
5. Conectores condicionales complejos (CCC). Rasgos semántico-
pragmáticos comunes: (a) la cláusula subordinada constituye
una restricción sobre lo expresado en la principal; (b) tienen
carácter modal; (c) presentan una condición excepcional, bien
sea favorable, bien desfavorable, para el cumplimiento de q;
(b) valor bicondicional; € carácter estrictamente hipotético;
(f) carácter remático de la cláusula subordinada. Rasgos
formales comunes: (a) sólo aceptan la combinación con el
modo subjuntivo (a excepción de los compuestos de si como
solo/excepto/salvo si); (b) tendencia a la posposición de la
cláusula subordinada; (c) no aceptan la inserción de entonces.
5.1. Conectores condicionales complejos afirmativos (CCCA)
(Aceptaré ese trabajo {a condición de que/siempre
que/con tal de que} me paguen bien). Rasgos semántico-
pragmáticos: (a) están argumentativamente orientados
12 Rasgos semántico-pragmáticos: (a) la cláusula con si constituye un
comentario supraoracional metadiscursivo, del enunciado de q (son
condicionales de la enunciación). Rasgos formales: (a) la cláusula con si (p)
no está subordinada o interordinada respecto de q, sino que ocupa
sintácticamente una posición más alta, periférica; (b) la prótasis suele tener
aspecto formulario, por lo que aparece frecuentemente el presente de
hacia q, por lo que presentan la condición favorable para
que se cumpla lo enunciado en la cláusula principal (q);
(b) en contextos dialógicos, suelen aparecer
relacionados con actos de habla favorables para el
receptor, como promesas o estímulos; (c) con tal de que
plantea una condición mínima. Rasgos formales: Con tal
de que y a condición de pueden aparecer también
acompañados de infinitivo.
5.2. Conectores condicionales complejos negativos (CCCN)
(Me iré de aquí {a no ser que/a menos que/salvo
que/excepto que} me prometas cambiar). Rasgos
semántico-pragmáticos: (a) presentan la suposición
desfavorable en la que q no se cumplirá [q, en cualquier
otra situación que p]; (b) dicha suposición se plantea
como excepcional, improbable, o contraria a las
expectativas; (c) en contextos dialógicos, suelen
relacionarse con valores comunicativos de amenazas y
prohibiciones.
6. Conectores condicionales complejos con sustantivos
creadores de mundos ({En el caso de que/ En el supuesto de
que/ En la hipótesis de que/ En la eventualidad de que} nos
despidieran del trabajo, podríamos disponer del dinero de la
herencia).
7. Prótasis con verbos creadores de mundos
({Supón/Imagina/Suponiendo/Imaginando} que aprobáramos
la oposición, no sabríamos qué destino escoger). Rasgos
formales: (a) el verbo debe estar flexionado en imperativo o
gerundio; esta última forma se combina únicamente con el
modo subjuntivo.
3. EXPRESIÓN DEL CONTRASTE
El contraste es la oposición de ideas, hechos,
principios y sentimientos que supone una
contraposición, una comparación y hasta una decisión
sobre la veracidad o la oportunidad de algo13. “Contraste”
como tal no es un término en el ámbito del que hablamos
puramente lingüístico, pero sí que es muy usado para el
estudio de una noción que tiene que ver tanto con la
adversatividad como con la concesividad. Además, el
contraste ha empezado a ser estudiado por disciplinas
como la lingüística textual, la psicolingüística, la
lingüística computacional, los estudios retóricos y el
estudio del aprendizaje de lenguas. En las dos últimas
décadas, asimismo, se ha estudiado el contraste en
relación con la polisemia y el carácter inferencial de
proceso de comprensión de los enunciados.
3.1. Las construcciones concesivas y
adversativas
Luis Flamenco 14 señala que estas construcciones
hacen referencia a dominios nocionales muy próximos,
(Aunque Pepe estuvo muy enfermo, fue a trabajar; Pepe
estuvo muy enfermo, pero fue a trabajar).
Los estudios tradicionales basaban la diferencia en la
hipotaxis o parataxis de unas u otras, pero estudios más
recientes han puesto de manifiesto el carácter bimembre
indicativo; (c) no se establece una correlación temporal-modal estricta
entre prótasis y apódosis; (d) no admiten inserción de entonces.
13 En el TEMA 20 se aborda el estudio de la objeción, que en cierto
modo es una idea cercana a la del contraste.
14 FLAMENCO, L. (1999), «Las construcciones concesivas y
adversativas», en Gramática descriptiva, tomo 3. Bosque y Demonte (eds.),
Madrid: Espasa
4. https://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 4
y la interdependencia semántica que mantienen (son
bipolares o interordinadas).
Si se atiende al contexto comunicativo, se observan
matices que habría que tener en cuenta:
- La base común que aproxima sus valores es la
expresión de un contraste. En las concesivas
destaca el origen nocional de la relación y en las
adversativas se destaca el resultado.
- La movilidad del nexo, en el caso de aunque, no
existe con pero, ya que se trata de una conjunción
coordinante.
Estos ejemplos muestran casos de concesivas de
enunciado, en los que el contraste parte de una relación
semántica entre lo expresado en la principal y lo dicho en
la subordinada. Pero a veces el contraste se basa en la
relación libre que establece la enunciación entre dos
hechos que, en principio, no están relacionados entre sí
(Te estuve esperando dos horas, aunque hacía un frío
terrible, concesiva de enunciación). En este caso no sería
oportuna la sustitución del conector aunque por pero.
3.2. La antonimia
Los antónimos expresan contrastes semánticos
lexicalizados en paradigmas. Es el nombre que se le da a
la relación por la cual el significado de una palabra es el
contrario de otra. Frecuentemente, incluye una gradación
escalar15.
Greimas y Courtés (Semiótica) establecen los
siguientes tipos:
a)Polares (marido/mujer)
b)Antonimias escalares (grande/mediano/pequeño)
c) Antónimos contradictorios (soltero/casado).
d)Contrarios (subir/bajar).
e)Recíprocos (comprar/vender).
3.3. La antítesis
En retórica, este ha sido el término usado para
designar la contraposición de dos significados
expresados por palabras u oraciones opuestas (Amas a
quien te aborrece; Lloran los justos y gozan los culpables).
En el lenguaje literario podemos encontrarlas en forma
de oxímoron. El conceptismo gustaba de formular
contraste violentos (Ayer se fue, mañana no ha llegad/ hoy
se está yendo sin parar un punto…).
3.4. Expresión nociofuncional de contrastes
F. MATTE BON (Gramática comunicativa, TomoII)
ofrece una serie de formas características para la
expresión del contraste en la conversación:
1. Cuando negamos un elemento para sustituirlo
inmediatamente después por otro solemos utilizar
no… sino (que)
(No solo no vino, sino que ni siquiera llamó).
Se suele usar para corregir algo que acabamos de decir o, más
frecuentemente, algo que acaba de decir nuestro interlocutor. A
veces, además, la usamos para matizar lo que decimos,
descartando total o parcialmente una primera hipótesis, para
corregirla sustituyendo algunos de sus elementos.
15 ver TEMA 14.
Se utiliza la construcción no… sino… en todos los casos,
excepto cuando lo que se se sustituye es el verbo conjugado; en
tales casos, se emplea no… sino que… Sin embargo, no es esta la
única construcción que se usa para corregir lo dicho. A menudo
se niega el primer elemento e inmediatamente después se
afirma el que se estima más acertado (-O sea que a ti también te
parece bonita. – NO me parece, lo es).
No… sino/no… pero
Se usa no… sino… para sustituir un elemento presupuesto
por otro. Se usa no… pero… cuando, después de negar un primer
elemento, se quiere hablar de algo distinto, que puede
constituir un matiz o una compensación por el elemento negado
(No sabe inglés, pero es muy buena).
Son dignos de notar, además, los usos de no… sino… en los
que el elemento sino no introduce un elemento idéntico al
negado justamente antes, sino tan solo una restricción o un
matiz (No estudia sino inglés).
No… antes bien
Se usa para descartar el primer elemento negado y
sustituirlo por el que sigue (No es un tema secundario, antes
bien, constituye la clave).
2. Para dar a entender una preferencia por el segundo
elemento introducido, pero sin subrayar tan claramente
que se está sustituyendo un elemento por otro:
Es más + información
Más aún + información
(Me consta que no lo hizo. Es más, él mismo me lo dijo)
3. Para corregir, inmediatamente después de darla, una
información que acabamos de dar, se usan
frecuentemente:
Mejor dicho + información correcta
Qué digo + información correcta
(No me gusta mucho, o mejor dicho, no es mi tipo).
4. Para sustituir por otro un elemento de información que ya
se ha dado, sin negar previamente el elemento ya
mencionado, se usa:
en vez / lugar de + elemento 1 + elemento 2
En esta construcción, el elemento 2 viene a reemplazar al
elemento 1: (En vez de perder tanto el tiempo escribiéndolo de
nuevo, es mejor corregir lo que ya está hecho).
En lugar de tiene un uso ligeramente más culto que en vez de.
- Contraste en vez de / en cambio
El operador en vez de requiere siempre la mención de los dos
elementos, el que ya se ha dado y se quiere descartar y el nuevo
que viene a sustituirlo. Nunca se usa en vez de solo, sino
intercalado en una frase para contrastar dos informaciones. En
estos casos se usa también sin embargo y en cambio: (Hoy me he
quedado en casa. Ayer, en cambio, fui a ver a mis padres).
- Contraste en vez de / no», sino (que)...
Con en vez de se sustituye un elemento de información que ya
se ha dado por otro, sin necesidad de negar previamente el
elemento que se quiere descartar.
“Hoy he ido al cine, en vez de estudiar”.
Al contrario, con no... sino (que)... primero se niega el elemento
que ya se había dado, y después se introduce el nuevo elemento.
(No ha venido por la mañana, sino por la tarde)
5. Para presentar dos informaciones nuevas oponiéndolas,
como para subrayar que son distintas, se usan
(intercalados entre ambas informaciones) los operadores:
en cambio sin embargo mientras que
(En Madrid las tiendas cierran a las dos, en Roma, en cambio,
cierran a la una).
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- Contraste en cambio / sin embargo / mientras que
Estos tres operadores se oponen entre sí tanto por la estructura
que requieren como por un ligero matiz de significación.
Sin embargo y mientras que se hallan siempre entre las dos
informaciones que contrastan:
Información 1 + en cambio / sin embargo / mientras que +
información 2
La información 1 puede haberse dado explícita o
implícitamente. (Hoy hace sol, en cambio ayer llovía a mares).
En cambio puede tener una estructura ligeramente distinta:
sujeto/situación 1 + predicado 1 + sujeto/situación 2 + en
cambio + predicado2
(Pedro ha venido pronto, Luis, en cambio, todavía no ha
llegado).
A pesar de parecerse mucho en la mayoría de sus usos, en
cambio, mientras que y sin embargo se emplean en contextos y
con intenciones comunicativas ligeramente distintas:
- se usan en cambio y mientras que cuando sólo se quieren
contrastar las dos informaciones en sí, en casos en los que
las informaciones en cuestión no son una manera de decir
algo de un alcance mucho más amplio o que rebasa el nivel
de las dos informaciones en sí (Ayer nevó, en cambio hoy
hace buen tiempo);
- se utiliza sin embargo cuando se trata de dos informaciones
a través de las cuales el hablante se está refiriendo a algo
más amplio. En esos casos, la segunda información no tiene
un valor por sí misma, sino que viene a constituir una
manera de matizar o completar lo que ya se ha querido
expresar: (En el norte, la gente se acuesta muy pronto. Sin
embargo, en el sur, los horarios se parecen mucho más a los
españoles).
Para introducir una nueva información subrayando que se trata
de algo opuesto a otra información que se refiere a otro
sujeto/situación, se usan con frecuencia los operadores:
Contrariamente a…
al contrario de... + elemento + información en contra
de...
Contrariamente a lo que habíamos anunciado, la reunión será
por la tarde.
En contra de lo que esperaba, tengo que reconocer que tenías
razón.
También se emplea con cierta frecuencia por el contrario, con
una estructura en la que el elemento opuesto no aparece
explícitamente en la misma oración:
por el contrario +, + información
No, no tengo ganas de ir al cine. Al teatro, por el contrario, iría a
gusto.
3.5. Introducir una información que contrasta
con lo dicho
Después de dar una información, para introducir una
nueva que contrasta total o parcialmente con la principal,
que limita su alcance o que viene a ser una excepción a lo
planteado anteriormente, se usa con frecuencia:
(pero/y) sin embargo + verbo conjugado
(Sí, está nevando, pero / sin embargo no hace nada de
frío).
Con estos operadores el hablante introduce un
contraste que viene a ser una excepción a la dificultad o
imposibilidad planteada por la información dada
previamente. Al tratarse de información nueva, el verbo
introducido por (pero/y) sin embargo va introducido
en un tiempo que informa (No trabaja mucho, sin
embargo consigue aprobar).
Además hay otros nexos que introducen el contraste
con lo dicho anteriormente:
aun asi así y todo
esto / ello no quita que eso sí
Estas cuatro expresiones vienen siempre después de
una primera información que, por sí sola, ya puede
considerarse completa, e introducen nuevos elementos
de información que vienen a añadirse a posteriori: He
sacado de la maleta la ropa que pensaba llevarme, y aun
así sigue pesando demasiado.
Después de dar una información que el hablante no
consigue aceptar del todo, para introducir o recordar los
argumentos por los que el hablante no logra aceptar
dicha información, se usa con frecuencia la expresión:
y mira que + información
Ha perdido el avión. Y mira que le había dicho un
montón de veces que llegaría tarde.
3.6. La disyunción como contraste
Las coordinadas disyuntivas expresan un doble
posibilidad en el desarrollo de la información o de la
acción prevista, a veces implican a receptor en la toma de
una decisión: (Vienes o te quedas)
Esta disyunción puede establecerse entre términos
nominales: (Ha sido un niño o una niña)
El contraste puede expresarse también mediante la
coordinación distributiva: Había un bullicio enorme: unos
entraban y otros salían sin parar.
3.7. El contraste a partir de la comparación
La comparación entre cualidades o cantidades,
referida a personas, circunstancias o cosas, en términos
de igualdad o desigualdad, puede implicar la expresión de
un contraste. Este contraste puede expresarse como
diversos grados de una cualidad, a través del grado de los
adjetivos: “Juan estaba mucho más alterado que Pedro”,
“Juan estaba alteradísimo".
Del mismo modo, el contraste por comparación se
puede construir por medio de las oraciones subordinadas
comparativas: “La excusión del fin de semana fue mucho
más divertida que el viaje del pasado verano”.
Señala Alarcos (Gramática) que el contraste se puede
construir mediante oraciones condicionales que no
expresan condición: “Si ayer llovía, hoy hace un tiempo
espléndido”.
3.8. La expresión nominal del contraste
Hay una serie de sustantivos que se emplean en
textos expositivos y argumentativos, que nombran el
contraste: oposición, diferencia, discrepancia,
disconformidad, discordancia, divergencia, incongruencia,
disparidad etc.
Estos sustantivos los podemos encontrar en
enunciados como sujetos o complementos de verbos
atributivos: La oposición estaba dividida, La discrepancia
fue insalvable.
También hay una serie de adjetivos para expresar la
cualidad del contraste: contrastado, contrapuesto,
desemejante, probado, ensayado, etc. Estos adjetivos los
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encontraremos como complementos de sustantivos en
oraciones enunciativas: “Diferencia contrastada”,
“Actitud contrapuesta”, como sujetos o complementos.
También aparecen como atributos de verbos copulativos:
“La teoría está contrastada”, “El asunto está probado”, “El
experimento está ensayado”.
3.9. Los marcadores contrargumentativos16
Martín Zorraquino y J. Portolés (Gramática
descriptiva de la lengua española, III) señalan que hasta el
siglo XX no se han identificado claramente los elementos
que funcionan como marcadores discursivos. Los
tratados gramaticales de Gili Gaya y Alcina Blecua
pusieron de manifiesto su existencia. Gili Gaya los reunió
dentro de la categoría de enlaces extraoracionales.
Los conectores contraargumentativos: vinculan dos
miembros del discurso, de tal modo que el segundo se
presente como supresor o atenuador de alguna
conclusión que se pudiera obtener del primero: en
cambio, por el contrario, por contra, antes bien... Suelen
situarse al comienzo de un párrafo, estableciendo una
contraposición a todo lo dicho
anteriormente.
3.10. Pragmática de la expresión del contraste
La expresión de contrastes sobre cuestiones que
entrañan valores, actitudes, formas de consideración de
los demás, y sobre la valoración de la conducta de los
demás, tienden a mitigarse cuando en ellas está
entrañada la buena imagen del otro. Así la formulación de
contrastes sobre razas, clases, géneros, sobre todo en
presencia de miembros de estos grupos sociales, tiene
que formularse con la debida delicadeza o en un lenguaje
objetivo y políticamente correcto. Se deberán evitar
también los estereotipos peyorativos o denígratenos
sobre las imágenes de los pueblos. Esto es lo que propone
la teoría pragmática de la cortesía verbal expuesta por
Haverkate.
Pero también ocurre que, para evitar esta tensión
implícita, los españoles a veces recurrimos a la broma, a
la exageración o la distorsión humorística, en la que se
aceptan juicios desproporcionados como formas de
superar esa tentación de minusvalorar al otro. En
ocasiones se mezcla el cariño y la expresión afectiva con
la descalificación del otro, a sabiendas de que va a
predominar el contenido emocional sobre el nocional, sin
dejar de incurrir en el tópico proscrito. Por ejemplo,
“Chico, los catalanes sois el colmo de la avaricia”, “Los
andaluces estáis siempre durmiendo la siesta”, etc.
En este caso se opera en sentido contrario a la teoría
de la argumentación de Anscrombre y Ducrot,
formulando argumentos totalmente explícitos e
hiperbólicos con connotaciones afectivas. Es otra forma
de argumentar aceptando de manera sana la
contradicción en la que se desenvuelve nuestra psicología
16 TEMA 25
17 Personalizar esta conclusión.
y reconociendo que ante todo lo afectivo importa más que
lo racional.
Los jóvenes, a veces, operando según estos
principios, pasan a la agresión verbal directa y
desconsiderada, y se llaman unos a otros “Monstruo”, o
con expresiones de un cariño feroz. Se trata de insultos
envueltos de afecto, en los que la agresividad latente se
canaliza así, en lugar de disimularla o reprimirla. Estas
conductas verbales entran en el dominio de la
inteligencia emocional, y son poco comprendidas, a veces,
por los adultos.
4. CONCLUSIONES
El conjunto de expresiones, ideas y teorías que hemos
expuesto sucintamente podrán ser objeto contenido de
enseñanza para los alumnos de ESO y Bachillerato,
enfocados de una manera práctica y comunicativa. Con
ello conseguiremos que accedan a un repertorio de
formas y modulaciones expresivas que les dará variedad
y sentido de la oportunidad a sus usos expresivos orales
y escritos. Sin embargo, descargaremos este repertorio
de toda problemática lingüística, que no parece
conveniente a su situación de estudiantes de enseñanza
media.17
5. BIBLIOGRAFÍA18
ALARCOS LLORACH, Emilio: Estudios de gramática
funcional del español, Madrid, Gredos, 1982
ALARCOS LLORACH, Emilio: Gramática de la lengua
española, Madrid, 1999, Espasa.
BEINHAUER, W. El español coloquial, Madrid, 1968,
Gredos
BOSQUE, I. y DEMONTE, V. Gramática descriptiva de la
lengua española I, II,III (1999) Madrid: Espasa
FUENTES, C. (1998), Las construcciones adversativas,
Madrid: Arco/Libros
GILI Y GAYA, Samuel: Curso superior de sintaxis española,
Barcelona, 1987, Vox.
GÓMEZ TORREGO, Leonardo: Manual de español
correcto, Madrid Arco libros, 1988
GÓMEZ TORREGO, Leonardo: Gramática didáctica del
español, Madrid, 1998, SM.
18 A la que se añade la bibliografía que se ha ido citando al curso de la
exposición.
7. https://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 7
HAVERKATE, H. (1994, La cortesía verbal. Estudio
pragmalingüístico, Madrid: Gredos.
MATTE BON, Francisco: Gramática comunicativa del
español. Madrid, 1992, Difusión
R.A.E.: Esbozo de una nueva gramática de la lengua
española. Madrid, Espasa-Calpe. 1981
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Gramática descriptiva de la
lengua española, Madrid, 1999, Espasa. Dir., Bosque,
I. y Demonte, V
RAE y ASALE (2009) Nueva gramática de la lengua
española I, II, Madrid: Espasa